Dragones Blancos (Completa)

Capitulo 18: Peligro oculto.

Gare, se quedó extasiado mirando el símbolo de la realeza que había estado escondido cuidadosamente en aquella losa bajo el suelo. Por lo que él sabía Arianne procedía de una familia humilde y nada tenía que ver con la realeza. Pero la pequeña, la niña que fue adoptada de bebé, quizás...
Esa información valdría su peso en oro. La antipatía que sentía hacia la niñita, se acrecentó por momentos. De ninguna manera podía permitir que hubiera un nuevo resurgir, una esperanza en el Reino de Ehazur.
De pronto oyó la voz de Arianne que llamaba desde fuera de la casa. Así que se apresuró a envolver la reliquia y volver a poner la losa en su sitio...
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-Rey Draco, tengo un mensaje muy importante para vos. - Se dirigió Gare al Rey de Ehazur.
-Está bien Gare, pasa dentro, siéntate y dime, pero yo también tengo otro mensaje para ti, bueno más que un mensaje, es una misión que quiero que lideres tú. -Le dijo en respuesta el Rey, sin reparar mucho en las palabras pronunciadas por Gare.
-Creo que he encontrado un objeto sumamente valioso - Le mencionó al Rey, sin preguntar qué clase de misión tenía el Rey Draco para él.
Dime, ¿ Qué clase de objeto es ?, Enséñamelo - Inquirió el gobernante intrigado ahora.
-No lo traje conmigo, no puedo enseñártelo ahora, pero estoy seguro que es una reliquia del Reino de Ehazur.-Le respondió atento a cualquier reacción del monarca.
-¿ Es valioso, está hecho de oro, o piedras preciosas? - Inquirió Draco, mostrando su avaricia.
-Si, es de oro y tiene incrustados pequeños diamantes, pero eso no es lo más importante. Hay algo todavía más valioso, y no se trata de un objeto, sino de una persona.-Le respondió, mientras el Rey le miraba fijamente sin parar de pasarse su mano por su oscura barba.
Gare, se quedó callado por un largo tiempo, a la espera de un gesto de parte del Rey.
- Supongo que ese silencio debe indicar que esperas algo a cambio por la información. ¿ No es así ? Creo que ya empiezo a conocerte.- Le dijo Draco a Gare con tono desafiante.
-Por supuesto, majestad, además ya sabe que no es fácil mantener en sumisión al pueblo, y creo si fueran conscientes de la información que yo sé, no podríamos mantenerlos en ese estado por mucho tiempo más.
- ¿Qué deseas Gare? Habla sin más preámbulos.- Le respondió el Rey impacientándose con su interlocutor.
-Deseo ser el general de su ejército mi Señor. Y todo lo que conlleva ello.- Le contestó Gare.
-Me parece una excelente idea. De hecho te iba a encomendar una misión importante. Pero para mostrar tu valía y llegar a ser mi general, tendrás que llegar a ganártelo a pulso. Y que mejor posición que la de ser uno de mis capitanes para llevarla a cabo.-Le contestó el Rey, mientras se resignaba Gare con la respuesta obtenida, pues entendía que tendría que esperar aún para acceder a una posición superior en la jerarquía del ejército.
Prosigo... -Siguió exponiéndole el monarca al nuevo Capitán de su ejército.- Verás... Hace unos años arrasamos, una aldea a varios días de camino de aquí, como hemos hecho con tantas otras poblaciones. Pero sorprendentemente a diferencia de otros lugares, los aldeanos la volvieron a reconstruir y han puesto una férrea resistencia a nuestro ejército. De hecho han levantado altas murallas, y tienen el apoyo de los dragones blancos.
Se dice que los está liderando un guerrero valiente y fuerte. Pero ha llegado el momento de aplastar esa resistencia, y a su líder.
Sin duda tu experiencia así como tu astucia nos sería útil, para derrotar a esos pobladores, con su líder.
La gran mayoría de nuestros guerreros acompañados por los dragones negros, están envueltos ahora mismo en una batalla contra un poderoso Reino lejano.
¿Aceptas la propuesta Capitán Gare? -
-Será un honor y un placer.- Le contestó al Rey, con una sonrisa de felicidad difícil de disimular.
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Habían sido largos años de duro entrenamiento, pero por fin Catrin, regresaba a su hogar, tenía tantas ganas de volver a ver a sus padres, pero sobre todo deseaba volver a ver a Aidan ("I blaidd"), si es que aún continuaba allí.
Sabía que sería difícil de explicar todo lo sucedido a sus familiares, y su ausencia esos 4 largos años.
Le abrumaba al mismo tiempo la responsabilidad que había adquirido de proteger a la futura reina.
Tantos recuerdos y emociones se agolpaban en su mente.
Al acercarse paulatinamente al poblado le impresionó las murallas que rodeaban a este.
Se acercó con paso firme y decidido a las puertas de entrada de este. Dos jóvenes guardianes custodiaban la entrada.
- Dios mío, Sigurd ¿ Eres tú ?, te has convertido en todo un hombre. - Dijo Catrin admirada al contemplar a uno de los jóvenes de la entrada, amigo desde la infancia de esta.
- Ca... ¿Catrin?, ¿Es posible?,te dábamos por muerta. ¿Dónde has estado? ¿Qué te ha ocurrido? Estás muy cambiada.- La bombardeo a preguntas Sigurd.
- Sí, si, soy yo. Tranquilo, tengo mucho que contaros. ¿Están todos bien? ¿Cómo están mis padres, y el resto de mi familia? ¿"I blaidd" sigue con vosotros aún? - Le respondió Catrin, más ansiosa de recibir respuestas que de contestar preguntas?
- Entra, y compruébalo por ti misma. Pero si, están todos bien.- Dijo al tiempo que le hacía un gesto a su compañero para que abrieran las puertas de entrada a la aldea.

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- Hola mi bella Arianne. - La saludó gentilmente Gare a la muchacha, mientras ponía en su mano un ramo de flores.
- Hola Gare, pasa - Le respondió ella, invitándole a pasar a la casa.
- Veo que ya os habéis instalado. ¿Estáis cómodas en vuestro nuevo hogar ? ¿Os hace falta alguna cosa?- Quiso asegurarse él, de que todo estuviera bien.
- Sí, estamos muy bien. No sé cómo agradecerte, todo lo que has hecho por mí y por la niña. - Contestó agradecida ella.
Sin darle tiempo a reaccionar, Gare le robó un beso a Arianne. A lo que ella instintivamente aparto rápidamente su rostro.
- Perdona, no pude evitarlo. - Fingió arrepentimiento en su respuesta Gare.
- No pasa nada, tranquilo, pero no estoy preparada para amar a nadie aún. - Le respondió, no queriendo lastimar los sentimientos de él.
- Esperaré el tiempo que haga falta. No sabes lo feliz que me harías si un día aceptas ser mi esposa.- Le sorprendió Gare con su propuesta.
- Deberé de pensarlo muy, muy bien...dame tiempo. - Le dijo Arianne.
- Bueno, al menos no es un no. La verdad es más de lo que yo esperaba. Lo siento debo irme ya, se me hace tarde - Se despidió Gare, al tiempo que abría la puerta para marcharse, pues no quería forzar la situación por el momento...

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Hola, amigos después de mucho he vuelto con otro capítulo. Espero que os esté gustando la historia. Hasta la próxima.