Nuevos y hermosos recuerdos

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Era una mañana en StoryBrooke como cualquier otra, Killian y Emma habían comenzado una relación hace poco y la rubia había decidido irse a dormir unos días con el marinero para ayudarle a cuidar a Roland mientras llegaban Regina y Robín de New York.

-Emma se levantó a hacer el desayuno como se había hecho costumbre desde hace unos días que ella tenía durmiendo ahí. -Buenos días amor. -dijo Killian bajando las escaleras-

-Buenos días. -dijo Emma que se encontraba de espaldas hasta que sintió unos brazos que rodeaban su cintura-

-Huele delicioso. -dijo Killian en su oído-

-Son pancakes de ayer, sólo los estoy recalentando. -dijo con una sonrisa mordiendo su labio inferior-

-No me refería a los pancakes. -dijo el irlandés volteando a Emma- al diablo con los pancakes. -término el marinero para darle un beso a Emma-

-Al diablo. -respondió ella continuando el beso hasta que alguien los interrumpió-

-¿Tia Emma? -dijo una vocecita bajando las escaleras-

-Roland... Crei que seguías dormido. -dijo Emma separándose de Killian-

-Me desperté porque sentí hambre y el olor de unos pancakes llegó a mi habitación. -contesto el pequeño Roland rascándose un ojito-

-Debimos haberle dado un sedante. -contesto Killian-

-¡Killian cállate! -dijo Emma entre risas-

-Me iré a dar un baño de agua fría. -dijo este subiendo las escaleras-

-Roland, cariño siéntate aquí está tu desayuno. -dijo Emma poniendo el plato con pancakes y cajeta en la mesa-

-Gracias tía Emma, ¿porqué mi tío se enojó? -pregunto el pequeño dando una mordida a su desayuno-

-Cosas de adultos pequeñito, come. -respondió Emma un poco roja-

20 minutos después

-Ya termine tía Emma. -dijo el niño levantándose de la mesa llevando su plato al fregadero-

-Está bien pequeño, puedes ir a jugar sí quieres, acomodare estos platos, ¿de acuerdo? -dijo la rubia con una sonrisa-

-Sí... Pero antes quiero llamarle a mi papi, ya quiero que regrese lo extraño. -respondió Roland un poco triste-

-Aún es temprano bebé, pero podemos marcar más tarde, ¿te parece? -dijo Emma intentando animar al pequeño-

-Está bien, igual quiero hablar con Regina. -dijo el niño subiendo las escaleras- ¡bajare más tarde para llamar tía Emma! -grito Roland cerrando la puerta de su habitación-

Mientras tanto en la suite 1812

-Mi reina... Regina, despierta. -decía el rubio acariciando su mejilla-

-Ummm... 5 minutos, bebé. -pedía la morena tapandose con la sábana-

-Levantante, iremos a desayunar. -pedía el rubio sonriendo- te ves tan tierna cuando te acurrucas así, pareces bolita. -término mordiendo su mejilla de la morena-

-No me muerdas... Eres un horror. -dijo la morena dándose la vuelta para quedar frente a el- Nunca me dejas levantar tarde. -decía cubriendo su rostro con la sábana-

-¿Soy un horror? -pregunto Robín quitando la sábana tiernamente-

-Sí. -se limitó la morena a decir volviendo a cubrir su cara-

-¿Porqué? -preguntaba Robín con curiosidad-

-¡Por el echo de despertarme sin un beso de buenos días! -gritaba está como niña chiquita debajo de la sábana-

Locksley... El insoportable vecino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora