XXXI

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El día de clases empezaba gris, la lluvia no paraba de caer desde muy entrada la madrugada, el viento era helado y los parisinos tenían que correr bajo sus sombrillas e impermeables para llegar a sus respectivos destinos, entre los que habían optado por sombrilla estaba Nathanael, el chico llevaba su paraguas transparente mientras sujetaba firmemente sus cosas contra su pecho, no se perdonaría jamás si alguno de sus dibujos llegaba a ser alcanzado por la humedad de las frías gotas que caían como balas sobre el plástico que lo resguardaba- ¡Nath!

El nombrado se detuvo para ver como Nino se acercaba a él con rapidez, el moreno portaba un impermeable amarillo que relucía por lo mojado que se encontraba, casi por instinto Nathanael apretó mas sus cosas contra su pecho, su nuevo acompañante era un peligro potencial para estos- Hola Nino.

- Hola ¿Mucho frío?

- Si, bastante.

- Quería hablar contigo sobre dos cosas.

- ¿Cuales?

- La primera es Adrien y la segunda... Es sobre tus dibujos.

- Explicate.

Nino miró al frente mientras reanudaba la caminata al lado del artista que le miraba impasible por el rabillo de sus azules ojos, no le molestaba ayudar al chico, pero se preguntaba hasta qué punto estaba dispuesto Nino a forzar las cosas para que su amigo saliera victorioso con Alya, él personalmente había preferido rendirse sin darle mas vueltas al tema de Marinette, y para qué negarlo, se sentía mucho mejor después de renunciar enteramente a ella- Bueno, no todo esta perdido aun, puedo convencer a Alya de que le de una pequeña oportunidad a Adrien.

- No es tan fácil.

- ¿Por?

- Alya es la mejor amiga de Marinette, y Marinette muere por Adrien... Iría contra el código moral aceptar los sentimientos del crush de tu bestfriend.

- Es un buen punto... Entonces solo tendría que alejar a Marinette de Alya.

- ¿Alejar?¿Que quieres decir con...? No pensarás disgustarlas ¿Cierto?

- No del todo.

- Eso es muy bajo Nino.

El nombrado ladeo la cabeza unas cuatro veces mientras meditaba las palabras de su acompañante... Quizás su idea no era la mas correcta del mundo pero... En el amor y en la guerra todo se vale ¿Cierto? Marinette haría lo mismo para quedarse con Agreste ¿Cierto? Nathanael solo no entendía lo importante que era Adrien para Nino ¡Era como su hermano! Un hermano al que veía sufrir en silencio todos los días... Era parte de su familia, y por el bienestar de la familia cualquier medio era justificable- No lo entiendes.

- Quizás.

- ... Hablaré con Alya, si no funciona pues hablare con Marinette.

- Te ayudo con Césaire, pero a Dupain la enfrentas tú solo.

- Bien, eso es algo.

- ... ¿Lo otro?

- ¿Otro?... ¡Ah! ¿Los dibujos? Cierto... Etto... Me gusta componer mezclas.

- Lo se... Todos lo saben.

Nino sonrió de una manera infantilmente orgullosa logrando con ese gesto que Nathanael soltara una pequeña risa, el moreno era feliz pensando que podía alegrar el día de otras personas con cosas tan simples como su música o sus palabras, como a Adrien, ese chico "perfecto" que vivía sumergido en una falsedad abrumadora... Y no lo culpaba, su madre quizás había sido su único familiar realmente querido, perderla siendo tan joven debió ser un golpe fuerte... Aún mas fuerte teniendo en cuenta que su padre pasaba de él todo el tiempo, y solo se volteaba a mirarlo cuando necesitaba que trabajara en algo para su propio beneficio... Quizás por eso también le había empezado a agradar tanto Nathanael, el chico aislado del salón que rebosaba en un talento que consumía todo su tiempo libre, un chico que parecía no saber cómo expresarse correctamente... Un chico que tenía un gran corazón escondido en medio de una montaña de miedos e inseguridades- Bueno, yo deseo ser un artista algún día... Y todo buen artista tiene excelentes portadas de álbum.

- ¿Quieres que dibuje portadas para tus álbumes?

- ¡Si! Te pagaré.

- No es necesario, me gusta la idea.

- ¿¡Enserio!? ¡Genial! Gracias Nath, eres el mejor.

- No hay de que.

Ambos chicos continuaron su camino en medio de conversaciones hasta llegar al instituto donde Juleka y Rose les vigilaban con ojo de halcón, su cercanía y familiaridad les eran muy sospechosas a las chicas que no dejaban de especular posibles relaciones no-necesariamente-amistosas entres esos dos. Marinette había llegado temprano, todo gracias a que su despertador se descontroló y sonó dos horas antes de lo que debía, cosa que anunciaba que no sería un buen día para la franco-china, en lo que llevaba de mañana ya se había peleado con Chloe y Sabrina por tropezar con la primera y hacerle soltar su paraguas permitiendo que ambas se mojaran un poco mientras lo recogían de nuevo... Y también el paraguas rosa de Marinette había sido arrastrado lejos de ella por un fuerte viento helado mientras corría por la calle, así que había tenido que refugiarse bajo la enorme sombrilla roja con relámpagos de Alix, pero el espacio bajo la sombrilla era poco, permitiendo así que Marinette llegará al instituto con un brazo enteramente mojado... Y encima Alya no llegaba- ¿Que mas puede salir mal?

Las palabras de la chica parecieron haber sido mágicas, porque en menos de cinco minutos vislumbro a una entusiasmada Lila que corría tras un asquerosamente alegre Adrien que parecía absorto en su mundo bajo su paraguas azul con manchas verdes, la italiana se paro debajo del paraguas de este y empezó a hablarle con ese gesto meloso que Marinette tanto odiaba, pero antes de que siquiera diera dos pasos hacía la escena Adrien había sacado a Lila de debajo de su paraguas y la había dejado bajo la lluvia sin la mas minima muestra de resentimiento. Marinette estaba atónita mientras su amado pasaba por su lado con una sonrisa de oreja a oreja- Adrien.

- ¿Mm?

La franco-china tembló un poco mientras Agreste le observaba con los ojos verdes chispeantes de emoción- Me... ¿Me prestas tu paraguas?

- Claro, todo tuyo.

El chico le extendió el paraguas que ya no necesitaba por estar dentro de las instalaciones escolares, Marinette lo vio perderse entre la gente de los pasillos, sus oídos aún captaban un poco de la suave melodía que Adrien había estad tarareando mientras marchaba con rumbo a su salón, suspiro enamorada para sacudir fuertemente su cabeza y volver a la realidad- Etto... ¡Lila!

La nombrado se giró bruscamente al ser llamada por su rival de moda y diseño, Marinette la observaba sin sonreír desde la distancia, no muy diferente al gesto de molestia que la italiana tenía plasmado en la cara- ¿Que quieres?

- Toma.

Lila tuvo que hacer uso de sus reflejos para atrapar el paraguas que Dupain le había lanzado desde la entrada del instituto, los ojos claros de la chica buscaron desconcertados la azul mirada de la franco-china que acababa de ver a Alya llegar con un aura de dicha idéntica a la de Agreste, y mientras corría al encuentro con su amiga le gritó a su rival en el amor un "¡Me lo devuelves luego!" para pararse bajo el anaranjado paraguas de una deslumbrante Césaire.

***

¿Saben? Había pensado en publicar una historia donde Marinette sea un hombre, bueno, no solo Marinette, la mayoría de chicas, algo así como un universo re-yaoi ¿Que piensan? Aun no estoy del todo segura :'v

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Volví Equisde.

AlyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora