25

843 149 43
                                    

Una sonrisa se hizo presente en su rostro en cuestión de segundos siendo una completa sorpresa para Mark, quién se encontraba a su lado y no sabía en qué dirección mirar para encontrar el motivo de aquella sonrisa. Pero muy pronto captó la situación y rió asintiendo propinándole un suave golpe en el hombro al de cabello castaño, obligando a éste a salir de su ensoñación, una muy bonita y melancólica ensoñación.

— ¿Por qué no se acerca, hyung?

— Estás loco... —fue lo único que pudo articular. Su voz temblaba al igual que todo su cuerpo. MinSeok no estaba preparado mentalmente para ver a un JongDae de aproximadamente veintitrés años en aquel bar.

Una parte de él le decía que debía esconderse y obedeció al igual que un niño lo más pronto posible, porque Kim JongDae estaba en el mismo lugar que él después de tantos años y aún así podía reconocerlo, una escena que se le hizo bastante conocida, por lo que sonrió con tristeza y un tanto avergonzado de su estado actual. Algo que le inquietó enseguida fue no haber encontrado algún rastro de esa brillante y bonita sonrisa en él, siendo ésta una de las cosas que más extrañaba, ya que ver a JongDae sonreír en todo su esplendor era uno de los placeres más bonitos de la vida.

Su alrededor no importaba, ante sus ojos sólo estaba JongDae y su corazón no tardó en reaccionar completamente acelerado. JongDae seguía siendo tan hermoso con esos labios que añoraba besar una vez más, pero no podía y en ese instante pudo haberse acercado diciendo un "te extraño" sin rodeos, porque lo hacía y fue muy tonto de su parte irse como si nada hace un par de años, igual de tonto como esconderse detrás de la barra mientras JongDae no hacía más que fijar su mirada en un chico bajito y de grandes ojos junto a él.

Muy pronto desaparecieron y un largo suspiro escapó de entre sus labios descendiendo hacia el suelo para sentarse y abrazar sus piernas contra su pecho fuertemente. Quería llorar y no sabía sí se encontraba feliz, enojado, triste o todas las anteriores.

— ¿Cree que sea su novio? —Mark le acompañó a su lado y no hizo más que encogerse de hombros en su lugar.

— Tal vez, no lo sé.

— ¿Se encuentra bien, hyung? Puedo traer algo para usted o llamar a su amorcito —ofreció con una sonrisa como si fuera la mejor idea que ha tenido en su vida y MinSeok rodó los ojos, riendo segundos después porque aunque quisiera que eso pasara JongDae no volvería al bar, por favor, es absurdo. Además, las intenciones que tenía Mark por ayudarlo eran sinceras y de cierta forma adorables.

— No hace falta que hagas algo por mí, creo que debería irme a casa de una vez, mi turno terminó hace rato —había obtenido las fuerzas para levantarse y se deshizo de cualquier lágrima en su rostro que recorrió sus mejillas sin darse cuenta, siendo seguido por el menor quién se paró junto a él tirando de su brazo insistente.

— Usted dijo que iba a ayudarme.

— Vamos, tú puedes solo, ¿sí? Hasta mañana.

Salió con rapidez del lugar arrepentido de haberse ofrecido a ayudar a uno de sus pocos amigos. Mark trabaja durante la madrugada en aquel bar, cuando MinSeok lo hacía unas cuantas horas antes, por ello jamás vio a JongIn o a JongDae, y parecía ser que solían visitar el bar con frecuencia cuando él no estaba. O quizás sabían de su presencia así que decidían ir cuando él no estaba. ¡Qué va! Apenas llevaba un mes viviendo ahí nuevamente y nadie más que ChanYeol sabía que volvió, porque mientras hacía unas compras por la mañana se encontró al más alto del mismo modo, excepto que éste era acompaño por unos gemelos muy lindos y sonrió, sonrió feliz por él.

De camino a casa la reciente imagen de JongDae llegó a su mente y las lágrimas brotaron de sus ojos inconscientemente. Había escuchado sobre algo así como el primer amor nunca se olvida, y creyó que era una total estupidez pero estaba siendo afectado por su primer amor diariamente y ahora más que nunca, porque lo vio y no podía ir a abrazarlo, probar sus labios y susurrarle lo mucho que quería estar con él y permanecer por siempre a su lado. 

MinSeok quería tener ese felices para siempre con JongDae, pero estaba viviendo la realidad y seguramente él lo había olvidado por completo. Sus esperanzas de encontrar a alguien más que le ayude a olvidar a tal chico perfecto se agotaban, desaparecían. Y todo gracias a su drama de la adolescencia.

Sin darse cuenta se encontró frente a su casa y estando a punto de entrar unos pasos se escucharon tras de él seguido de un "¡MinSeok!", y una sonrisa felina bastante familiar en cuanto volteó a ver de qué o más bien de quién se trataba.

  ♡ 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 27 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Besos Robados [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora