Central Park

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Había pasado una semana y media desde que Regina y Robín estaban en New York, todo marchaba de lo mejor, entre cenas y risas por parte de ambos, no se podría pasar un mal día aunque a la morena aveces los asuntos de los departamentos y compradores la absorbieran eso nunca fue excusa para no pasar unos minutos con Robín en la bella cuidad.

-Regina estaba saliendo del elevador dirigiéndose al living cuando escucho unos pasos del piso de arriba- ¡Mi reina! -grito Robín tomándola por la cintura para luego girarla y darle un tierno beso- te extrañe.

-Regina dio una risa y acaricio su mejilla del rubio- Yo también, aunque no me tarde tanto. -dijo esta quitándose el abrigo que llevaba puesto-

-No... claro que no, solo toda la mañana. -contesto Robín con sarcasmo-

-Bueno, perdóname la vida por tener un trabajo tan pesado. -decía esta tomando a Robín de su mano para sentarse en el sofá-

-Se había vuelto una costumbre que Robín pusiera a Regina encima de el siempre que estuvieran ambos en el sofá- Solo hay un modo de perdonar... -decía el rubio con una sonrisa mientras intentaba bajar el cierre del vestido-

-Shhh... tengo algo mejor en mente. -contestó Regina impidiendo que bajara su cierre- ¿Sabes patinar? -pregunto la morena poniéndose de pie con una sonrisa-

-¿Patinar? este... si, obvio, claro que se patinar incluso la pregunta ofende milady. -dijo Robín un poco nervioso ya que no sabia patinar-

-Perfecto, entonces sube a cambiarte iremos a Central Park a patinar. -dijo la morena con una gran sonrisa-

-¿No quieres mejor preparar lasaña? -dijo Robín seductoramente poniéndose de pie y dando besos en su cuello de la morena-

-Hemos echo lasaña creo que toda la semana, contrólate un poco y complaceme en ir a patinar. -contesto Regina riendo-

-Hace frío milady. -decía Robín en forma de berrinche- quiero abrazar a mi tierna novia y dormir. -decía Robín pegándola a el y poniendo su cara recargada en su cuello-

-Cuando hace frío quieres hacer de todo menos dormir. -dijo Regina aun riendo- ponte algo para cubrirte del frío y vamonos, Locksley... Y quizá por la noche exista una pequeña recompensa.-dijo esta separándose de el para subir a su recamara-

-¡Eso es chantaje señorita Mills! -gritaba Robín a su novia que veía como subía los escalones a la recamara y el se dirigía a la habitación donde tenia su ropa para cambiarse-

30 minutos después

-Regina había optado por un pantalón de mezclilla junto a una chaqueta para hacer conjunto y una blusa roja- Algo falta, no lo se. -decía Regina mirándose por su espejo de cuerpo completo-

-Robín quien la estaba observando desde hace unos minutos sin que ella se diera cuenta solo sonreía- Te ves hermosa, perfecta, divina. -decía Robín haciendo ademanes con sus manos- ¿Podemos irnos? -preguntó el rubio-

-¿De verdad te gusta? -decía la morena aun dudando-

-Si mi reina y si no nos vamos ahora todo esto que traes puesto terminara en el piso. -respondió el rubio comiéndosela con la mirada-

-Eres de lo peor, vamonos. -dijo la morena dándole un corto beso mientras salían de la habitación-

25 minutos después

-¡Es aquí! -dijo Regina emocionada-

-Lo se amor, solo estoy buscando estacionamiento. -contesto Robín con una sonrisa ante su expresión de la morena-

Locksley... El insoportable vecino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora