El primer factor que considero que es la clave no solo para este principio sino para todos los principios que menciono en este libro, son los rituales que tenemos en las cosas más simples e indispensables. El objetivo es lograr la inercia, pero la inercia no se puede lograr sin energía, sin vitalidad óptima. Tener inercia es comenzar el día desde muy temprano y utilizar las primeras horas para cargar tu cuerpo de la vitalidad necesaria para que se mantenga activo y productivo durante todo el resto del día. Ahora no solo la mañana es el momento de cargar tu cuerpo de energía, aunque sí el más importante de todos. Llevar una alimentación adecuada durante todo el día, comer cada tres horas para que el metabolismo nunca se vuelva lento y nos haga subir a pesos que nos quitarían muchísima energía, es tan importante como beber agua para mantenernos hidratados y que nuestro cuerpo trabaje adecuadamente.
Tenemos preferencia por los alimentos ricos en grasas y calorías porque nuestro gusto se adaptó a ello hace millones de años en nuestro pasado nómade. Cuando el ser humano debía recorrer grandes distancias en busca de alimento, solo lograban dicha travesía quienes tenían reservas de calorías en su cuerpo, esto quiere decir, personas con más de cien kilogramos o doscientas libras de peso. Los demás morían en el intento. Hoy día no solo hemos abandonado nuestro pasado nómade, sino que nos hemos vuelto al sedentarismo. Por lo tanto, es de primordial atención que busquemos la forma más adecuada de alimentarnos, si queremos estar siempre cargados de energía.
Levantarse bien temprano no solo para obtener energía anticipada, sino para disfrutar del comienzo del nuevo día. Lo primero que tengo que hacer y quizás lo más importante es beber agua, para antes del mediodía ya debería llevar cerca de los dos litros de agua y luego tener un desayuno abundante, rico en fibras, frutas, yogurt con cereales, leche, pan negro, claras de huevo (no fritas). Aguardar media a una hora aproximadamente para que ese desayuno cargue mi cuerpo de reservas de energía y comenzar con una rutina de ejercicios. Puedo comenzar con ejercicios anaeróbicos tales como musculación o levantamiento de pesas, y luego algunos minutos de aeróbicos y terminar la rutina con estiramientos y elongación de todos los músculos.
Ahora debes premiar a tu cuerpo, recompensarte a ti mismo por haberte cargado de energía, para eso puedes darte un buen baño caliente, masajes, sauna, yacusi o lo que fuera. Finalmente necesitamos mínimo diez minutos para relajarnos, de preferencia acostados y meditar. Luego de esto estamos preparados para poner en práctica el primer Principio de este libro que va a cambiar tu vida.
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9 Principios fundamentales para lograrlo todo
DiversosEstamos atravesando la cultura del sufrimiento. Una cultura que revive nuestras facultades de victimizarnos por todo, estas sensaciones de culpa se transmiten de padres a hijos, de profesores a alumnos, entre amigos, compañeros y hasta la propia pa...