Capítulo 6: Planes de guerra

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La joven Arianne entró apresuradamente en la casa. No se percató de los desperfectos, cómo el que una de las ventanas hubiera sido destrozada, sólo tenía ojos y oídos para ver como estaba su pequeña.

Dio un gran suspiro de alivio cuando vio que la pequeña estaba viva, pero quedó impactada al notar el calor corporal que desprendía la niña, pero sobre todo al ver cómo sus ojos le habían cambiado de color, los tenía brillantes y dorados como el oro, así como su negra pupila no era redonda sino alargada y rasgada, cómo la que tienen los gatos, o los reptiles.

Al principio retrocedió asustada. No sabía que pensar. Todo lo que envolvía a esa criaturita era extraño desde el mismo comienzo; la forma en que la encontró, la insignia real que portaba y ahora solo faltaba aquella cosa para confirmar que era un ser excepcional. Quizás fuera ella la que había atraído a esa criatura que casi mata a Aidan, la que había causado destrozos en los alrededores y la que había roto la ventana de su casa.

¿Seria buena decisión haberse hecho cargo de la bebé, o hubiese sido mejor entregarla a una familia que pudiera encargarse de la pequeña, o hasta quizás entregarla a la casa de huérfanos que había en Ehazur?... Aún estaría a tiempo de hacer eso, si así lo decidía

Todos esos pensamientos le vinieron a la cabeza, en unos instantes.
Mientras estaba absorta en esos pensamientos, se acercó a la niñita pero al notar cómo le quemaba la piel al tocar a la pequeña decidió coger un gran paño a fin de envolverla, pues de esa manera aisló el gran calor que emanaba de la criatura.

La niñita hizo un sonido gutural de gran satisfacción al ver a su "mamá" de nuevo y le dedicó una amplia sonrisa.
Arianne veía que no podía competir contra eso, y a pesar de sus dudas sabía que no podría abandonarla pasara lo que pasara.

Tras eso le proporcionó a la pequeña su ración de leche que había conseguido de su amiga, y la bebé la tomó con gran satisfacción. Se notaba que estaba muy sedienta y hambrienta. De momento la leche calmó esas necesidades de la criatura.
Gradualmente mientras se tomaba la leche, el calor corporal disminuyó notablemente y sus ojos volvieron a la normalidad, quedándose la pequeña totalmente relajada, así que se durmió pocos segundos después.

Ahora Arianne, volvió a dejar a la pequeña en la cama de ella, y corrió apresuradamente a atender a Aidan, que ya empezaba a recobrar el conocimiento.
Tenía varios rasguños y moretones, así como algunos cortes de moderada importancia, pero nada que con agua, jabón, hierbas desinfectantes, vendas y mucho amor no pudiera curar la joven.
Aidan se quejó cuando la joven le desinfectó un rasguño de su cara.
Tras eso ella le limpió con mucho cuidado y le dio un beso en esa zona.

— ¿ Donde más te duele? - Preguntó Arianne a Aidan.
Este le indicó que en la frente. Ella curó el pequeño rasguño de la frente e hizo la misma operación, o sea, desinfectar y "darle un beso curativo después".

— ¿Dónde más? - Preguntó ella.

— Aquí. - Dijo él señalándole la otra mejilla.

— Pero si ahí no tienes ningún rasguño. - Replicó ella riendo

— Da igual, pero me duele mucho - Añadió él con picardía.

A lo que ella, le pasó el trapo impregnado con agua y jabón y le dio otro beso.

— Y aquí también - dijo él después señalándose los labios.

Tras eso ella hizo una sonrisa de complicidad, y le mojó los labios con agua y jabón. Tras eso le dio un dulce beso en los labios del chico.

— ¿ Estás mejor ? - Preguntó ella con ironía.

—  Si, mucho mejor, aunque sobró el enjabonarme la boca primero. Le quitó un poco el gusto de la segunda cura aplicada. - Respondió Aidan a lo que ambos respondieron con una gran carcajada.

**********************

Cómo era costumbre desde hacía algún tiempo, los hombres de Ehazur se reunían en secreto en una pequeña habitación ubicada en los sótanos de la casa de Erik, uno de los hombres fuertes y más respetado por sus conciudadanos.

— No podemos seguir esclavizados de esta manera. Nos matan a trabajar y apenas podemos comer. - Empezó diciendo Erik.

— ¿Qué futuro queremos tener, para nosotros y nuestros hijos?. — Contestó el padre de Aidan que también estaba allí, ajeno a todo lo que le había pasado a su hijo.

— Esta mañana los dragones blancos, han hecho una incursión rápida y han matado a algunos de los soldados enemigos en un ataque sorpresa y luego se han dado a la fuga, para no recibir represalias de los dragones negros. — Comentó Erik a los presentes.

— Parecía que nos habían abandonado, pero aún nos apoyan, quieren recuperar su tierra y la nuestra. Pero tras eso se esconden, pues no pueden combatir en una batalla abierta contra los dragones negros. De hecho los dragones enemigos ya han matado a varios de nuestros dragones blancos que nos defienden. Tenemos que idear un plan. Propongo que en una semana, nos volvamos a ver aquí, y quiero que todos aportéis ideas, sobre cómo enfrentarnos a nuestros enemigos y conseguir de nuevo la libertad. Luego analizaremos cada idea, cada plan, cada sugerencia y quizás entre todos podamos trazar una estrategia que nos pueda llevar a la victoria. — Concluyó diciendo Erik.

— Hacia la victoria y la libertad — Dijeron los hombres con potente voz, levantando y juntando los puños. De hecho habían ideado esa frase y ese gesto como símbolo de su lucha...




Dragones Blancos (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora