El cielo a mi favor

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Esto es rápido, hay una canción que es especialmente en este capítulo, si gustan pueden reproducirla, estoy segura que ustedes sabrán el momento exacto.

Había amanecido en StoryBrooke, era un día tranquilo, pues era el primer día oficial de vacaciones, los Locksley Mills, se encontraban durmiendo al igual que los Jones Swan, estaban disfrutando de esto, excepto por Ruby quién no la había pasado nada bien el día anterior, Nate la llevó a un cuarto de la abuelita, y la acostó en la cama mientras el se quedaba en un sillón que había en la habitación.

-Mmm, agh, apaguen la luz, es molesta. -dijo Ruby con los ojos cerrados-

Nate escuchó unos quejidos y se despertó, con un poco de dolor en su cuerpo.

-Buen día, señorita Wolf. -dijo el castaño riendo-

-¿Quien eres? -preguntó ella que aún tenía la sábana cubriendo su rostro-

-Si quitas la sabana, lo sabrás. -dijo él riendo-

Ruby perezosa quitó la sábana de su rostro para ver a aquélla persona.

-¡Nate! -grito ella alarmada-

-Presente. -dijo Nate riendo-

-¿Como llegue aquí? ¿Que pasó ayer? -preguntó ella nerviosa-

-Bebiste demasiado ayer y te traje aquí porque querías vaciar el estante de botellas de tu abuela. -respondió Nate serio-

-Tú... ¿Tú me desvestiste? -preguntó ella al darse cuenta que se encontraba en ropa interior y solo con una blusa que cubría el resto-

-Sí. -dijo el sentándose de nuevo en el sillón-

-Y... Ya sabes tu y yo... -dijo Ruby hasta que él la interrumpió-

-La necrofilia no es lo mío. -completó Nate serio-

-Bien, gracias por cuidarme.

-No es nada. -dijo mirándola-

Ruby se recostó de nuevo mientras hablaba un poco con Nate y el le explicaba que había sucedido anoche ya que ella no recordaba nada.

Por otro lado en la mansión Mills, Robín se había despertado y con mucho cuidado de no despertar a Regina, se levantó para prepararle un desayunó.
Se dirigió a la cocina y decidió que haría un poco de capuchino con caramelo y sus famosos huevos revueltos, esta vez con un poco de jamón, lo puso todo en una mesita para cama y se dirigió a la habitación de nuevo.

En la habitación

Robín colocó todo en el pequeño buró pues Regina aún seguia dormida, así que se acercó a ella para despertarla.

-Señorita alcaldesa, despierte. -pidió Robín acariciando su mejilla-

-Ummm, no, duerme otro rato. -dijo Regina acercándolo a ella-

-Despierta, anda. -pidió él de nuevo dándole un beso en su mejilla-

-No, estás calentito y hueles delicioso. -dijo la morena escondiendo su cabeza en el pecho de Robín para depositar un beso-

Robín sonrió y la abrazó para darle un tierno beso mientras ella sonreía en medio de este.

-Ya desperté. -dijo ella riendo-

-Lo sé, mis besos son irresistibles. -dijo Robín acercándose-

-No, no es cierto. -dijo ella riendo mientras se acercaba a él-

-¿No? ¿Entonces cuales, señorita Mills? -preguntó Robín abrazándola-

-Los míos. -dijo ella mientras lo volvía a besar tiernamente-

Locksley... El insoportable vecino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora