Locksley... El insoportable vecino.

Un día de campo y un bebé

Habían pasado aproximadamente dos meses desde que la pareja se había enterado sobre sus futuros mellizos, Regina tenía ya cuatro meses de embarazó y constantemente iba con Whale acompañada de Robín ya que por ser mellizos debía de tener más cuidado, Roland estaba muy contento junto a ambos y al mismo tiempo Emma y Killian esperaban un lindo bebé, un niño, aunque apenas se había enterado la rubia quería sorprender a su mejor amiga y decidió organizar un pequeño día de campo en el bosque junto a Regina, Robín y Roland para darles la noticia junto a Killian. Robín y Roland se encontraban de lo mejor viviendo con Regina, el pequeño estaba feliz y era muy consentido por ambas partes mientras que el pequeñito esperaba con ansias que Regina algún día se convirtiera en su linda mamá.

Era una mañana tranquila en StoryBrooke, Emma se había levantando como era de costumbre y decidió bajar a preparar su desayunó para ella y Killian mientras este despertaba.

En la cocina

-Huele delicioso. -dijo el marinero bajando las escaleras-

-Se que te encantan las hamburguesas y quise hacer eso de desayuno. -respondió Emma sonriendo-

-No, no, tu quieres algo señorita Swan. -dijo Killian mientras ayudaba a Emma poniendo las especias en la mesa-

-Como puedes pensar eso de mi, no quiero nada, solo consentir a mi lindo novio. -dijo la rubia con sarcasmo poniendo los platos con hamburguesas en la mesa-

-Muy bien que quieres. -dijo Killian sonriendo-

-Estaba pensando en que podríamos tener un pequeño día de campo con Regina, Robín y Roland hoy para poderles dar la noticia de nuestro bebé, ¿Que dices? -preguntó esta sonriendo-

-Me agrada la idea, te ayudare a preparar algunas cosas mientras ellos pueden llevar los utensilios y el postre. -respondió el irlandés mientras comenzaba a comer-

-Este bien amor. -dijo Emma para luego comer-

Mientras Killian y Emma desayunaban, en la mansión de Regina el pequeño Roland se había despertado temprano y estaba jugando en su cuarto con algunos carritos que la morena le regalo una vez, mientras la pareja se encontraba dormida y el primero en despertar fue Robín quien tenia a Regina entre sus brazos.

-Robín comenzó a hacerle cariños en su nariz de esta- Despierta... -dijo el sonriendo-

-Ummm... -dijo la morena sonriendo sin abrir los ojos-

-Despierta Mills... -repitió el rubio de nuevo acariciando su mejilla-

-5 minutos... -pidió la morena- Es sábado.

-Ni 5 ni 10, arriba señorita. -dijo Robín dándole un tierno beso-

Regina abrazó más a Robín mientras se besaban para luego abrir sus ojos y sonreír.

-Bueno, esa es una linda forma de despertar. -dijo la morena acariciando la mejilla de Robín-

-Lo se... -Robín iba a continuar hablando pero el gruñido en su estómago de Regina lo interrumpió-

-Creo que ya tenemos hambre. -dijo la morena riendo-

-Vamos a desayunar, haré waffles y malteada de fresa. -dijo Robín poniéndose de pie-

-Yo hago la malteada, sabes que son mi especialidad. -dijo la morena sentándose en la cama-

-Iré a despertar a Roland. -dijo el saliendo de ahí-

Robín fue a despertar a su hijo mientras Regina bajaba a la cocina y sacaba los ingredientes necesarios para que Robín hiciera los waffles y ella las malteadas.
Robín abrió la puerta del cuarto de su hijo pero no se percató que el se encontraba en sus tapetes de fomi jugando con sus carritos junto a un vaso vacío que al parecer tenia leche.