Fluxa: La protectora de Statera

3. Elegidos

*Caleb en multimedia*

Marely se encontraba investigando unos viejos papiros, como siempre. La chica había descubierto que a pesar de que los Fluxa mantenían un lazo de contacto más fuerte con los Dioses, en el pasado también había sucedido.

Los Dioses elegían a ciertos Carguimen generación tras generación, para que estos se contactaran con sus Dioses pero nadie lo había intentado hace siglos ya que se creía un mito.

El papiro que Mare estaba leyendo, confirmaba que aquello era cierto y que era posible comunicarse con ellos. La chica le pidió a unos guardias Exilium que buscaran a Jovan y Caleb.

Los dos chicos aparecieron en seguida y se encontraban empapados. Marely los miró extrañada.

-¿Dónde estaban ustedes dos?- preguntó. Los chicos intercambiaron una mirada y Caleb habló.

-Encontramos una laguna y Jovan me empujó dentro, lo cual desató una inminente guerra.

Marely rodó los ojos.

-Son unos niños- susurró llamándolos con la mano para que se acercaran. Los chicos la rodearon y leyeron la sección del papiro que ella les indicaba.

-Eso significa que estos Elegidos pueden encontrarse ahora, en cada Nación. Tenemos que encontrarlos- dijo Jovan. Marely asintió- mi Nación es la más cercana, ¿Verdad? Tal vez Gala puede llevar a algunos y...el dragón de Isaías puede llevar al resto.

-Hey, tranquilo hermano- lo frenó Caleb, que continuaba leyendo el plano con interés- no sería una buena estrategia precipitar las cosas. Deberíamos planear esto con cuidado y esperar a que el resto del grupo venga, ver qué opina la Reina Thais de todo esto y recién ahí decidir qué hacer.

-Me parece bien- coincidió Marely y se dirigió al humano- ¿Qué sucede afuera? ¿Cómo están los Exilium?

-Inquietos- dijo Caleb sentándose sobre una mesa- pero saben sus órdenes. Los guerreros son fieles y están muy bien entrenados, se están asegurando de que todo esté en orden.

La chica suspiró, permitiéndose un momento de relajación.

Comenzaba a anochecer y Caleb se encontraba recostado contra el marco de una ventana, cuando una chica de cabello blanco entró en la habitación.

-Hola- se presentó- soy Ankara, una vieja amiga Viator y Petra de la Nación Aethereum.

Marely la observó sorprendida.

-Nunca te habían nombrado- comentó la chica y se levantó para dejarla sentarse en la única silla disponible de la habitación.

Ankara no lucia triste en absoluto por aquella confesión y si así se sentía no lo demostró. Se encogió de hombros.

-No te molestes, debo irme ya mismo. Solo me reportaba para comunicarles que el grupo acaba de llegar y vienen con noticias, ¿Les digo que vengan aquí o se reunirán en un lugar especial?

-Que vengan- dijo y cuando Ankara estaba por retirarse, el grupo apareció en la puerta. Ankara corrió hacia Viator y le dio un fuerte abrazo.

-Qué bueno que están vivos- le dijo antes de irse de la habitación. Petra rodó los ojos.

-Nunca me cayó bien esa chica.

Jovan la miró, confundido.

-Acaba de decir que era amiga tuya.

Para sorpresa de todos, Petra rió, pero su risa fue más fría que la nieve de su Nación.

-Claro, nosotras amigas- dijo.

Isaías y Thais se sentaron en el suelo, a pesar del pedido de Marely para que la Reina Carguimen se sentara en la silla y se dispusieron a contar lo que había sucedido.

-Todo comenzó bien- explicó Thais- nos dividimos, Isa y yo marcamos el territorio enemigo en el mapa, el cual resultó ser más chico de lo que creíamos...

-Hasta que estuvimos a punto de ser descubiertos- la interrumpió Petra. Lucía más enfadada de lo usual- me equivoqué, me distraje por un minuto...

-Petra, no seas tan dura contigo misma- la frenó Viator poniendo su mano sobre su hombro. Shaoran, el cual se había unido al grupo unos minutos antes de que Ankara llegara y hasta el momento había permanecido en silencio, estaba convencido de que si hubiera sido alguien más el que la hubiera tocado ella le hubiera cortado la mano. La chica suspiró y un mechón negro revoloteó en el aire por unos segundos.

-Los humanos están bien equipados- dijo la chica- y son más de los que creíamos aunque no creo que expandan más su campamento y menos que hagan excursiones muy lejanas. Todo lo que necesitan para vivir está en aquel búnker y por lo menos por unos meses no creo que causen muchos problemas.

Mare asintió y, cuando vió que su amiga había terminado, soltó la bomba.

-¿Qué piensan de una excursión a la Nación Illustratum?