Capítulo 38

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NARRA ELIZA:



Ha sido una semana de locos, no aparecen unos planos de unos condominios, los cuales se tienen que entregar el día de mañana viernes, la culpa es mía por no exigirlos antes.

- Katherine – hablo por el teléfono – puedes venir a mi oficina – digo antes de colgar, al menos de 1 minuto ella está entrando a mi oficina

- Dime Eliza –

- ¿Recuerdas a quien se le asignó el proyecto de los condominios Golden? – dije poniéndome de pie cuando entró

- Debe estar en la bitácora

- Debería... pero no está – dije – ya lo he buscado como loca- dije alzando el montón de papeles que hay mi escritorio

- Elizabeth, déjame buscar el archivo, debe estar la bitácora digital

- Gracias, me ahorrarías un buen dolor de cabeza – dije volviéndome a sentar mientras ella se daba la vuelta para salir – espera – dije para que detuviera su paso – ¿podrías traerme el número del chofer que me contrataste hace algunos meses?, necesito contratarlo, pero quiero que venga para que hablemos

- Si quieres le puedo marcar y citarlo

- Muchas gracias, pero quiero hacerlo yo, ah y otra cosa, saldré a comer y estaré de regreso después de las 3:30

Salió, y me quede revisando hoja por hoja por si aparecía la bitácora, y es que en estas últimas semanas mi mente ha estado un poco distante, entre que James me cuida en exceso, me habla para recordarme de las vitaminas, de desayunar, de comer de cenar, y ni decir que no me deja ya ni cocinar en la casa desde que se cambió a vivir conmigo.

Sam dice que eso es una bendición, que el hombre cocine para una, pero en verdad me siento inútil, me trae y me lleva del trabajo, por eso mejor contrare un chofer, no puedo seguir permitiéndole compartir tanto tiempo con él, solo lo necesario para no terminar hasta las puntas del cabello enamorada de él, y es que temo que después de que nazcan los bebés, el vuelque todo su atención a ellos y ya no quiera casarse conmigo, aunque sé que todo fue solo para evitar malas habladurías, cada día que pasa el se vuelve más indispensable en mi vida.

 Al cabo de unos minutos vuelve a entrar Kathe para pasarme el número de teléfono del chofer, lo marcó y esperó a que me contesten

- Buenas tardes, ¿con quién desea hablar? - dice una voz en cuanto descuelgan el teléfono

- Buenas tardes, habla Elizabeth Salvatore, quisiera hablar con el Señor Javier Rodríguez – digo leyendo el nombre del papel que me dio Kathe

- El habla, y creo saber quien habla, trabaje para usted hace unos meses

- Así es, y en verdad quisiera hablar con usted en persona, para hacerle una propuesta

- Dígame, soy todo oídos

- Me gustaría que fuera en persona, ¿podría venir hoy a las 5 de la tarde?

- En verdad me gustaría ir a esa hora, pero ya tengo un compromiso, pero si usted no tiene problema de recibirme en una hora en su oficina yo ahí estaría. – vi el reloj, eran la 1 de tarde y James quedo de pasar por mí a las 2:30, así que me quedaría perfecto,

- Por mi está bien, solo déjeme avisar en la recepción para que lo pasen directo a mi oficina

- Muchas gracias Señorita

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