FINAL PARTE 2

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ALISSON.

Ha pasado ya varios días desde que vine a este lugar, donde las personas son muy felices y abunda una paz increíble. Encontré a Scott apenas llegué, me platicó sobre lo sucedido, y debo admitir que sentí un alivio increíble al verlo. 

Imaginaba que el lugar donde pasaría el resto de la eternidad sería diferente, pero no, era exactamente igual a donde vivía, las mismas calles, casas y personas que al igual que yo han muerto.

Aunque me sentía perfecta aquí, había algo que no me permitía disfrutar de mi descanso por completo, el hecho de haber dejado a Savannah sola del otro lado, le pregunté a Scott y dijo que si tan preocupada estaba por ella, fuera a verla.

Al parecer existe una posibilidad de volver por unas horas al mundo de los vivos, sólo que la única manera es pasar por la vigilante del portal entre esos dos mundos.

— Ya no falta mucho, y si le platicamos sobre tu caso seguro y nos deja pasar.—dijo Scott mientras caminábamos.

— Eso espero... —respondí.

Llegamos a una casa de color blanco con muchas rosas rojas en el jardín.

— ¿Cómo conoces este lugar? —pregunté a Scott.

— Cuando llegué lo primero que quise fue regresar a ese pequeño intermedio donde aún te encontrabas, así que pregunté a cada persona de este lugar, hasta que llegué aquí, pero cuando volviste no fue necesario.

Entramos al lugar donde dentro de una gran sala, en medio de dos sofás blancos una señora con una larga cabellera blanca se encontraba parada, dándonos la espalda.

— Disculpe...

La señora volteó su rostro para silenciarnos con un movimiento de su dedo, lucía joven, pero en sus ojos se reflejaban años de sabiduría.

— Desean cruzar al mundo intermedio, ¿Cierto? —Scott y yo cruzamos miradas.

— Sí. —respondí.

La señora tomó mi rostro entre sus manos en un parpadeo, me miró fijamente y pronunció unas palabras que no conocía. Por instinto cerré mis ojos.

— No tardes más de 8 horas o no habrá manera de que regreses. Recuerda que del otro lado las cosas son diferentes, si te fuerzas mucho perderás energía, y tú tiempo de estadía disminuirá.

Al abrir los ojos noté que ya no estaba en aquella casa, estaba frente a una cabaña, era ya de noche y parecía como si una gruesa capa de neblina cubriera todo el panorama.

Me acerqué a la cabaña e intenté atravesar la pared, pero fue imposible.

— Qué rayos...

Volví a abalanzarme a la pared y nada.

Entonces se me ocurrió algo.

Giré la perilla de la puerta, ésta se abrió. No sé cómo eres posible, pero me gusta éste nuevo cambio.

Entré a la habitación y encontré a Mark y a Savannah dentro, sólo que la escena no era la mejor de todas, ella estaba amarrada en una silla mientras que él la observaba con odio.

Me acerqué hasta Mark, el empezó a hablar sobre aquel muchacho al que habíamos dejado morir hace ya tiempo. Me costó algo de tiempo entender lo que estaba pasando, de todas las personas, ¿Por qué Mark?

Por alguna razón no sentí odio hacia él, una vez que conoces la paz es difícil que algo te saque de ella.

Las cosas no pintaban bien para Savannah, en especial cuando Mark levantó su daga dispuesto a asesinar a mi mejor amiga, fue entonces que reaccioné.

Usé toda mi concentración en hacer que el lugar se volviera un caos, hice que las luces se apagaran y todos los muebles se voltearan para luego abrir las ventanas y que el viento entrara sin piedad.

Mark se aferró a la pared para no caer mientras que Savannah cayó de cara al suelo, ella intentaba soltarse de la soga que sujetaban sus manos, pero no le resultaba, así que ví la oportunidad de ayudarla cuando la daga de Mark se encontraba tirada en el suelo, la empujé con mi pie hacia ella.

Savannah vió la daga frente a ella, luego levantó su mirada hacia mí, era extraño, fue como si ella supiera que estaba ahí.

—¿Alisson? —preguntó mirándome fijamente, sabía que no podía verme, pero quizá y una parte de ella sabía que era yo quien la ayudaba.

Se dió vuelta y agarró la daga, sus movimientos eran torpes al querer cortar la soga, cosa que Mark aprovechó. Él logro estabilizarse y quiso abalanzarse sobre ella, pero antes de que eso pasara lo impulsé nuevamente hacia la pared con un movimiento de mis manos.

El hacer aquello me cansó tanto que tuve que arrodillarme para recuperar el aliento. Poco a poco las cosas se fueron calmando y el viento cesó por completo. Savannah estaba aún muy lejos de poder cortar la soga y cuando quise ayudarla yo misma no pude, la daga resbalaba entre mis manos.

—¿Qué pasa conmigo? —reclamé a mí misma después de varios intentos fallidos.

Mark se acercó a Savannah con furia.

— Basta de juegos Sav.

La volvió a sentar bruscamente, tomó el arma y le dirigió unas últimas palabras.

— Adiós cariño.

No podía hacer nada, no podía evitar que ella muriera, no quería ver cómo le arrancaban la vida, así que solo cerré mis ojos.

Escuché el sonido de el arma atravesando su piel, incluso mi mente creaba imágenes de cómo pudo ser, mientras más imágenes venían a mi cabeza más fuerte cerraba los ojos, quería irme de aquí, quería ir con Scott y esperar a que Savannah se nos uniera.

— Alisson abre los ojos. —escuché la voz de Scott, sin embargo no hice lo que pidió, tenía miedo de lo que pudiera ver.

—¿Ya volví? —pregunté aún con los ojos cerrados.

— No —respondió—, anda, abre la ojos.

Lo hice, y para mi sorpresa no era Savannah la que tenía el arma incrustada en su pecho, era Mark.

—¿Qué fue lo que pasó? —pregunté mientras observaba el cuerpo inerte de Mark en el suelo.

— Al parecer llegué a tiempo, es asombroso, puedo mover cosas.

—¿Tú hiciste eso? —asintió.

—¿Crees que me acepten de vuelta si saben lo que pasó aquí? —hice caso omiso a sus palabras y lo envolví en mis brazos, él salvó a Savannah, aunque debo admitir que el destino de Mark fue cruel.

—¿Que pasará con él? —Mark no vio a su asesino, es hará complicado su pase al otro lado.

— Lo más posible es que se convierta en un alma en pena. —eso era cruel, incluso para él.

— Gracias... —susurró Savannah— sé que estás aquí, Alisson, puedo sentirlo... Gracias amiga.

Savannah sonrió con su cabeza mirando al suelo, me acerqué a ella y dejé un beso en su frente, quizá y no lo sienta, pero fue muy significativo.

— Te veo del otro lado amiga. —sonreí.

— Es hora de volver Ali. —Scott sujetó mi mano.

Debíamos volver, y esta vez no había nada que impidiera que podamos estar en paz.

FIN.

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Sí, éste es el fin de la novela :c
Espero la hayan disfrutado, y gracias por estar ahí, sin ustedes ésto no hubiera sido posible, los quiero mucho ❤
Si hay nuevos proyectos se los diré, mientras tanto... Nos leemos luego!
Hasta pronto ❤

Buscando a mi asesino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora