Encuentras una máquina extraña en el fondo de tu casa, de pronto de su interior surge tu yo del futuro. Se para frente a ti y te pregunta: "¿Qué estás haciendo con lo que quiero ser? ¿Qué acciones estás realizando para lograr lo que quiero lograr?"
El tiempo es el material del cual está compuesta la vida y a su vez el tiempo es un material elaborado por la mente. El supuesto de que cada vez tenemos más cosas para hacer y menos tiempo para realizarlas se debe a que desperdiciamos nuestro tiempo en tareas intrascendentes, superfluas y hasta grotescas. Nos distraemos, nos desconcentramos, nos desenfocamos de nuestros objetivos y hacemos mal uso de nuestro tiempo.
Hacer buen uso de nuestro tiempo es tomar conciencia de que no sabemos cuánto nos queda ni de cuánto de ese tiempo que nos queda disponemos realmente. No podemos manejarlo y está fuera de nuestro alcance, por eso las pequeñas porciones que tenemos la oportunidad de controlar, debemos hacerlo al máximo, esto dará como resultado que se incremente de manera progresiva cada pedazo de vida. Si controlamos nuestro tiempo, cada vez controlaremos más las cosas que se desarrollan dentro de él. Esto se convierte en rutina, puede ser cierto, pero es una rutina que yo elaboré, no me la programa alguien más.
El ritmo acelerado de nuestra vida y la velocidad con la que afrontamos cada día convierte al tiempo en un tirano absoluto. Cada vez es más difícil recibir capacitación en tiempo real, se aprende durante la acción. Los maestros aprenden mientras enseñan, los empleados se capacitan mientras trabajan y así se vive a los tropiezos convirtiendo el andar del ser humano es una serie de caídas controladas.
Esta aceleración acortó los días, redujo los años. De un año a otro las cosas guardadas ya no juntan polvo. Y es evidente que esto no solo continuará, sino que la aceleración será cada vez más intensa. Por eso necesitamos comenzar a controlar nuestro tiempo y a respirar de una manera más pausada.
- Utilizar las horas doradas, los momentos premium y el tiempo de calidad.
- El organismo necesita entre siete y nueve horas diarias para dormir, no extiendas este tiempo innecesariamente.
- "Vestidme despacio que estoy apurado" decía Napoleón. Más apurados estamos, más errores cometemos, hacemos mal las cosas y perdemos tiempo valioso. No perdamos la calma, enfoquémonos en hacer bien una tarea y luego pasar a la siguiente.
- Evitar los asesinos del tiempo.
- Evitar la desesperación, la impaciencia y la precipitación.
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9 Principios fundamentales para lograrlo todo
RandomEstamos atravesando la cultura del sufrimiento. Una cultura que revive nuestras facultades de victimizarnos por todo, estas sensaciones de culpa se transmiten de padres a hijos, de profesores a alumnos, entre amigos, compañeros y hasta la propia pa...