Existen cinco tipos de tareas que, por su nivel de aplicación, necesitan contemplarse cada una de manera diferente. Aprender a evaluar cada una de ellas es crucial para aprovechar nuestro tiempo. Identificarlas es absolutamente sencillo. Basta con asignarles puntuación de acuerdo a: en cuántos de los ítems siguientes se la puede incluir, es decir, si algo que debo realizar es necesario, urgente, intenso y significativo al mismo tiempo, entonces ese será mi principal objetivo del día. Mientras menos de estas condiciones tenga la tarea a realizar, menor será el grado de:
Necesarias: son las primordiales para la vida: comer, dormir, beber y vestirnos. Son las cosas a las que nuestra mente subconsciente presta primordial atención.
Urgentes: son aquellas cosas que apremian, que están a punto de vencer los plazos que teníamos y que de no hacerlas se nos complicaría significativamente la existencia: entregar un trabajo del que depende nuestro ascenso, prestar ayuda a alguien que tiene un problema grave y cosas similares.
Importantes: son aquellas cosas que hacen de la nuestra, una calidad de vida mejor: aprender, hacer ejercicio, meditar, chequeos médicos, son cosas que por el momento no determinan nuestra vida, pero que la determinarán si no las realizamos.
Intensas: son aquellas cosas que nos llenan cuando las hacemos, no nos moriremos y no nos pasará nada malo si las dejamos de lado, pero le dan sentido a nuestra vida: estar con la persona que nos gusta, o que amamos, hacer obras caritativas o artísticas.
Significativas: son aquellas cosas que no corresponden a ninguno de los grupos anteriores. Hacerlas no nos hace feliz, pero no hacerlas nos hace infelices: ocuparnos de algún familiar o amigo que está enfermo.
Para poder establecer un marco de referencia que indique el grado de importancia de las actividades que realizo de manera periódica, requiero un específico registro tanto como una evaluación concreta de las mismas con el fin de determinar las tareas que alcancen los niveles más altos, para realizarlas primero.
Una vez comprendidas dichas actividades y enmarcadas dentro de su rango de importancia correspondiente, me será más fácil desarrollar cualquier planeamiento. La finalidad de esta técnica es lograr un buen plan de acción, y para ello tiene que ser entendido su punto de partida. Conocer no solo de qué manera se ejecuta un plan, sino qué cosas se deben tener en cuenta para elaborarlo.
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9 Principios fundamentales para lograrlo todo
AcakEstamos atravesando la cultura del sufrimiento. Una cultura que revive nuestras facultades de victimizarnos por todo, estas sensaciones de culpa se transmiten de padres a hijos, de profesores a alumnos, entre amigos, compañeros y hasta la propia pa...
