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Los ojos de MinSeok se posaron sobre sus manos entrelazadas y una ligera sonrisa se hizo presente en su rostro. No sabía cuando ni cómo ambas manos se habían encontrado para después juntarse finalmente. Y le encantaba, debía admitirlo, le encantaba muchísimo el cómo sus manos encajaban a la perfección. Pero la preocupación de que alguien los viera se hizo presente y a MinSeok le dolió el corazón tanto como a JongDae en cuanto soltó su mano. No quería, era obvio, pero si algún amigo de ChanYeol o en el peor de los casos él mismo los veía así... No sabría explicar absolutamente nada.

JongDae por su parte intentó no tomarle importancia e inició a conversar con el mayor de un tema al azar, soltando un par de bromas enseguida. Se dirigían a la casa de MinSeok con la excusa de "Chennie, mi mamá dijo que quería verte de nuevo así que me pidió invitarte a cenar". Todas esas palabras con su dulce, bonita y tímida voz que JongDae amaba. Pero no era así, simplemente MinSeok deseaba estar todo el tiempo junto al trigueño porque no era suficiente el verlo en la escuela, obviamente por su novio ChanYeol, de quien se distanciaba cada vez más sin saberlo. 

Una vez llegaron a la casa de MinSeok éste buscó sus llaves, pero sus oídos captaron un pequeño ruido entre los arbustos y temió quedándose completamente quieto en su lugar escuchando como después la puerta principal era abierta mostrando así a un ChanYeol feliz, hasta que miró a JongDae con el pequeño minino entre sus manos. Sus miradas se encontraron y no tardaron en fingir una sonrisa.

— Por fin han regresado. Vamos, Channie, déjalos pasar —la madre de MinSeok tiró del brazo del más alto con suavidad así dándole el acceso a JongDae quien mantuvo al gato contra su pecho. Por lo que la mujer se emocionó sonriendo ampliamente—. Oh, Chen, parece que le gustas. Él no es así, ¿verdad, Minnie? Yah, pasa, hijo —esta vez se dirigió a su hijo con sus brazos cruzados obligándolo a entrar a casa.

— No me dijiste que vendrías —le dijo MinSeok a ChanYeol con una pequeña y un tanto nerviosa sonrisa. A lo que el alto lo miró arqueando una de sus cejas.

— No, no lo hice ya que íbamos a venir juntos después de clases, pero tardaste mucho en salir y ahora resulta que regresas con este idiota. Pero he traído a tu gato y agh, ¿en serio? Yo tardé más de un mes en caerle bien —ChanYeol hablaba en voz baja cerca de MinSeok para que sólo él escuchara logrando así estremecer su cuerpo. Porque la voz de ChanYeol era profunda y eso siempre le había gustado de él, pero en esta ocasión más bien se sintió aterrado. MinSeok se alejó lo antes posible y tomó al gatito de los brazos de Chen.

— ¿Cómo se llama? —cuestionó JongDae observando al gatito ronronear ante las caricias de MinSeok. Una escena que se le hizo sumamente linda.

— Tan... —el mayor sonrió y esa misma sonrisa llegó al rostro del trigueño. Recordando cuando eran unos niños y decidieron ese bonito nombre para el cual sería su gato en un futuro. ChanYeol los miró en silencio y optó por mostrarse indiferente.

— Gracias por traerlo, Chan. Espero no te haya dado muchos problemas.

— No, no te preocupes. Procuré dejarlo lo más lejos posible de Toben.

— Los perros y los gatos nunca se han llevado bien, ¿qué esperabas? Ni aunque desees tanto el mantenerlos juntos, es imposible —JongDae agregó mirando con total seriedad a ChanYeol. Estaba enterado del perro que tenía el más alto, ya que se la pasaba hablando de él cada vez que podía con cualquier persona y JongDae sólo escuchaba en silencio como todo un entrometido. Pero jamás supo de la existencia de Tan. Se sentía de cierta forma mal. Era como el fruto del amor de MinSeok y él y recién lo conoció. 

— Sí pueden llevarse bien.

— Aunque se pudiera, ese no es el caso de tu perro y Tan —volvió a hablar JongDae con una sonrisa burlona y la madre de MinSeok habló enseguida interrumpiendo lo que parecía empezar a ser una discusión.

— Y bien, chicos, ¿por qué no vienen a comer?

JongDae negó caminando hacia la puerta, pero antes se encargó de despedirse del gatito con una suave caricia a la vez que le regalaba una sonrisa a MinSeok. Simplemente no debía estar con la pareja, le dolería muchísimo verlos compartir besitos y esas cosas...

— Yo debo irme, adiós.

— Cuídate —MinSeok se apresuró a decir y éste no tardó en encontrarse a solas con su novio en cuanto su madre también desapareció. Soltando un pequeño suspiro caminó en dirección a las escaleras una vez dejó al gato libre de sus brazos. Pero ChanYeol lo detuvo.

— ¿Por qué siguen fingiendo, MinSeok?

Mierda.

Besos Robados [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora