En realidad, no queremos hacer nada. Si pudiéramos elegir, preferiríamos quedarnos durmiendo. Pero si pensamos en el resultado que nuestras acciones tendrán, entonces sí, nos ponemos en movimiento. Los resultados que queremos obtener tienen que ser el impulso, el motor de arranque. Luego la inercia actuará de manera automática. Aprender un idioma nuevo es difícil, aprender el segundo, es un poco más sencillo, allí se comienza a entender la lógica de los idiomas. Casi todos siguen una lógica que una vez descifrada, el resto es solo cuestión de memorizar palabras. Con las artes marciales ocurre lo mismo, y me atrevería a decir que con casi todas las cosas pasaría algo similar. La inercia es una fuerza universal que podemos poner a nuestra disposición y utilizarla para nuestros propósitos. Trabajándola de manera adecuada nos otorgará excelentes resultados.
La inercia es la práctica continua de la disciplina, y disciplina es la obediencia de los conceptos que me van a llevar a mi objetivo, sin importar lo que suceda o las ganas que tenga de hacerlo, disciplina es sacrificar lo que quiero hoy, por lo que sé que voy a querer más adelante.
Uno de los métodos más contundentes que he encontrado para obtener disciplina es no pensar en lo que tengo que hacer, sino en los beneficios que ello me proporcionará. Transportarse al resultado que obtendremos una vez que ese trabajo esté realizado, para no pensar en lo tedioso que ese trabajo nos resulta.
La inercia es una fuerza que continúa aunque todo se detenga, sin embargo, quedarse despierto y trabajar cansado hasta altas horas de la noche, no siempre es productivo, por lo general en lugar de adelantar estás atrasando, porque esas horas que podrías dedicar a un sueño reparador, que determinarán que te levantes con mucha más energía para poder lograr una jornada de productividad máxima al día siguiente, las estás desperdiciando en fracciones de escasa productividad.
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9 Principios fundamentales para lograrlo todo
RandomEstamos atravesando la cultura del sufrimiento. Una cultura que revive nuestras facultades de victimizarnos por todo, estas sensaciones de culpa se transmiten de padres a hijos, de profesores a alumnos, entre amigos, compañeros y hasta la propia pa...