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JongDae caminaba lentamente con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón. Su respiración era tranquila y uno de los auriculares iba al aire, mientras el otro en su oído así escuchando Fumes - EDEN canción que recientemente había encontrado, obteniendo una especie de obsesión con ella enseguida. No sabe cómo pero la letra le provocaba algo de nostalgia y tristeza. Por más masoquista que pareciera, a JongDae le encantaba escuchar esa canción sintiendo de repente un vacío en su pecho, a la vez que lágrimas amenazaban por salir de sus ojos.

Woah
If all we have is time, then we'll be alright
It's not much, but it's better than nothing
We're running on fumes, but we'll make it through the night
It's not love, but it's better than dreaming.

Cantó por lo bajo y una vez estuvo frente al lugar optó por detener la canción y guardar sus auriculares junto al móvil. Se adentró en el bar y saludó a un par de amigos mostrando una sonrisa bastante forzada para su gusto. La música estaba entre alta y baja, no entendía porque, probablemente habían problemas con el sonido y por ello la mayoría se encontraba en un raro karaoke. Y vaya, no esperaba encontrar a su queridísimo hermano completamente despechado cantando algo de, bueno, ni siquiera estaba consciente de qué se trataba. Tanto chicos como chicas le seguían entre gritos y llanto maldiciendo en unisono el nombre “Krystal”.

No iba a interrumpir escena tan patética, así que entre risas se dirigió al que parecía ser KyungSoo en una esquina, observando a su alrededor con total odio. Saludando al más bajo le regaló una sonrisa colocándose a su lado. KyungSoo por su cuenta ni siquiera se inmutó, simplemente rodó los ojos tomando de su trago.

— Tu hermano es un idiota —KyungSoo rompió el silencio entre ambos y JongDae se limitó a asentir en respuesta.

— Lo sé —uno de los meseros se acercó a él ofreciendo algo de beber y negó mirando a su acompañante, quien sí había tomado otro de los tragos que ofrecían, contando esta vez con ambas manos ocupadas—. ¿Estás de mal humor? —cuestionó a la vez que el más bajo bebía los tragos de una, para después morderse el labio inferior y rebuscar en uno de sus bolsillos.

— Vamos afuera.

JongDae no tuvo otra opción más que seguirle el paso a KyungSoo, y es que sabía que dentro de ese lugar no haría más que sentir mucha más pena por su hermano y la gente en su mayoría. KyungSoo era el único con quién podía librarse de tal escena y de tal mal olor que hacía sufrir sus fosas nasales en aquel bar propiedad de Wu YiFan.

Al ver vómito a su alrededor, caminaron durante unos cinco minutos hasta que finalmente llegaron a una de las tantas calles solitarias a esa hora de la noche. Tomaron asiento en una de las bancas y KyungSoo sacó uno de los cigarrillos, encendiendo éste para después llevarlo a sus labios. JongDae tomó el mismo entre sus dedos y repitió el acto del más bajo; dejando salir una nuvecilla de humo en la cual se perdió un buen rato, riendo segundos después. No sabía que en un futuro iba a terminar así, sin rumbo alguno por el simple hecho de sentirse vacío, saliendo cada noche a cualquier lugar que era invitado por sus amigos, a excepción que estos  solían pasarla bien, aveces, claro.

KyungSoo, la única persona que lo acompañaba en momentos como esos, encontrándose igual o peor que él, ya que contaba con infinidad de problemas en su "hogar" y demás cosas que prefería no contar. Entendía a la perfección cada uno de los actos del trigueño, puede que en muy poco tiempo se hicieron amigos y tomaron confianza, pero sabían tanto el uno del otro para hacerse llamar amigos. Y JongDae se sentía cómodo con la compañía del chico. Éste lo conocía desde hace un par de años, exactamente un año después de que habían sucedido las cosas con MinSeok. Un pasado bastante triste y melodramatico del cual estaba enterado el ojon y no hacia más que ignorarlo a toda costa. Porque según le contaron; en cuanto MinSeok despareció de la vida de JongDae, éste cambió totalmente, no era el mismo chico que sonreía con sinceridad, hacía bromas ante cualquier situación o miraba embobado al chico de bellos ojos y mofletes adorables que se hacía llamar su mejor amigo de la infancia, quizás amante, algo así. Más bien se convirtió en el chico que sonreía forzado, el que se quedaba dormido en clases y sólo estaba en la Universidad por obligación de sus padres, y por supuesto el chico que nadie quería cerca por haber hecho sufrir a BaekHyun tiempo atrás.

Aún así, KyungSoo lo quería aunque jamás se lo dijese, y a pesar de estar enamorado de su hermano, JongDae también lo quería, haciéndole saber esto con su simple presencia cuando más lo necesitaba y también cuando no era así.

Porque gracias a todos los dioses, santos y demás, KyungSoo no era ese mejor amigo al cual le tenía sentimientos amorosos. No era ese MinSeok de su infancia y adolescencia, que simplemente desapareció junto a su familia. Porque un día se encaminó a su casa después de haber faltado una semana a clases y para su sorpresa no había absolutamente nadie. Los rumores eran ciertos y con una triste sonrisa negó, negó repetidas veces sin poder creer lo que ocurría. No se podía estar repitiendo la situación, pero lo hacía y sólo debía aceptar la realidad. Intentando tener algún contacto con MinSeok finalmente se dió por vencido y se arrepintió de todo.

De haberse entrometido en la relación de ChanYeol y MinSeok, de haberle dado falsas esperanzas a BaekHyun, de haber dejado las cosas pasar como si nada. Aún así todo había valido la pena, porque probó los dulces y suaves labios de MinSeok, pudo sentir su piel y por primera vez iba a perder su virginidad con MinSeok, pero las cosas salieron divertidamente mal y no fue posible. Pero sobre todo sus sentimientos fueron correspondidos, en un mal momento, sí, pero lo fueron y está totalmente agradecido con ello.

Ahora sólo... Extraña a MinSeok... Y mucho.

[...]

Besos Robados [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora