NARRA JAMES:
El silencio me es incómodo, y aún más cuando llevamos más de 30 minutos en silencio, después de que el padre de Elizabeth entrara a su oficina, y ella le explicara los hechos, ella habló una de sus amigas que al parecer es abogada para ver de qué manera proseguir legalmente contra la clínica y ante cualquier nota pública del embarazo de Elizabeth, según comentó Elizabeth su amiga llegara en cuanto antes, pero después de que colgó con ella, ya han pasado más de 30 minutos, la secretaria de Elizabeth ya ha entrado un par de veces a ofrecernos algo de beber, no voy a negar que es muy guapa y atractiva, si no estuviera metido en este embrollo sin duda ya le hubiera coqueteado.
- ¿No dirás nada? – fue Elizabeth quien rompió el silencio, alcé mi cara y me di cuenta de que estaba perdido entre mis pensamientos y mis manos, pero no era a mi quien se dirigía si no a su padre
- ¿Qué quieres que diga?, si, felicidades por tu embarazo, aunque hubiera agradecido que me enterara de otra forma
- Lo siento, quería hacerlo el viernes, durante nuestra cena, quería hablar contigo sobre el festejo de los 40 años de la compañía, veras será en 2 meses y estaba pensando...-
- ¿Quieres hablar de la fiesta de aniversario de la constructora? – dijo interrumpiéndola
- ¿De qué otra cosa quieres que hablemos?
- No lo sé, qué te parece del hecho de que el hijo para el cual estas trabajando, resulta ser el padre de tu hijo- dijo el señor Salvatorre
- Señor, creo que eso puedo explicarlo yo – dije introduciéndome a su pequeña plática privada que estaban teniendo frente a mi
- Bien, pues explíquelo porque es una parte de todo esto que no entiendo – dijo el señor girándose hacia mi
- Si, mire, sé que esto no es lo que tenía planeado, sé que su hija le dijo que no conocería al padre de su hijo, pero...
- Pero las cosas no son como se planean ¿no?
- Papá, deja que James hable, deja de interrumpir por favor – dijo Eliza a su padre a modo de regaño
- ¿Ahora es James? ¿solo James? Como no lo supuse, es el padre de tu hijo y ahora lo tuteas.
- PAPÁ – gritó
- Bien, quiero decir que independientemente de lo que usted o Eliza digan, yo quiero hacerme cargo del hijo que Elizabeth tiene en su vientre
- NO – dijo Elizabeth poniéndose de pie – no, mi hijo es mío, y si acudí a una clínica de fertilidad fue justamente para eso, no compartir a mi hijo, empezando por la paternidad
- No seas egoísta Elizabeth – le dije mientras me ponía de pie para estar a su misma altura – yo también fui a esa clínica para buscar ser padre sin el vínculo con una mujer, pero no me estoy quejando de que tú seas la madre de mi hijo
- Yo no me estoy quejando de que seas el padre de mi hijo, eres tú, pero pudo ser cualquiera, el hecho aquí es que no deberías de existir
- Ohh ohh – dije extendiendo mis manos – sé que no tenemos la mejor relación, pero no creo que nuestras discusiones llegaran al grado para desear que no exista el otro
- No James, no quise decir eso, yo quería decir que el padre de mi hijo no debería de existir, se supone que por eso compre el esperma, para que no hubiera compromiso ninguno. – entiendo su punto
- Debes de comprender también que no quiero compromiso ninguno con la madre de mi hijo, de lo contrario tampoco hubiera ido a esa clínica, pero si quiero un hijo, tu hijo – señale su abdomen- el cual tienes aquí – dije mientras acariciaba su vientre, ella dio un paso hacia atrás mientras tomaba de nuevo asiento, alguien toco la puerta, Elizabeth le indico que pasara, era una chica muy pero muy embarazada, esto debe de ser una broma ¿no?
- Elizabeth Salvatorre, explícame de que va esto – dijo la joven que entro, se frenó al verme a mí y a su padre
- Señor Adrián, que gusto verlo – dijo mientras se acercaba a él y lo saludaba
- Sam, me da gusto verte, ¿cómo es que si quiera andas caminando con esa enorme panza? – y vaya que sí estaba muy grande – ¿de cuantos meses estas ya?
- 8 meses, y si no debería andar caminado, pero quiero dejar todo listo en el despacho con mis clientes antes de irme a descansar a la comodidad de mi hogar, Roberth muere de ganas ya por que nazca
- ¿Ya saben que va a ser? ¿niña o niño? – dijo el señor Salvatorre a la joven embarazada a la cual llamo Sam, no quiero hacer deducciones, tengo muy malas experiencias con eso
- Niña, eso nos han dicho desde los 4 meses y cada vez nos siguen asegurando lo mismo, así que decidimos apresurarnos y pintar el cuarto del bebé en tonos rosas -
- Eso debió ser maravilloso...
- Claro que, si papa, pero no llame a Samantha para que hablan del cuarto del bebe contigo -esta vez fue Elizabeth quien interrumpió a su padre, creo que debe ser algo hereditario, solo espero nuestro hijo no sea así ¿nuestro? Suena bien ¿no?
- Por su puesto, a ver muéstrame los documentos que dices tener como pruebas – cuando Elizabeth le marco le explico que yo tenía pruebas sobre mi paternidad, no pruebas definitivas pero sin duda servirían ante cualquier juicio legal, Elizabeth le extendió la carpeta a su amiga, ella se sentó en el asiento de Elizabeth y se recostó, así que Elizabeth se sentó en el escritorio, no pude pensar en ella en una forma sexual, recordé esa ocasión en mi oficina, la vez que nos reencontramos después de 2 años, quien diría que después de 1 mes de eso estaríamos discutiendo sobre la paternidad de nuestro hijo
- Disculpen, sé que al parecer para ustedes soy casi invisible, pero quiero decir algo – dije para rellenar el silencio mientras la abogada amiga de Elizabeth leía todos los documentos
- Claro, habla – me respondió Elizabeth mientras se giraba sobre sí misma en el escritorio, lo que provocó que su vestido se subiera un poco más de lo normal, así que para evitar que mi mente fuera hacia un terreno que sin duda ya había explorado aquella noche en la habitación del hotel, mejor mire hacia mis manos que estaban sudorosas
- Yo también tengo un amigo que es abogado al cual ya le consulté y le comenté mi problema legal y él fue específicamente que me sugirió buscarte – alcé ligeramente mi cabeza – podría marcarle y decirle que venga así tu abogada y el podrían discutir que se podría hacer legalmente, contra la clínica y con nuestro hijo
- Hey- dijo Elizabeth interrumpiéndome- no es nuestro, es solo mío
- Pero tiene mi ADN, y cuando nazca no podrás negarme una prueba de paternidad si yo la exijo
- En eso tiene razón – dijo al fin su amiga, despegando la vista de los documentos y viendome por primera vez desde que entro
- Bien, si me disculpan, saldré a llamarle – dije mientras me ponía de pie y salía de la oficina, mientras sacaba mi celular del bolsillo de mi pantalón una voz me sacó de los pensamientos
- Veo que decidiste venir – volteé a ver y lo vi, a Robert, mi abogado, mi amigo desde la universidad, el estudio abogacía mientras yo administración, pero coincidimos en fiestas y esas cosas
- Si, a ti no te sorprende verme, por lo visto pero yo a ti sí
- Ya sé, por eso insistí en acompañar a mi esposa en cuanto me dijo que Elizabeth le marcó, eso y además que no la dejaría manejar en su estado
- Espera, dijiste ¿esposa?
- Así es, Samantha, es mi esposa – dijo mientras señalaba hacia la oficina
- Bien, pues ya que estas aquí, entremos, les dije que le marcaría a mi abogado para que viniera a hablar con la abogada de ella, pero ya estás aquí, y dado que están casados... espero no haya atrasos al ponerse de acuerdo- ambos entramos a la oficina de nuevo y ver cómo procederá todo esto.
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EmbarazaDos
Romance-Elizabeth escúchame por favor- dijo James - ¿que quieres? no tenemos nada de que hablar- contesto Elizabeth entre dientes, pues estaban en el lobby de la constructora de la cual ella era la directora general - sé que la última vez que nos vimos no...