Mucha gente se junta en la pista de aterrizaje. Varios aviones están recibiendo mantenimiento de algunos obreros y parece que les llenan el tanque con gasolina, como en los tiempos de antes.
Yo apenas voy llegando por el ascensor. Lily me está acompañando.
—No tienes que ir obligatoriamente —Me habla con un tono serio.
—Tengo que ir. No me mate en el entrenamiento por dos semanas para nada. El confía en mí y no quiero defraudarlo.
—Sabes que no iré esta vez. Aunque te hayas vuelto más fuerte tengo la necesidad de ir a protegerte. No sabes si regresaras.
En ese punto tiene razón. Desde que llegue, Lily ha dirigido algunas misiones de exploración más. Por suerte, solo en una tuvo un ataque con terrestres, aunque dijeron que fueron clases C y D, ni siquiera sé cómo son, pero supongo que más pequeñas. Marcus le había dicho que deba tomar un descanso, aunque sea un pequeño, así que no ira esta vez. En cambio, Agus será quien dirija esta misión, lo que me hace recapacitar sobre mi decisión de haber venido.
—No quiero que te preocupes Rose —Agus llega a nuestras espaldas—. Yo lo protegeré bien.
—¿Protegerlo? —Voltea a verlo de una forma molesta—. Casi lo matas durante el primer día de tu entrenamiento. Si pudiera, ya estarías muerto.
—Pero no le paso nada. Solo termino muy cansado —Agus intenta calmarla, aunque parece que solo la está haciendo enojar más—. Sé que estas muy molesta conmigo por eso, pero no tienes nada de qué preocuparte. Yo lo protegeré, dando mi vida si es necesario.
—Ven. Tengo que hablar contigo —Lily se aleja un poco, moviendo el dedo para que Agus la siga. Desde que éramos pequeños siempre sentía temor cuando me hacia esas indicaciones e incluso ahora le tengo miedo, aunque no fuera a mí a quien le indicaba.
Me quede solo, mezclado con los demás hombres y algunas mujeres. Todos están preparándose, alistando algunas mochilas con armas pequeñas, afilando algunas lanzas que pueden necesitar. Algunos Están charlando lo más tranquilo posible mientras que a otros se les puede ver una expresión de ansiedad. Entre ellos puedo ver al chico que quedo traumatizado cuando fueron por mí. Si mal no recuerdo su nombre era Anthony. Puedo ver que ha cambiado desde entonces. Se ve un poco más pálido. Su complexión sigue siendo la misma. Debajo de los ojos tiene unas notables ojeras. Su paso es un poco lento y tiene las manos juntas. En su cadera tiene una daga que tiene una longitud.
Ahora que lo pienso, creo que no es una buena idea volver a ese infierno al que antes llamaba hogar. La última vez intentaron matarme unas... ¿tres o cuatro veces? Creo que si voy esta vez no llegare de nuevo. Y si llego, será por partes.
La cabeza me hace dar vueltas, recordando el día en que me rescataron. Cuando me había encontrado con ese Terrestre en aquella bodega. Cuando nos persiguió a todos, matando a varios de una forma brutal. Cuando pude presenciar la muerte a unos centímetros de mí, casi sintiendo su aliento. Y cuando... mate al Terrestre. Ni siquiera sé cómo lo logre. Supongo que fue por un golpe de suerte. No lo sé, ni quiero volver a vivirlo.
Todos los pensamientos se me van de la cabeza cuando alguien empuja fuertemente mi hombro izquierdo y coloca su brazo alrededor de mi cuello. Ya sé quién es.
—¿Estás listo para volver al infierno? —La voz de Roger resuena en mi tímpano, más fuerte que el ruido de los motores.
—Pues entrene mucho para esto —Puedo notar mis ganas desgastadas—. Así que sí.
—No te preocupes. Tu hermana me obligo a cuidarte. Estoy con un láser en mi cabeza ahora. Así que espero que te portes bien.
Me da unas palmadas en el pecho y se adelanta un poco. Tiene un tipo de arco que va cruzado a su espalda. Tiene detalles plateados y de las puntas tiene unas formas resaltantes que parecen tener forma de alas. Junto a ella hay una caja cilíndrica de un color grisáceo, es hueca y por dentro tiene un montón de varillas que asemejan a la flechan, de un tono negro y sus alas son verdosas.
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Tormenta escarlata Vol. 1
Science FictionDespués de que el mundo haya sido corrompido en creces, una especie de demonios salen a la luz para proclamar lo que, tal vez, alguna vez fue de ellos. Enormes bestias con solo un propósito: la extinción humana. Ahora que ha pasado tiempo desde aqu...