THIS IS JUST A DREAM

TREINTAIDOS

Bella POV

- Bella...- Escuché un susurro en mi oído, lágrimas caían de mis ojos sin cesar, al segundo levanté mi mirada, y vi esos ojos ya casi sin color.

Me estaba destruyendo por dentro, ya no podía con esto, Aarón ayer había tenido una decaída, casi muere, por dios, no se que haría sin él.

- Mi pequeño...- No podía evitar llorar, casi lo perdí, sujete su pequeña mano entre mis manos, estaba helada. Mis calidos labios le dieron un pequeño beso en su frente.

- ¿Que paso?- Dijo esto confundido, empecé a temblar nuevamente al recordarme como se había desmayado.

Flashback

- No Aarón, eres un pequeño tramposo.- Le dije esto riendo, al ver como movía su ficha de "Monopoly" un paso atrás para no perder dinero. En la cama del hospital.

- ¿Que? Yo no hice nada.- Se empezó a reír y su risa hacia que mi alma estuviera contenta.

- Oh si que lo hiciste.

Lo miré maliciosamente, para luego acercarme lentamente a su estómago, él puso su mueca de confusión, para luego cambiarla a una de terror. Se empezó mover de un lado al otro, cuando mis manos empezaron a atacar a su cuerpo con cosquillas. Sus risas inundaban el lugar, haciendo que yo me ría con más fuerza.

- Bella no...

Se siguió riendo, pero de un momento al otro, ya no había risas, como tampoco se movia, levante la vista rápidamente y lo vi ahí quieto, con los ojos cerrados... Se había desmayado.

Fin Flashback

- No, no importa renacuajo, lo que importa ahora es que estas bien.- Le regalé una sonrisa cálida para luego besarle nuevamente en la cabeza.

- ¿Y Tyler?- Me sonrío observando todo el lugar.

- Él esta...- No me dejaron terminar la frase porque la puerta se abrió de golpe, haciendo que ambos nos sobresaltaramos.

- ¡Aquí!- Gritó Tyler entrando mientras agitaba sus manos. Cuando me vio con la mano en el pecho y a Aarón ya demasiado sorprendido, y además pálido. Su sonrisa se borro y se acercó a el.- Hola campeón, ¿como estás?

Se sentó al lado suyo mientras veía a Aarón con una sonrisa, esa sonrisa que poco a poco se iba apagando. Tenía que ser fuerte, pero era muy complicado, él era todo lo que yo tenía y perderlo sería como si me arrancarán un pedazo de mi ser.

- ¿Adivina que campeón?- Tyler me saco de mis pensamientos, cuando comento esto con entusiasmo.

- ¿Que?- Aarón le respondió con el mismo entusiasmo, que Tyler le había otorgado, eso logró sacarme una sonrisa.

- La tía Ella y él tío Alex te vinieron a visitar.- Al decir esto le pincho levemente en el estomago con un dedo, haciendo que este saque una carcajada.

- ¡Hey! ¿Y nosotros?- Reclamaron al mismo tiempo Jack y Elizabeth entrando en la habitación.

- Ahhh... Me olvide que existían, lo lamento.- Ambos lo fulminaron con la mirada, mientras Aarón no paraba de reír.

Después de unos segundos se escucharon algunos reclamos en la puerta, mientras alguien intentaba abrirla, no pude distinguir muy bien sus voces. Pero me sorprendí al ver un panda enorme ocultando a la persona que lo cargaba, me pare un poco para ver al responsable de esté hermoso regalo y no era más ni menos que Ella. Cuando pensé que ya no había más sorpresas, no pude evitar reírme al ver a Alex entrando con unos, ¿30 globos? De distintos colores, tamaños y formas, hasta algunos tenían forma de animales.

- Tenemos un encargo para un niño llamado Aarón, ¿se encuentra aquí?- Dijo esto Alex sacando su cabeza a través de los globos.

- ¡Sí! ¡Soy yo, soy yo!- Aarón exclamó rápidamente, mientras se sentaba en la cama y empezaba a aplaudir.- ¿Tío Alex?- Preguntó esto confundido, cuando logró distinguirlo.

Cuando Alex estaba apunto de responder su pregunta, apareció otra persona en la habitación, haciendo que Aarón entre en llanto.

- ¿Papi?- Le pregunto esto a Agustín cuando entro en la habitación. Sus ojos estaban brillando, él lo quería mucho, tanto que cuando 'desapareció'- para no hacerle daño- lloró una semana entera.- P- Papi...- Sus llantos se hicieron más fuertes cuando Agustín corrió y lo abrazo.

Se notaba que no se lo esperaba, digo, ¿quien lo haría? 'Desapareció' por más de un año. Pero al mismo tiempo se notaba cuanto lo extrañaba, ya que cuando lo abrazaba, se aferraba de su camisa, como si no quisiera que se vaya.

- Pequeño ya estoy aquí...- Cayó una lágrima del ojo de Agustín, la primera que había visto en todos sus años de cuidarnos.- ¡N- No respira!

Al segundo que dijo eso deje de oir todo, excepto la  maquina que empezó a emitir un sonido odioso, feo, desesperante, el sonido que indicaba la muerte de alguien. No me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que sentí algo salado en mis labios, me quede paralalizada y temblando. Solo veía como la gente gritaba, se movían de un lado al otro y de cómo los médicos entraban sin parar. Lo único bueno, lo único que era lo más parecido a un ángel para mí se había esfumado, como las plantas quemadas por el fuego.

Lo veía ahí echado, sin moverse, sin emitir ningún sonido. Desperté de mi trance cuando alguien me abrazó, solo que que esta vez tenía manos delgadas y no gruesas. Cuando gire mi cabeza puede ver a Ella en mi hombro, no sé ni cuando, ni dónde pero ella se había vuelto en mi mejor amiga. Molly para mi, era solo el pasado, se puede decir que nunca más le hable, algunas veces la vi por el pasillo del instituto, sola, sin nadie. Pero siempre con una sonrisa victoriosa.

Ella lloraba en mi hombro y yo en su hombro.

No puedo creer que lo perdí, se ha ido, ¿y mi único deseo? Es haber sido yo y no él.

-No desees eso.- Ella beso mi mejilla y me abrazó más fuerte.

Ella se acercó más a Aaron para despedirlo una vez más, yo simplemente sorbía mi nariz y limpiaba mis lágrimas con mi jersey color rojo. Vi cómo le besaba la mano y como las lágrimas caían de sus ojos al dejarle rastros de besos por toda la cara, mientras le susurraba con ternura "tú eres un ángel, pequeño no sabes cuánto daría por uno de tus chistes en estos momentos, nunca te olvidaré". Después de eso le dejó un último beso en la mejilla para luego dirigirse a la puerta.

- Te esperáremos afuera todo lo necesario.- Me regaló una sonrisa cálida, para luego salir de la habitación.

Atraje la silla al lado de él y me senté para tomar su mano, y apreciar su belleza, y su ternura por última vez... Oh tal vez no.

- ¿Bella?...

Fue lo único que escuché, para luego oír ese sonido de la máquina dándome una esperanza.

Pero eso no fue lo que me llamo la atención, si no ver cómo su cabello dorado crecía de nuevo, de una manera impresionante, de como sus mejillas volvían a tener color, de volver a verlo sonreír de esa manera llena de vida, de como sus ojos verdes tomaban brillo de vuelta y lo más importante de todo de cómo el volvía a tener fuerzas.