Capítulo 42 FINAL

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NARRA ELIZA:



Desperté con un dolor enorme de cabeza, sentía los brazos y piernas pesadas, no quería abrir los ojos, pero lo intente, pero en el intento los volví a cerrar, pero me lleve una mano a estos, me ardían.

- Liz – escuche a lo lejos, baje mi mano a mi costado, pero hice el esfuerzo de volver a abrirlos, esta vez lo logré, entré cerré los ojos y lo vi, vi al hombre que cambió la forma de ver mi vida desde el día uno que lo conocí, hace casi 3 años y hace menos de 8 meses que se presentó en la constructora para decirme que era el padre de mi hijo... bueno de mis hijos y en eso recuerdo por qué estoy aquí

- ¿Dónde están? – le pregunto, se para lentamente del sofá que está a lado de la cama en la que estoy de la que supongo es del hospital, recuerdo haber llegado que me atendieron y que los médicos decían entre ellos el riesgo de que muriera o mis bebés o los 3, por lo que intente sentarme

- No Liz, no te levantes, no debes moverte de la cama – gire a verlo de nuevo

- ¿Y lo bebes? ¿vivieron? ¿Dónde están? – comencé a hacer preguntas, por lo que James se sentó en la cama y me tomo las manos

- Tranquila, los bebés están vivos, ambos – yo sonríe – están en esa cuna – señalo una pequeña cuna de que estaba en una esquina de la habitación, me senté ligeramente estirando el cuello para poder verlos – tranquila te los traeré – se paró y jalo la cuna, resultó que era rodante y pudo traerlos a ambos

- Están, tan pequeños – dije al verlos – y tan hermosos – mis ojos se llenaron de lágrimas, James tomó a la niña – cuidado – de dije, temía que le pasara algo

- Descuida, ya los he cargado un par de veces e incluso ya los he alimentado – ame su mirada, sus ojos denotaban amor, ese amor que yo misma sentía, me la puso en los brazos y saco al bebe y me lo acerco y lo puso en mi otro brazo, ahora tenía a cada uno en cada brazo, eran tan pequeños y parecían tan frágiles.

- James, si quieres ve a comer mientras... - era mi padre

- Papá – dije

- Hija, despertaste – se acercó a mí y me brazo

- Ten cuidado papá – dije señalando con la cabeza a los bebés

- Por supuesto – dijo riendo – ¿desde qué hora despertaste?, seguro James no iba a decirnos que había pasado

- Claro, lo iba a hacer en cuanto disfrutara unos minutos a nuestros hijos con mi mujer, porque seguro a partir de ahora ya no los querrás compartir – reímos, él bebé empezó a llorar eso provocó que la niña igual comenzara a llorar, James la tomó a ella en brazos y empezó a arrullar

- En verdad te va bien la paternidad - bromeó al verlo tan grande y una pequeña en brazos

- Y a ti la maternidad – dijo mientras se acercaba a mí y me daba un beso en los labios, te ves hermosa


(...)


- James puedes pasarme las mamilas, las quiero dejar esterilizando antes de irnos

- Espérame querida, estoy vistiéndome

- ¿Vistiéndote? Pero si ya estabas vestido

EmbarazaDosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora