9. Ayuda inmediata

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*Gala y Eloy*

Petra no sabía si era su instinto de hermanos o qué, pero por algún motivo, presentía que algo andaba mal.

-Viator y la Reina están tardando mucho- le comentó al grupo, preocupada. La Aethereum alzó la vista al sol y frunció el seño- iré a buscarlos, no tardo.

La chica silbó y Eloy apareció a su lado en unos segundos, la chica se trepó a su lomo con rapidez y ambos salieron corriendo disparados antes de alguien pudiera siquiera ofrecerse a acompañarla.

-Busca a Via- le pidió la chica y Eloy soltó un pequeño aullido, acelerando la velocidad.

Mientras pasaba el rato, Petra no podía creer lo lejos que habían viajado, ¿A donde habían ido? ¿Qué tal si era solo su imaginación y su hermano no tenía ningún problema?

De pronto Gala pasó volando por encima de ella, Petra ajustó su visión y se percató de que no había nadie sobre ella. Un sentimiento desagradable se apoderó de ella, ¿Dónde estaban? La dragona aulló con pena y urgencia y aceleró su vuelo.

-Corre, Eloy, ¡persiguela!- le pidió Petra dándole unas palmadas en el cuello al animal.

Si no fuera por los años que llevaba montando al animal, la fuerza del envión la hubiera lanzado afuera del lobo. Eloy aceleró y comenzó a correr tan rápido que los árboles a su lado no eran más que una rápida ráfaga verde y marrón. Petra se tomó con ambas manos del pelaje del animal, respiró profundo y retomó su compostura.

Miró a su alrededor, entornando los ojos, en un intento de ver por dónde iban. Era imposible.

De pronto Gala comenzó a descender y Petra supo que estaban cerca, ahora se encontraban justo debajo del dragón, que seguía aullando con urgencia. El sonido era tan fuerte, que la chica temía que los humanos lo escucharan.

Cuando Gala se mezcló entre los árboles, Eloy comenzó a disminuir la velocidad. Al parecer estaban llegando a su destino.

Petra se sorprendió al ver el enorme palacio de Thais en la distancia, el cual comenzaba a tomar forma gracias a la construcción de los Exilium. A sus pies, se extendía un enorme poblado de pequeñas casas cubiertas con maleza. En una de ellas se encontraba Gala.

Eloy corrió hasta donde se encontraba la mascota de la reina y vio a Thais en el suelo, inmóvil, con su hermano a su lado sacudiéndola. Petra corrió hacia él y se percató de que estaba llorando.

Al verlo así algo en su pecho se derritió, como si toda su frialdad desapareciera cuando se trataba de su hermano. De hecho así era.

-Hey- lo llamó, tomándolo del hombro. Viator alzó la vista hacia ella, sus ojos y su nariz estaban rojos, sus labios hinchados y temblorosos. La chica le limpió las lágrimas- tenemos que llevarla con la chamana, Mei sabrá qué hacer.

-No se mueve, Pe- susurró Viator con voz temblorosa- no sé que le pasa. Todo por esa estupida flor, no puedo sacarla de su cabello. Es como si se hubiera fusionado.

Petra se dirigio a Thais y tomó su pulso, intentó en las muñecas, en el cuello, en el corazón y el antebrazo.

-Está viva- dijo la chica- sólo que su pulso es muy débil. Tenemos que llevarla rápido al pueblo, los Exilium tienen más conocimiento acerca de sus plantas, tal vez todavía tenemos tiempo.

Viator se recompuso, tomó a Thais y la levantó del suelo acunándola como si fuera un bebé. Gala corrió hacia su lado y agachó su ala hasta el suelo para que Viator caminara sobre ella hasta su lomo. El muchacho comenzaba a volverse un experto en eso de volar dragones.

Petra se subió sobre Eloy y le sacudió el cabello de la cabeza.

-¿Listo para otro viaje, amigo?- le dijo. Eloy dio unos saltos juguetones a modo de respuesta. La chica miró a su hermano y asintió- nos vemos allá.

Petra emprendió el viaje de vuelta, preocupada por si su diagnóstico no había sido exacto y su hermano estaba cargando a la Reina muerta en sus brazos.

Fluxa: La protectora de StateraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora