26. Intervención médica

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Durante horas, Shaoran respondió las preguntas de los miembros más importantes de la humanidad restante. Fue cuidadoso a la hora de responder, intentando no tropezarse sobre sus propias palabras. Petra mientras tanto solo lo observaba, el chico se alegraba de tenerla a su lado, algo es su mirada lo relajaba. O tal vez era simplemente el hecho de que ella podría tumbar a todos los que los rodeaban dándoles una oportunidad de escapar si algo así mal.

Pero su tranquilidad no duró mucho.

De la nada, una doctora apareció a su lado y tomó a Petra del brazo. La chica le echó una mirada rápida a Shaoran, como pidiéndole permiso al chico para romperle la cara a la pobre mujer. Shaoran le pidió silenciosamente que no lo hiciera.

-Hola Petra, soy la doctora Park, me interesaba hacerte algunos estudios, ¿Sabes? Para ver el estado de tu cuerpo después de tanto tiempo allá afuera.

Petra le echó otra mirada a su amigo humano, esta vez de nervios, probablemente no entendía una palabra de lo que la doctora decía.

-¿Qué planea hacerle?- preguntó Shaoran. Maldita sea, se había sacado a las autoridades de encima y ahora ella.

-Oh, solo lo usual. Análisis de sangre, radiografías para examinar el estado de sus huesos, resonancias para ver el estado de sus músculos.

Petra seguía sin entender, pero aquellas palabras no sirvieron para relajarla. La doctora notó su nerviosismo y le echó una mirada relajada.

-Tranquila, te prometo que ninguno de estos procedimientos te dolerá.

Aquello no era lo que le preocupaba a Shaoran. Él no era ningún experto en anatomía Carguimen, pero estaba seguro de que no era nada similar a la de los humanos. Tenían suerte con el hecho de que en la Nación de Petra al menos exteriormente si se parecían a los humanos.

-¿Podría no hacer eso hoy?- preguntó el chico- Petra está cansada, quería llevarla a la habitación de mi familia para que pueda dormir un poco.

La doctora asintió comprensivamente.

-Está bien, solo déjame hacer un examen exterior- pidió la doctora- para ver qué no tenga heridas infectadas y demás.

Shaoran se mordió el labio. Lo mejor era ceder antes de que se tornara sospechoso.

☁️

Durante todo el recorrido hasta la zona médica, todo el mundo se volteaba para observar a Petra, incluso algunos muchachos tuvieron el descaro de silbarle. Entre sus secretos celos, Shaoran entendió porqué. Hasta el momento no lo había notado, pero los Carguimen eran indudablemente más hermosos que los humanos. Sus pieles eran más brillantes, su manera de caminar más elegante, su cabello más brilloso. Luego de vivir durante un tiempo rodeado de los habitantes de Nihil, Shaoran se dio cuenta de esta gran diferencia.

Shaoran permaneció con el corazón en la boca hasta que la puerta del consultorio de la doctora se abrió. Petra salió, visiblemente aliviada. El chico le dio un apretón amistoso en la mano a modo de felicitación y se asomó por la puerta.

-¿Todo en orden?- preguntó e intentó esperar la respuesta sin verse tan nervioso como se sentía. La doctora miraba sus anotaciones con una expresión maravillada.

-Si- contestó la mujer- Veo que crecer en Nihil le ha proporcionado a Petra una salud increíble. No sabría decirlo con exactitud sin hacer unos análisis pero debería chequear sus pulsaciones y su corazón a diario. Tiene un porcentaje mucho mayor del normal. También me llamó la atención el tatuaje del pecho- agregó la mujer pensativa- recuerdo haber estudiado algo en la escuela acerca de los lobos, estaban relacionados con algo de Nihil, ¿Verdad?

A Shaoran se le heló la sangre. El muchacho comenzó a retirarse.

-Me parece que era un zorro- comentó- Bueno, gracias por su ayuda doctora Park.

-¡Prométeme traerla mañana para unos estudios!- le pidió la mujer antes de que Shaoran cerrara la puerta. El chico asintió y observó a su amiga.

¿Así que los Carguimen tenían el doble de pulso y latidos que los humanos? Muy interesante. A veces olvidaba que ambos pertenecían a diferentes especies.

-¿Qué pasa?- le preguntó Petra. Shaoran no dijo nada y la tomó de la mano, comenzando a correr por el pasillo.

☁️

Cuando el chico se detuvo se encontraban frente a una habitación restringida. Solo los soldados tenían permiso para entrar allí. Al lado de la puerta había un código de seguridad. Petra se acercó con curiosidad e intentó tocarlo.

-No hagas eso- pidió el chico tomando su mano y retirándola- un número mal puesto y activaremos todas las alarmas del búnker.

-Suena difícil- comentó la chica, aún mirando el aparato. Shaoran sonrió.

-No para mi- contestó. Por suerte, él y Caleb habían entrado a aquel lugar muchas veces solo por curiosidad. Shaoran introducio la contraseña que él había descifrado años antes. La puerta se abrió luego de una serie de ruidos metálicos y Shaoran le dijo a Petra que entrara.

-Por favor no toques nada- le pidió cerrando la puerta detrás de él. Para su fortuna no había nadie allí, por lo que Shaoran se dirigió con prisa hacia los comunicadores. Solo quedaban tres. Shaoran los tomó y, ambos se escabulleron hasta llegar a la habitación de Shaoran.

-¿Y ahora qué? - preguntó Petra.

-Tengo que configurarlos para que solo nosotros podamos escucharnos.

Fluxa: La protectora de StateraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora