Un amor enfermizo

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Noel caminaba lentamente hacia Savannah mientras la observaba como si quisiera hacerle daño, mucho daño.

—¡ALÉJATE! —ordenó ella. Noel pareció vacilar ante eso, pero no paró—¡HE DICHO QUE TE VAYAS! —gritó con más fuerza cuando el joven alto y moreno estuvo a pocos metros.

— Tranquilízate, Savannah. No te haré daño, tan solo deja que te explique. —dijo en un intento fallido por calmarla.

Esta era una situación muy difícil de explicar. ¿Cómo justificas ser un acosador psicótico?

—¿¡EXPLICAR!? —se acercó a él de forma rápida y amenazadora—¡MIRA ESTO! Estás loco—agarró su bolso para irse—. Y ahórrate esa explicación para la policía.

Antes de que Savannah lograse huir Noel fue hasta ella y la tomó de los hombros, por un momento quise estar viva e ir a defenderla, pero estaba muerta y no podía hacer nada más que observar, a menos que...

Levanté mis brazos e hice todo mi esfuerzo para que el viento se tornara más agresivo, pero Scott me detuvo.

— No lo hagas, no aquí, espera a ver cómo terminan las cosas. —bajó mis brazos con sus manos.

— Pero él...

— Shh, espera y observa.

Obedecí y puse atención a la plática entre Noel y Sav.

— Está bien. ¿Cómo explicas ser un acosador psicótico? —esa chica y yo enserio teníamos una conexión, incluso en el más allá.

— Eso​ no es cierto, no soy un acosador psicótico. Bueno, quizá la situación no me favorezca y quizá tengas algo de razón.

— Vaya Noel, que reconfortante. —Savannah se caracterizaba por ser algo sarcástica.

— Escucha, la verdad es que amaba a Alisson. —soltó sin más— ¿Estás dispuesta a escuchar mi versión? —Savannah dudó por un momento, pero accedió.

Noel la guio hasta el sofá, apartó unas revistas de él y la invitó a tomar asiento junto a él.

— Como dije, la amaba, desde hace mucho. Era un amor algo raro, me gustaba contemplarla desde lejos y sentirme cerca de ella, pero por alguna razón nunca me acerqué, siempre pensé que no tendría oportunidad —bajó su mirada apenado, era la primera vez que alguien declaraba su amor por mí, estando muerta—. Todo lo que vez aquí lo tenía guardado, de vez en cuando lo sacaba.

— Entonces, ¿Por qué todo está expuesto ahora? —Savannah lucía curiosa con todo eso.

— Su muerte sigue siendo un misterio, y quiero ayudar a resolverlo.

— Sigo pensando que estás enfermo, muy enfermo. —dijo Savannah, sin intención a sonar graciosa.

— Lo sé, y quizá lo estoy, es sólo que debo hacerlo. Hoy fui con esa chica Connie a preguntar sobre el auto en su cochera. —los ojos de Sav se abrieron como platos al escuchar eso.

—¿Cómo sabes sobre el auto? —preguntó ansiosa.

— El día de la fiesta estaba algo ebrio, pero recuerdos fugaces me visitan a diario, y uno de esos es ese auto junto a la imagen de Ali en medio del​ bosque agonizante.

— ¿En el lugar donde la encontró a policía?

— No, ahí no. No estoy seguro, pero creo que era junto a una cabaña.

Savannah analizó el rostro de Noel por unos segundos antes de buscar algo en su bolso.

— ¿Se parece a esta? —puso unas cuantas fotografías en manos de Noel.

Buscando a mi asesino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora