4. Escapada por la mañana

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Era de mañana y todo el mundo dormía a excepción de Viator.

Una de las cosas que los Exilium habían estado realizando además de informarse sobre los humanos y comenzando a reconstruir el Palacio Fluxa y el Callejón de los Monjes, fue construir unas chozas para que los diferentes grupos pudieran vivir en ellas. Había sido como trasladar su vieja Tribu hacia allí, puesto que era exactamente igual, a excepción de que ahora había una choza extra, un poco más pequeña que las demás, en la que vivía el grupo de amigos.

El muchacho se levantó de su litera, luego de dar vueltas por varios minutos y caminó en cuclillas hasta la litera de Thais, que se encontraba justo al lado de la suya. A pesar de que los Exilium querían que utilizara la habitación del palacio que era el primer lugar que habían logrado remodelar, la chica insistió en dormir allí durante un tiempo.

El chico la miró con pena. Se encontraba sudada y se movía de un lado al otro susurrando cosas en sus sueños. Lucía aterrada. Viator sacudió a su amiga despacio y luego de unos segundos logró que despertara.

-Hey- la llamó y deslizó su mano por la mejilla de la chica, que cerró los ojos al sentir el contacto- todo está bien, ¿Te gustaría salir a tomar un poco de aire?

Thais asintió y se incorporó. Ambos salieron silenciosamente.

Parado en la puerta del lugar, se encontraba Isaías haciendo guardia. El pobre lucía tan agotado que sus ojos se cerraban sin que pudiera evitarlo.

En cuanto vio a la Reina Fluxa, el chico pegó tal salto que su cabeza se golpeó contra la pared de la choza.

Thais flexiono las rodillas hasta que ambos quedaron cara a cara y posó su mano sobre el hombro del chico. Viator rió para sus adentros al ver las piernas del chico temblar de la emoción.

-Descansa, guerrero- dijo amablemente. Isaías se irguió y negó.

-Mi misión es quedarme aquí y protegerla de cualquier peligro, mi reina- dijo con firmeza. Para alegría de Viator, Thais rió. Una risa auténtica.

-Estará bien- le dijo el muchacho- recuerda que yo soy su cuidador oficial.

Aunque era cierto e Isaías lo sabía, no pareció gustarle nada el comentario de Viator, por lo que se alejó a grandes zancadas no sin antes golpear con fuerzas el hombro del otro. A pesar de que no le había dolido, se las había arreglado para hacerlo trastabillar. Viator miró impresionado al muchacho alejarse y le pareció curiosa la gran fuerza que poseía a pesar de tener un cuerpo tan pequeño.

Thais silbó esos tonos que ya eran tan familiares para Viator y Gala apareció a su lado en unos segundos. Ambos montaron sobre ella y el animal voló por los aires.

Volaron durante lo que parecieron horas y Thais por un rato se sintió bien, como solía sentirse antes de que Statera la abandonara.

Al cabo de un rato, Gala descendió en el bosque sagrado para comer sus plantas favoritas.

-Tha, creo que tu dragona debería hacer dieta- comentó Viator al ver al animal engullirse un árbol entero de un solo bocado. Thais rió y lo miró en silencio.

Viator se removió inquieto, sabía que ella lo estaba recorriendo con la mirada pero, como siempre, no podía descifrar la expresión de su rostro. Era casi como si no se hubiera quitado la capa de piel de dragón.

¿Tenía la cara sucia? ¿Su cabello estaba más despeinado de lo habitual? ¿Se había puesto mal la armadura? ¿Se había dado cuenta de que él le había estado mintiendo durante todo este tiempo y que Statera en realidad estaba oculta dentro de él? ¿Había notado la atracción que él sentía hacia ella?

Así que, por fin solos después de tanto tiempo, ¿Eh?- dijo el chico, nervioso.

Viator estaba tan inmerso en estas dudas que la reacción de la chica le resultó más inesperada de lo que hubiera imaginado.

De repente, Thais corrió hacia él y los fundió a ambos en un fuerte abrazo.

De repente, Thais corrió hacia él y los fundió a ambos en un fuerte abrazo

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Viator se quedó quieto un momento y luego la abrazó con todas sus fuerzas. Se dejó absorber por su aroma, por su suave piel marrón, por la pintura negra que manchaba su cuerpo al igual que el del muchacho. El chico no supo cuanto tiempo estuvieron así, pero parecieron segundos, cuando ella se separó.

-Estoy muy asustada- dijo y, para horror de chico, sus ojos estaban llenos de lagrimas de nuevo- temo por mi pueblo, por mi gente, por nuestros amigos, por ti.

-No temas por mi- contestó Viator al instante- no temas. Todo saldrá bien a su tiempo, ya verás.

-Le falle a Statera- dijo Thais- tengo miedo de fallarle a todo el pueblo Exilium, no podría soportarlo.

Viator volvió a abrazarla y la sostuvo contra su pecho, mientras Thais escondía su cabeza en su cuello y dejaba escapar unos sollozos.

-No estás sola- dijo el chico- Shaoran y Caleb conocen todo sobre los humanos, Marely sabe muchísimo y Petra es la mejor guerrera que conozco, juntas heredarán un mmagnífico plan. Y Jovan...al parecer la respuesta se encuentra en su Nación.

Thais se incorporó y asintió.

-Ven, si vamos a irnos de mi Nación, quiero mostrarte algo importante antes de irnos.

Fluxa: La protectora de StateraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora