Fluxa: La protectora de Statera

29. El plan de Thais

Puede que los humanos fueran pocos, pero Thais no sabía que sus armas fueran tan fuertes.

Las escamas de Gala eran resistentes y, para su fortuna, lograban evitar que las balas la lastimaran pero Thais sabía que si alguna de esas pequeñas cositas negras le daba, no saldría viva. El plan había sido idea de Ankara: ella iba a escabullirse dentro del búnker, buscaría a Petra y Shaoran, tomaría los Comunicadores y saldría antes de que se dieran cuenta pero todo cambió cuando vieron la cantidad de gente que rodeaba la entrada del búnker, las cosas habían cambiado para ellas.

-Yo los distraeré- dijo Thais- voy iniciar un incedio a unos metros de aquí y algunos irán a ver. Con un poco de suerte, estará distraido observando. Eso te dará una posibilidad para infiltrarte.

Ankara asintió y se escondió detrás del árbol más cercano a la entrada del lugar.

-Bien amiga, volvámonos invisibles- susurró Thais poniéndose la capa. De alguna forma, enganchó el Arma de Statera en su espalda, de forma que no se cayera. Ambas se elevaron y la Reina Exilium pudo ver el rostro de confusión de Ankara al recibir una brisa y no saber de donde provenía. Al parecer ella no conocía su capacidad de volverse invisible, aquello la hizo reír.

Tal y como le había dicho a la Exilium, Thais voló unos cuantos metros en la dirección contraria del pueblo Exilium e hizo que Gala incendiara algunos árboles.

-Remissio naturae- susurró Thais con los ojos cerrados, meditando un segundo, pidiéndole perdón a la naturaleza por quemar sus árboles.

Cuando la chica volvió a la Zona E, su plan había funcionado a la perfección: no solo la mayor parte de la gente que se encontraba allí había tomado sus armas y se había ido, si no que el resto se encontraba extrayendo agua del rió en baldes y corriendo en dirección al incendio. Al parecer los humanos si se preocupaban un poco por la naturaleza. Pensó Thais.

Las cosas comenzaron a salir mal en el momento que Ankara entró por el búnker.

Afortunadamente, la chica había entrado sin ser vista pero el humo del incendio había comenzado a dirigirse en su dirección, haciendo que la silueta de Gala apareciera en el medio del cielo.

-¿Qué es eso?- gritó una niña señalando en su dirección.

Fue en ese momento que un soldado disparó hacia Gala, la dragona gruñó y dejó de ser invisible a los ojos de los humanos que ahora miraban el cielo en completo shock. Thais se quitó la capucha y levantó ambas manos.

-Vengo en paz...-intentó decir pero lo único que recibió como respuesta, fue otro disparo por parte del hombre que esta vez le dió en el brazo izquierdo. Thais ahogó un grito y se sujetó el brazo.

-¡Gala vuela, esquiva esas cosas como sea!

.

Thais no sabía cuánto tiempo llevaba en el aire esquivando las balas, cuando vió la cabeza de Ankara asomarse por la puerta del Búnker. Thais miró a su alrededor, era imposible acercarse sin que ella o Ankara salieran heridas.

La capa. Pensó. Gala voló lo más cerca que pudo y Thais dejó caer la capa al lado de la puerta principal. Nadie le prestó atención, nadie se imaginaba las propiedades de aquella prenda de vestir.

Afortunadamante, Ankara comprendió el plan rapidamente. Mientras nadie observaba, la muchacha tomó la capa, se la puso y corrió hacia el bosque.

Había sido una buena idea traer a Ankara. La chica tenía la resistencia de una guerrera. Se habían alejado unos cuantos kilómetros cuando la chica por fin se detuvo.

Thais descendió a su lado, su brazo aún sangrando.

-¿Estás bien?- preguntó la Exilium. Thais asintió.

-No es nada, ¿Encontraste a Shaoran?- preguntó. La chica asintió.

-Aquí están los Comunicadores- le dijo entregándole un artefacto- el otro lo tiene Shaoran, no ha tenido tiempo de explicarme como funcionan pero de seguro Caleb sabe cómo usarlos- aclaró. Thais sonrió.

-¿Petra estaba bien? - preguntó montando sobre Gala. Ankara se quitó la capa y se la entregó, sentándose detras de ella.

-Si pero, ¿Qué pasará ahora? Te han visto- dijo la chica. Gala volvió a hacerse invisible y la Reina Carguimen miró hacia atrás.

-No nos siguen. Estoy segunda de que Petra y Shaoran se las arreglarán para convencerlos de que no salgan a buscarme. Son nuestra única esperanza.