Locksley... El insoportable vecino.

Halloween 31 de octubre

-¡Halloween! ¡Es Halloween! -gritó Roland saliendo de su habitación para bajar las escaleras de la suite emocionado dirigiéndose al cuarto de sus padres-

Robin había quedado profundamente dormido con Regina abrazándola de cucharita con las manos posadas en su vientre, era Lunes, aún quedaban dos días más de diversión pero este día decidirían pasarlo en la suite con su pequeño.

-¡PAPÁ! -gritó el pequeño castaño entrando a la habitación brincando sobre Robin- ¡Papi, es Halloween! ¡Dulces muchos dulces! ¡Despierta! -continuaba gritándole al rubio perezoso-

Robin abrió sus ojos apartándose de Regina para evitar lastimarla y vio a su hijo encima de él.

-Roland es temprano. -reclamó serio-

-Claro que no, es tarde son las 10:00. -contestó riendo el pequeño-

-¿Y que haces despierto? -preguntó Robin confundido por el sueño-

-Papá, es Halloween, dulces y monstruos por ahí, ¿No sabes que es Halloween? -preguntó él niño confundido-

-Halloween, olvidé por completo. -contestó el hombre riendo mientras Roland se bajaba de su regazo y de hincaba para besar su frente de la morena-

-Mamá... Es Halloween, despierta... -pedía Roland besando su frente hasta que Regina lo abrazó-

-Hola bebé, buenos días. -contestó ella riendo- Ya lo se, iremos por dulces.

-¡Si, muchos dulces! -sonrió abrazándola besando su mejilla-

-Pero primero tienes que lavarte los dientes para desayunar. -recordó Robin cargando a su hijo para darle vueltas-

-¡Mamá! ¡Papá me esta haciendo volar! -gritó el castañito riendo-

Regina reía ante la bella escena de sus hombrecitos hasta que el rubio lo bajo con cuidado y ambos la abrazaron.

-Hermanitos, hoy es Halloween y con mamá iremos por muchos dulces. -dijo Roland acariciando la pancita de su mamá-

-Oh si, iremos todos juntos en cuanto empiece a oscurecer. -recordó Robin acariciando por igual-

-Bueno, si quieren podemos desayunar waffles y después vamos a comprar tu disfraz, Roland. -sugirió ella acariciando sus chinos alborotados-

-Sii, me iré a cambiar y lavar mis dientes. -dijo Roland emocionado saliendo de cuarto-

-Parece que nuestro pequeño logró su cometido. -fruncio Robin su ceño abrazándola-

-¿Y cuál era según tú? -preguntó la morena mirándolo-

-Venir a despertarnos, pedir tu traje y salir triunfante por la puerta. -contestó el rubio serio- Estaba durmiendo muy bien, para ser sincero.

-Si no cumples mi cometido en un momento no volveremos a dormir de cucharita nunca. -amenazó Regina riendo mientras Robin se acercaba para besarla-

-¿Dormiremos igual hoy? -preguntó tiernamente-

-Sólo si haces el desayunó y ponemos dulce de leche a esos waffles. -dijo ella riendo mientras lo besaba de nuevo-

-Bien, vamos a preparar el desayuno, milady. -se levantó de la cama y la ayudó para dirigirse a la cocina-

Robin comenzó a preparar la mezcla mientras Regina colocaba los ingredientes en la mesa y hacía su famoso licuado de fresa.

Mientras tanto en StoryBrooke

-Vane, ¿Si sabes que día es hoy? -preguntó Zelena a su pequeña la cual estaba arreglando su habitación-