11. La Diosa ha hablado.

693 98 5
                                    

*Mei en multimedia*

-Pero Statera está muerta- dijo Marely. La chamana dudó.

-Los Dioses no pueden morir. Pueden perder poder, debilitarse, si, pero no pueden morir. Statera tiene que estar por ahí, en alguna parte y necesitaremos su ayuda para traer a la Reina de vuelta.

Buena suerte con eso. Pensó Viator con ira. La Diosa no iba a ayudarlos, estaba seguro. Si no buscaba otra solución, sería el fin de Thais.

La multitud que se había arrimolinado al rededor de la Reina Carguimen, comenzó a moverse y a susurrar, incómoda. El grupo de los curanderos se acercó con una camilla improvisada a base de un tronco de árbol y lianas y colocaron a Thais sobre ella. Entre dos, la llevaron con cuidado a la choza de Mei, donde la anciana ya había comenzado a preparar esencias y diferentes humos con aromas agradables salían del lugar.

Viator miró al grupo con cautela y les indicó fueran a algún lugar apartado. Una vez que Petra, Caleb, Marely, Jovan, Isaías, Ankara y Viator estuvieron dentro, el chico cerró la puerta y suspiró.

-Hay algo que debo decirles, no lo dije en el momento porque...no sabía si era la mejor idea. Pero me estoy quedando sin opciones y los necesito para buscar la mejor manera de salvar a Thais- hizo una pausa- Mei tiene razón. Statera sigue viva, pero Thais no lo sabe. No puede saberlo. La Reina de los Dioses está enfadada con Thais por alterar el equilibrio, cree que no siguió sus órdenes como debía.

-¿Quieres decir que Statera está completamente bien?- preguntó Isaías, ofendido- ¿Que sólo se enfadó con la Reina por un simple capricho? ¡La chica entregó su alma y soportó su carga durante siglos! ¿Solo para que se lo devuelva de esa manera? ¿A caso tiene idea de cuánto sufrió Habens Stateram durante estas semanas?- a este punto Isaías estaba gritando, muerto de la indignación. Petra lo tomó del hombro y le dió un apretón amistoso, en un intento de calmarlo. Aunque ella también tenía el ceño fruncido. La chica intercambió una mirada rápida con Marely, pudo ver el cerebro de la pelirroja echando humo.

-Statera no tiene ninguna opción, tiene que hacer algo- dijo finalmente. El grupo la miró confundido.

-Exacto- coincidió Shaoran sentándose sobre la mesa de madera que se encontraba en el centro de la habitación- esta flor está absorbiendo los poderes celestiales de Thais, lo cual significa que está absorviendo la vitalidad de Statera. La Diosa tendrá que hacer algo o sí morirá.

Jovan se dió una palmada en la rodilla, un poco más animado.

-Shao y Mare tienen razón- agregó - la Diosa está obligada a hacer algo si no quiere que se la lleven con Thais en el intento.

Viator estaba por decir algo, cuando una voz de afuera interrumpió la conversación. Ankara se asomó por la puerta para recibir el mensaje.

-Statera quiere hablar con Regina in Custodia- dijo la chica, dirigiéndose a Viator. Al chico se le heló la sangre, ¿La Diosa quería hablar con él? ¿Habría escuchado de alguna manera su confesión ante sus amigos?

Viator entró a la choza de Mei. Thais se encontraba recostada sobre una mesa, con su mano izquierda colgando de ella, sus tatuajes negros ahora habían cambiado y eran completamente de un color celeste eléctrico. Viator no sabía porqué, pero podía ver los cabellos de su amiga flotando alrededor de su cabeza, su piel más pálida que nunca. A la derecha de Thais, había una camilla idéntica.

-Necesito que te recuestes allí y tomes la mano de la Reina- pidió Mei. Viator hizo lo indicado y, en cuanto su mano rozó la de su amiga, estas se unieron por una fuerza increíble. Aunque Viator lo intentara, no podría separarse de ella. Poco a poco pudo ver como sus propias líneas hechas con pintura negra comenzaban a tornarse de aquel celeste y cómo el mundo a su alrededor comenzaba a volverse cada vez más difuso.

Hasta que todo se puso negro por completo.

Fluxa: La protectora de StateraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora