Hasta que la muerte nos separé.

454 35 7
                                    

Viernes 20 de Abril 2014 12:00 pm

No había ruido, todo estaba tan pacífico que incluso en la atmósfera se sentía un aire de paz, de seguridad e interiormente la persona que estaba abrazando la almohada podía asegurar que el amor de su vida yacia entre sus brazos.

—¡ARRIBA CAMPEÓN! ¡EN CINCO HORAS TE ESTARÁS CASANDO!
—Hades echó una jarra de agua fría a Killian y Robin cuando ambos estaban profundamente dormidos.

Los dos amigos se levantaron asustados y jadean por falta de aire, ¿Donde estaban? ¿Que hora era? ¿Quiénes eran?

—Maldita sea, compañero. —Killian dijo tocando su cabeza, todo absolutamente todo daba vueltas.

—¿Qué? Es medio día, David y yo bajamos a desayunar al hotel.

—¿Acaso no pudieron despertarnos de una mejor forma? —Robin habló por primera vez luego de que se sacudiera el agua del cabello.

Estaba sin camisa y apestaba a burdel barato... Mierda, las resacas eran su peor pesadilla.

—Robin, amigo, cuando llegamos vomitaste mis zapatos y tu camisa así que te recomiendo lavarte para llegar a Storybrooke lo antes posible.
—Hades le dio dos aspirinas que exclusivamente fueron para Robin, incluso Killian lo miro esperando que una fuese para él.

—Lávate esa cara, ponte una camisa, pechito fresco y peinate. —El suegro burlándose del cuñado no era cosa de otro mundo, David lo estaba disfrutando.

Agradeciendo que Killian se parara primero, fue a darse un baño cuando duró ahí lo bastante para terminarse el agua caliente sin hacer a sus compañeros acreedores de esta noticia, Robin era el único que faltaba de todos modos así que no le importo demasiado.

—¿Saben algo de Regina? ¿Podré verla?

—A las cinco de la tarde podrás verla. Antes no. —Hades respondió cuando el británico también notó la sonrisa que David tenía en su rostro.

Robin enseguida se puso de pie sintiendo como todo daba vueltas pero se sostuvo de la pared para evitar caerse, fue entonces cuando preguntó a David que demonios le había dicho a Regina.

Robin realmente esperaba que no hubiese sido una clase de insulto o algo peor porque sabría que su boda sería en lo último que su morena novia estaría pensando luego de semejante comportamiento.

—Calma campeón, solo hablaste con ella para decirle que la amabas y...

—Bueno, menos mal. —Interrumpió a David antes de que terminará su frase pero entonces el rubio más claro continuó.

—Y le dijiste que querías tener sexo con ella por horas, lo normal.

Con esas palabras Hades y David salieron dejando a Robin solo pues Killian también había salido con sus pantalones y misma camisa de ayer, él no había vomitado pero el rubio británico llegaría a Storybrooke solo con una camiseta de mangas y eso era todo.

—Mierda... —Se frotó su cabeza cuando sin pensarlo se metió a dar un baño, la maldita gua estaba helada pero no importo demasiado ya que sólo dio un pequeño brinco, enseguida se incorporó y lavo la suciedad que la noche anterior le había provocado.

Luego de una hora dentro más o menos, salió para secarse y colocarse la ropa que tenía, la camisa fue un desperdicio total aunque agradecía que no fuese un de las nuevas o de las favoritas de Regina, así que simplemente la tiro al bote de basura para no llevar malos olores en el vehículo y posterior a eso tomo su teléfono notando que tenia un menaje de su amada.

Apenas y lo había revisado esta mañana así que cuando termino de leer, una sonrisa apareció en su rostro.

RM: Mi amor, estás son algunas fotos con las chicas de la noche anterior. Te amo y no puedo esperar para verte en el altar, estabas un poco tomado ayer pero sólo te diré que esta noche te tengo una sorpresa en relación a tu petición.
Me dejaré llevar por ti cuantas veces sea tu deseo, Robin de Locksley, así que esto es solo un adelanto de lo mucho que me hiciste desearte y no puedo esperar.

Locksley... El insoportable vecino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora