La foto

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Luego de descubrir que la noche anterior había sido drogada varias partes encajaron, el hecho de que cayera inconsciente incluso sin haber bebido en cantidad o el hecho de que no recordara ni una maldita cosa, este día se ha resumido en contener ira dentro de mí, sentir impotencia al saber que alguien aprovechó mi estado e hizo lo que quiso conmigo, sea quien sea el responsable, pagará con creces.

— Deberíamos ir a la estación de policías, ellos deben tener información actualizada sobre lo que te pasó —Scott ha estado conmigo desde esta mañana apoyándome, habíamos hecho un trato que nos beneficiaría a ambos, ayudarnos mutuamente para averiguar quién nos mató.

— Seguro —respondí. La policía de Trenton no era la más popular que digamos, pero debíamos conseguir información de alguna manera— ¿Debemos caminar hasta allá? ¿No hay algo así como un subterráneo del inframundo? —intentaba sonar graciosa, no quería deprimirme, mucho menos sabiendo lo que me podía pasar.

— Ja ja, qué graciosa. No, no hay "subterráneos del inframundo" esto no es un capítulo de La escuela de sustos, Alisson.

— En primera, sería una buena idea, y en segunda yo veía ese programa y no era un tren, era un barco.

— Como sea ¿Quieres saber cómo movilizarte aquí o no? —asentí, Scott sabía más de esto que yo, necesitaba su ayuda— Lo he hecho un par de veces, no soy un experto. Aprendí que para poder usar lo que tú llamas "poderes sobrenaturales" —hizo un gesto de comillas con sus dedos— . Debes usar mucho tu concentración.

— ¿Cómo hago eso?

— Imagina el lugar en tu mente, figúralo, moldéalo bien hasta que tome forma y luego introdúcete allí.

Cerré mis ojos e hice lo que dijo, pensé en la estación de policías en Trenton, había entrado un par de veces allí así que no se me dificultó mucho. Imaginé en el interior de la estación, paredes blancas con sillas por doquier, un botellón de agua en la esquina, personas trabajando en casos de robo u homicidio, casos como el mío.

— Lo tengo —dije lentamente, no quería perder la concentración que había ganado.

Scott tomó mi mano y sentí mi estómago hundirse, el suelo bajo mis pies despareció, una sensación muy extraña recorrió mi cuerpo, como cuando subes un piso en ascensor.

Se empezaron a oír voces de varias personas, teclas de computadoras presionándose y el grito de un hombre apelando que lo dejen ir, de seguro estaba ebrio por su manera de hablar.

— Ya llegamos —Scott susurró en mi oreja.

Abrí mis ojos y me encontré dentro de la estación, personas caminaban apuradas con varios papeles en las manos mientras otras gritaban a través del teléfono

— Ven, hay que ir a donde se desarrolla el crimen —tomó mi brazo y me guio hasta una puerta al final del pasillo y nos quedamos frente a ella—. Hay que esperar a que alguien entre.

— ¿No podemos simplemente atravesar la puerta? —era ilógico esperar si podíamos entrar sin necesidad de abrir la puerta.

Vi el reloj, ya eran las 10pm, la estación no cierra hasta las 11pm, aún teníamos tiempo.

— No sé cómo atravesar paredes ¿Ok? —soltó mi brazo— Y mira, ahí viene alguien, hay que entrar junto a él.

Un hombre alto de color se dirigía hacia nosotros, abrió la puerta y antes de que la cerrara su celular sonó permitiendo que nos escabulléramos dentro.

— ¿Bueno? —miró a su celular confuso— ¿BUENO? —gritó y al no recibir una respuesta colgó.

— ¿Qué fue eso? —pregunté a Scott, estábamos dentro de aquel cuarto donde se encontraban cuatro personas observando la pared, en ella había varias fotografías organizadas y conectadas entre sí, la mía estaba en el centro, desarrollaban un asesinato, mi asesinato.

Buscando a mi asesino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora