Noche de chicas

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Había pasado al rededor de una semana desde la fiesta sorpresa que Regina había preparado para Robín, era Jueves por la mañana y todos se encontraban dormidos ya que el despertador aún no sonaba, era el último día de clases y Roland como tal ya iba a salir de vacaciones e igual junto a Robín y Regina se tomarían un descanso de dos semanas gracias al aniversario del pueblo que se celebraría en una semana.

6:00 am

La alarma de la habitación de Regina sonó y ambos se encontraban abrazados durmiendo hasta que ese sonido los despertó.

-Apaga eso. -pidió la morena abrazando a Robín-

-Ya es hora mi reina, hoy es el último día. -dijo Robín mientras estiraba su brazo para apagar la alarma-

-Tengo sueño... -dijo Regina con un bostezo-

-Abre tus ojos y vamos a la cocina por café. -dijo Robín intentando levantarse pero Regina se lo impidió-

-No, 5 minutos más. -pidió esta mientras daba un beso en el pecho del rubio-

-No, nada de eso ni 5 ni 10, arriba. -dijo Robín riendo mientras se levantaba-

-Hace frío. -dijo Regina poniéndose de pie-

-Iré a despertar a Roland, ponte tu bata así no sentirás tanto frío. -dijo Robín saliendo de ahí-

Habitación de Roland

El pequeño se encontraba durmiendo mientras abrazaba su peluche se una jirafa, era así hasta que Robín se sentó en su cama y lo despertó.

-Buenos días, ya es hora hijo. -dijo el rubio acariciando el cabello de Roland-

-No quiero ir, es el último día. -dijo Roland aún con sus ojitos cerrados-

-Y por lo mismo tienes que ir y despedirte de tus amigos, estas vacaciones serán largas. -dijo Robín parándose para prender la luz-

-¡No, mis ojos! -grito Roland tapándose con la sábana-

-Apresurate, te veo en la cocina para desayunar. -dijo Robín saliendo de ahí-

-¡Espera! -dijo Roland quitándose la manta de su cabeza-

-¿Si? -preguntó Robín regresando-

-Dile a mi mamá que quiero licuado de chocolate. -dijo Roland sentándose para ponerse sus lentes-

-Esta bien, date prisa. -dijo Robín cerrando la puerta-

Mientras Robín regresaba a la habitación para poder cambiarse, Regina se había hecho el aseo personal para después escoger un vestido hasta las rodillas color negro, después de todo el negro es su color.

-Perfecto. -dijo Regina extendiendo su vestido y buscando las zapatillas para después darse un baño-

15 minutos después

Robin había escogido su ropa para el trabajó y se estaba poniendo su pantalón junto a sus zapatos mientras Regina salía del baño con su bata y se ponía su lencería para después ponerse el vestido.

-¿Es enserio? -dijo Regina a si misma cuando se dio cuenta que el vestido no le quedaba- Ahg, bien... Quizá este aún me quede. -dijo tomando un vestido verde- ¿Tampoco? ¡Niños es enserio! Dejare de comer, se los prometo. -dijo la morena dirigiéndose a sus mellizos dentro de su vientre-

Robín quien miraba la escena sonriendo solo veía lo tierna que se veía su novia discutiendo con sus mellizos nonatos, la escena lo llenaba de ternura y le hacia recordar los miles de motivos por los cuales amaba a Regina.

Locksley... El insoportable vecino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora