Tormenta escarlata Vol. 1

Capítulo 6 | La chica escarlata

Mis oídos se sienten tapados aún. Intento abrir los ojos, pero mi vista es opaca. Veo sombras moviéndose enfrente. Parecen personas. Están discutiendo. Son tres. Apenas siento mie cuerpo. Al fondo, todo está blanco. ¿Estoy muerto? Mi cuerpo está completamente quejumbroso. Siento dolor por todos lados. Incluso cuando respiro.

—En serio te pasaste.

Escucho una voz. Mis odios comienzan a funcionar mejor. Parece la de una mujer. Por su tono, parece molesta.

—No fue mi intención. Pero debía sacarlo.

Hay otra voz. Es gruesa y masculina. Entonces son dos personas en el cielo. O en el infierno. Aunque siento algún acolchonado debajo de mi espalda.

—Pero lo hubieras hecho de una forma un poco más delicada no crees.

Mi vista se logra aclarar. Estoy en el hospital. Lily y Agus están frente a mi camilla. Ambos discuten. Supongo que es porque Agus me dejó inconsciente en la pelea. La cara de Lily está llena de ira. Sus puños tienen sus venas muy resaltadas y los nudillos están muy blancos. Tiene el cabello recogido.

—Parece que nuestro paciente ha despertado —Jane entra de forma exaltada. No entiendo mucho que está pasando.

—¿Estas bien Andy? —Lily me toma de las manos y me mira a los ojos.

—Claro que no está bien —Jane se acerca a mí. Pasa una pequeña linterna por mis ojos y revisa mis respiraciones con su estetoscopio—. Recibió una fuerte contusión directo en la vena Galeno del cuello. Estuvo inconsciente unas veinte horas. Pudo haber muerto o recibido una lesión cerebral. Según sus signos todo parece estar en orden. Pero no quita el hecho de que también tienes golpes fuertes por todo el cuerpo. Más que nada en la cara y el cuello. También tienes algunos moretones por todo el torso, pero se te quitaran en unos días. No sentías mucho los golpes debido a que tenías tu nivel de adrenalina muy elevado. Al menos, te inyectamos algunas dosis de morfina. Intenta ponerte de pie.

Hago lo que me dice. Me siento en el borde de la cama. Mi cabeza está dando vueltas. Mis pies tocan el suelo. Me tambaleo un poco y Jane y Lily me sujetan para mantenerme en pie. Jane se siente completamente fría. Sé que va a matarme. Me vuelvo a sentar.

—Parece que estas bien físicamente —Jane me acaricia el hombro—. Solo necesitas descansar unas horas más.

—Tengo una pregunta —Mi voz suena como la de un ebrio—. ¿Por qué carajos hacen un torneo donde la gente puede morir, cuando en la superficie hay problemas mucho mayores que esto?

—En realidad, no fue idea nuestra —Agus me contesta—. Cuando comenzó a aumentar la cantidad de gente, muchos se quejaban de que el ambiente era algo aburrido. Los guerreros eran los que más se quejaban. Entonces decidimos eso: El Freak Show. Un torneo que se realiza cada cuatro meses. El ganador podía tener un mejor puesto o aumentar su rango de batalla. En este último gane yo, pero no puedo subir más. Además, el torneo se transmite por todo el crucero mediante el sistema de seguridad que se proyecta en algunos monitores que están en el Gran Aula.

—¿Eso quiere decir que me humille frente a todos los habitantes?

—Solo la mayoría —Jane habla—. Los niños no tienen permitido ver ese torneo.

Me llevo mis manos a mi cara, frotándola. Me siento mareado con solo moverme. La morfina me calma el dolor, pero me afectan mis movimientos.