No podía seguir más, estaba verdaderamente agotada y ya lo suficientemente lejos de Matt para llorar a gusto, sin tener que verle a la cara. Lloré y lloré por minutos. Mis mangas pasaban de tantas lágrimas que habían absorbido hasta ahora.
Lo único que tenía claro era que no quería estar cerca de Matt, desgraciadamente vivo a unos cuantos pasos de su casa. Sin saber a donde ir a vagar, me decidí por Adam, Matt me buscaría con los demás chicos. Entonces lo llamé.
-¿Adam?- dije llena de mocos.
-¿Pequeña? ¿Te encuentras bien?- sonó preocupado.
-No, necesito que vengas por mi, ya no puedo seguir-
-¿Dónde estas? ¿Estas en tu casa?- se oyó que tomaba las llaves del auto.
-No, no se dónde estoy- estoy pérdida. Lloré más
-No pequeña, no llores, dime qué ves.
-No lo sé, hay una farmacia frente a mí, y una pizzería, supongo que estoy a unas cuantas calles-
-Sé dónde estas, llego en dos minutos, no hagas nada tonto pequeña, ya llego.-
-...Ahora soy yo la que hace tonteras- reí.
-Solo digo- dijo y rió.
-Te espero. Gracias- dije y colgué.
Empezó a hacer frío y me puse mi sudadera, saqué mi agua y me traté de limpiar un poco los ojos mientras que con la manga de la sudadera me secaba.
La camioneta de Adam se estacionó frente a mí y enseguida él bajó. Me dio un fuerte abrazo consolador, yo con necesidad lo acepté.
-¿Cómo estas? ¿Qué pasó? Mírate cómo estás- no pude evitarlo y volví a abrazarlo.
-Ma-ma-matt...- empecé a tartamudear.
-¿Sabes?, no es necesario solo sube al carro. ¿Es tuya? - dijo refiriendose a la bici, yo asentí- bien, tu no te preocues, yo la subo.- yo hice caso. Dentro de la camioneta hacía menos frío.
Adam cerró la cajuela y rápido se subió a la camioneta. Se detuvo a mirarme un momento, podía ver la lástima que cargaba esa mirada. Después me volvió a abrazar, otra vez en su abrazo pude sentir lastima, pude sentir impotencia por su parte, tal vez de no poder hacer nada.
-Sé fuerte pequeña- dijo mientras me tomaba por los hombros, viéndome directamente a los ojos.- No sé la razón de que estés así pero sé fuerte.-
-Me recordaste a alguien de la radio que siempre da platicas motivacionales- me reí ligeramente- Be strong- me dije a mí misma y Adam rió conmigo.
-¿A mi casa o a la tuya?-
-A la tuya por favor-
-Te advierto que hay una horda de jóvenes bebiendo desenfrenadamente en mi casa. ¿Aún así quieres ir?-
-Claro, con mayor razón, dicen que te ayuda a olvidar los problemas ¿no?- digo con sarcasmo.
-Pues... Eso dicen- dijo rascándose la nuca- pero no es para ti ¿sabes?-
-Me vale un comino para quien sea, hoy, Gisselle Joyner va a beber desenfrenadamente.- dije muy firme.
-...Pequeña, no lo hagas-
-¿Vas a decirme qué hacer? ¿En verdad lo harás? ¿Ehh?- dije alterada.
-No... Solo- lo miré amenazadoramente- piensa en tu bien pequeña.
El resto del camino no dejé de pensar en aquella foto, no me sorprende de Allison... Pero con Matt era muy distinto, tenía toda mi confianza y la perdió.
Adam por su parte, no ha vuelto a preguntar sobre el asunto, y yo no le diré porque no es algo de lo que quiera hablar, no en estos momentos
-Hemos llegado- salió de la camioneta y abrió la puerta trasera- ¿Me ayudas?- me asomé y habían muchas botellas de alcohol.
-Vaya... ¿Apenas van a empezar? Pensé que ya tenían rato-
-No, se acabó y fui por más, por eso estaba tan cerca de ti-
-Dios... En verdad deben estar borrachos- dije asombrada.
-Sorprendentemente no, no se emborrachan tan fácil, por lo menos la mayoría, podría decirse que son profesionales en esto. Entremos- antes de entrar a la casa podía oír la música que tenían adentro.
Cuando entramos la música se oyó aún más fuerte, no podía oír nada mas que aquel ruidero. Adam me llevó a donde tenía que dejar las botellas y lo seguí, llegué con él, no sin haberme tropezado unas cuantas veces con las piernas de jóvenes que estaban besuqueandose en el suelo. A donde volteara había gente besandose, en las escaleras, en los muebles, en el suelo.
Estuve un buen rato con Adam. Él contaba chistes muy malos para levantarme el ánimo, diría que fue inútil, pero eran demasiado malos sus chistes que te hacian reír de lo chafa que eran, mientras él tomaba vasos y vasos de alcohol, a mi solo me dejaba tomar refresco. Pensé que había dejado a mi papá en la casa.
-Yo tambien quiero alcohol- me seguía sintiendo triste.
-No puedo Gisselle, por favor no me lo pidas más.- hice caso y me voltee enojada. El enojo pasó a la historia cuando me acordé de Matt, una lágrima salió seguida de otras más.
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Hola amikas!!!
Ya las extrañaba!!!! es que he estado muy ocupada : ( aqui está Gigi de regreso.
Alguien más le encantó Adam??? Me gustó mucho aquiiiiii
Las quiero mucho recuerden que me animan cada que votan y comentan. Gracias por seguir ahi aunque me pierdo por un rato jeje.
-RufflesEspinosa1389
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¿Mi Mejor Amigo Mi Novio?
Fanfiction¿Has oido hablar de dos mejores amigos que terminan siendo novios? ¿no? Pues esa es la historia de Gisselle y Matthew. Ninguno de los dos quería aceptar su amor y decírselo al otro. Su amor fue escondido hasta donde se pudo. Novios y novias fueron y...