— Efectivamente, estás embarazada. Enhorabuena. — Le felicitó una de las matronas de Ehazur, después de examinar a la muchacha.
— Preferiría que no fuera así.— Le respondió Arianne con rostro de tristeza.
— ¡No debes de decir eso! Muchas mujeres estériles, pagarían por estar en tu situación. — Le contestó secamente la mujer.— Aunque este lugar frío y húmedo no es el mejor lugar en vista de tu situación. Creo que deberías pensar en la posibilidad de humillarte y reconciliarte con tu esposo. — Le aconsejó la mujer.
Arianne guardo silencio, no tenía ánimos de argumentar con la mujer.
— No me fío nada de esa mujer— Le dijo su amiga, al marcharse la matrona.
— Ni yo. Ojalá viniera a rescatarme Aidan y pudiera dar a luz fuera de este horrible lugar. Pero creo que eso no va a ser posible, así que tendré que resignarme a lo suceda.— Le respondió Arianne, con el rostro abatido.
————————————
— Así que tú eres la futura Reina de Ehazur, ¿verdad Rhiannon?— Le dijo el anciano Lugaidh al ver a la pequeña, después de haber llegado ella hasta enfrente de su casa, transportada por Nerubian la dragona.
— Eso me ha contado mi madre, pues cuando me recogió cerca del bosque, llevaba puesta la insignia del Reino de Ehazur. — Le dijo Rhiannon sin intimidarse por la presencia del anciano.
— Ven, debes de tener hambre. Te llevare a donde mi esposa Danna, que prepara unos excelentes estofados a base de carne de Dragón.— Le dijo el hombre esperando a ver la reacción de la pequeña.
— ¿De dragón? ¡Oh, no! Yo no quiero comer carne de Dragón. Ellos son mis amigos. ¿Cómo podéis tratarlos así? ¡Es una crueldad!
— Era una broma, pequeña Reina.— Rió el anciano, aunque así comprobó de paso el vinculo y la lealtad de la niña con los dragones.
— Pero ven, no te quedes fuera, pasa...— Le invito el viejo a entrar en la casa.
— Humm... Qué bien huele — Dijo la niña al pasar y percibir el agradable aroma que desprendía el estofado a base de carne de cordero y verduras de huerto.
— Veo que tienes hambre...— Dijo sonriendo Danna, la esposa del anciano.— Vete a lavar las manos en el balde con agua que hay ahí a tu izquierda, que pronto serviré la cena.
En unos minutos, estaban los tres sentados alrededor de la mesa, disfrutando del plato sabroso que había preparado la mujer.
— ¿ Y tú cuántos años tienes? — Le preguntó la anciana de la casa.
— Pronto cumpliré 10 años — Le respondió con orgullo la niña.
— ¡Muy bien, que mayor! Seguro que te convertirás en una hermosa jovencita. Serás una mujer muy bella y muy valiente también— Le dijo Danna, mirándola al rostro y apartando un mechón de la cara de la niña con dulzura.
— Muchas gracias— Respondió la niña algo sonrojada.— ¿Cuando podré regresar y ver a mi madre? Fue apresada por los hombres de Gare, pero a mí me rescató Catrin montada en un dragón, cuando estaban a punto de capturarme también. Estoy muy preocupada por ella, y necesito verla pronto. Quiero estar junto a ella. — Pasó la niña a expresar rápidamente su gran preocupación sin reparar mucho en los cumplidos que le había dicho la anciana.
— Has llegado justo a tiempo como indicaban las antiguas profecías— Le dijo Lugaidh a la niña, evitando así responder esa incómoda pregunta.
—¿Las profecías?— Preguntó Rhiannon muy sorprendida, desviando momentáneamente su atención de su preocupación anterior.
—Sí, estás indicaban tu llegada, hablaban que en medio de los tiempos más oscuros, una luz y una esperanza, resplandecería en los corazones de los habitantes de Ehazur. Si lo deseas mañana mismo después de tu sesión de entrenamiento con los dragones te llevaré a donde están guardados cuidadosamente los pergaminos donde se indican, todas estas cosas. — Le continuo explicando Lugaidh a la niña que tenía los ojos abiertos como platos mientras éste le iba contando.
— ¡Quiero verlos ahora, quiero saber más de lo que habían de mi las profecías!— Le insistió la pequeña al hombre.
— No, por hoy es suficiente. Ya has tenido suficientes emociones. Ahora debes descansar, mañana tienes de estar despejada para empezar tus entrenamientos así como las tareas que tendrás que hacer mientras estés viviendo aquí con nosotros. Ven te enseñaré dónde está tu cuarto y tú cama. Debes de acostumbrarte a los horarios estrictos y a la disciplina, pues una futura Reina debe de aprender a comportarse como tal y cuanto antes te adaptes mejor será para ti. — Le respondió la anciana con un tono de voz que emanaba dulzura pero a la misma vez firmeza.
¡No quiero dormir aquí! quiero regresar con mi mamá, y si no puedo por el momento, quiero volver con Catrin y Aidan. — Protestó la pequeña con lágrimas en los ojos.
— Todo a su tiempo volverás a ver a Catrin, a Aidan y por supuesto a tu madre, pero ahora no es posible. — Le respondió cariñosamente la anciana al tiempo que le daba un abrazo para consolarla.
La pequeña pues, aunque estaba triste y contrariada no tuvo más remedio que hacer caso de la pareja de ancianos, ya que ellos ahora serían los que iban a cuidar de ella. Se dio cuenta de que tendría que confiar en Lugaidh y Danna así como también amoldarse a sus normas y costumbres, y aunque en ese momento no comprendía muchas cosas, con el tiempo vería la importancia y la verdad que encerraban todas las palabras y enseñanzas que aprendía tanto de ellos, como de los dragones que la iban a entrenarla para su futuro cometido.Zenedar y Nerubian estaban allí al amanecer, a la espera de que apareciera la pequeña Reina para empezar a darle el entrenamiento que necesitaría para ser una líder como se esperaba de ella. Igual a como habían hecho con Catrin anteriormente, sería sometida a diferentes técnicas de lucha. Aunque ella sería entrenada de una manera especial, pues la responsabilidad que pesaba sobre la pequeña Rhiannon era muy superior a la de la joven Catrin.
— Hola Rhiannon, soy Zenedar el compañero de Nerubian y el líder de los Dragones Blancos. Posiblemente no te acuerdes de mí, eras muy pequeña, recién nacida. Nerubian y yo te salvamos de una muerte segura a manos de los soldados del fallecido Rey Draco. Eres la última que lleva la sangre real del Reino de Ehazur. Debes saber que eres la elegida desde los tiempos remotos. Las profecías así lo indican cómo posiblemente te habrá hablado ya el viejo Lugaidh. En pocos años se librará la batalla final entre los dragones negros y sus ejércitos humanos, y nosotros, los dragones blancos y nuestros ejércitos de hombres.
Tú nacimiento fue un presagio de que los tiempos de la gran batalla se acercaba. Yo como líder de nuestra manada de dragones, era el responsable de salvarte, así como ahora de entrenarte para tu cometido. — El gran dragón permaneció en silencio después de hablar con la pequeña.
Ahora de alguna forma misteriosa para ella, pudo recordar los primeros momentos de su vida tras su nacimiento. Allí en las imágenes de su mente, vio a su desesperado padre intentando salvarle la vida corriendo entre los escombros que caían a su alrededor en su frenética carrera para salir del castillo que se desplomaba, también como continuó corriendo tras salir del mismo para adentrarse en el bosque para poder protegerla, cuando de repente le alcanzó una flecha que voló en dirección a él. Allí tras una gran roca, sucumbió al cansancio y a la herida mortal mientras le cantaba una última canción de cuna antes de morir. Ahora ella recordaba como se quedó sola con la insignia real que le había puesto su padre sobre la manta que la cubría poco antes de expirar. En sus recuerdos recónditos vio aparecer tras eso, a los soldados enemigos y como una espada reluciente salia de la funda de uno de los hombres con la intención de despedazarla, cuando de pronto vinieron dos dragones en su salvación, a su rescate, matando a los hombres, que querían acabar con su vida.
Nerubian tras lo sucedido la había cuidado, protegido, amamantado, durante semanas. De pronto, en sus imágenes mentales vio aparecer a Zenedar, con una gemma sumamente brillante, de los más hermosos colores que pueden existir, jamás contemplados por los humanos. La joya sólida, se fue derritiendo formando un intenso halo de luz y color que fue absorbido por Zenedar. Ahora recordaba vividamente, como el gran dragón se le acercó a ella con sumo cuidado y le empezó a insuflar su cálido aliento que empezó a entrar en sus pulmones, primero como un viento agradable, pero cada vez era más y más intenso hasta sentir un fuego intenso en sus entrañas que le quemaba.Ahora la niña empezó a gritar y agitarse mientras sudaba profusamente hasta salir del trance, habiendo recordado todo con suma claridad.
— Esa gemma singular, aún permanece en tu interior, y estará latente dentro de tí hasta que llegue el momento en que actuará. — Habló Zenedar a la niña.
— Y ¿Qué me sucederá? — Preguntó asustada Rhiannon.
— Poco antes de que suceda, lo sabrás, ahora no puedo contarte más, al respecto. — Le respondió Zenedar.
— Debes de saber, otra cosa sin embargo — Añadió Nerubian —Esa Gemma preciosa que es la que otorga un poder absoluto a quien la obtuviera, se partió en dos cuando se formó, en el gran volcán, conocido como la Montaña del Dragón. Los dragones blancos solo pudimos hacernos con uno de los dos trozos, pues los dragones negros que estaban también al acecho, nos arrebataron la otra mitad, sin poderlo impedir nosotros, tras una larga lucha intensa.
Si esa Gemma no se hubiera partido por la mitad o al menos hubiesen permanecido con nosotros los dos trozos, habríamos tenido el poder de controlar el mal que portan los dragones negros de lomo rojo, así velando por la armonía y la paz de todas las especies que habitan la Tierra.
—Ellos también han de adquirir un huesped humano, si no lo han hecho ya, en quien depositar esa mitad, antes de la batalla final que decidirá el destino de los humanos y los dragones. — Concluyó Zenedar la exposición ante la pequeña.— ¿Y por qué han de buscar un huésped humano? — Preguntó la niña.
— Los humanos aunque desde hace muchos miles de años tienen un poder inferior a los dragones, no siempre fue así. — Interrumpió Nerubian, para responder la pregunta de la pequeña.— Así que ellos fueron los comisionados, según indican los pergaminos antiguos para proteger ambas especies. Por eso la profecía indica que esa Gemma, solo tiene el poder de actuar, en unos pocos humanos escogidos, y según esta indica, tú Rhiannon tienes el derecho legal de protegernos a todos.
Pero los dragones negros también escogerán a un humano especial para proteger a su grupo, y no solo eso sino para luchar, contra nosotros, pero especialmente para luchar contra ti...
ESTÁS LEYENDO
Dragones Blancos (Completa)
FantasíaUna batalla que se libra durante cientos de años. Un Reino esclavizado. Una niña salvada por los Dragones. Una esperanza, una luz. ¿Será ella la respuesta, la clave para la libertad? Mejores ránkings # 1 en Dragones el 11/4/20 # 2 en Princesa el 9/8...