Dragones Blancos (Completa)

Capítulo 41: La batalla por Thor ( Parte I )

Las puertas de Ehazur se abrieron para permitir la entrada de los hombres, que portaban al pequeño cautivo, mientras observaban desde lejos la escena con impotencia Aidan y sus acompañantes.

— Vamos, regresemos, es inútil, no podemos hacer nada ya.
— Dijo tras suspirar Neakail a su hijo y a los demás acompañantes.
— Maldito seas, Gare. — Gritó Aidan, mientras daba un puñetazo al aire. Era inevitable el sentimiento de fracaso.

El regreso a Angus, fue penoso. Los hombres cabizbajos y silenciosos, estaban absortos en sus propios pensamientos.
La noticia que tenían que transmitir no era la que hubiesen deseado.

— Mamá, ya ha regresado Aidan — Dijo Rhiannon a Arianne, tras abrir la puerta de la habitación dónde esta había estado sin salir de ella, en ayunas, llorando y rogando al cielo que pudiera regresar Thor a salvo.
Inmediatamente las dos mujeres se juntaron a la multitud que se había congregado en la plaza principal, alrededor de los hombres que habían regresado de la búsqueda de Thor, para ver qué nuevas portaban ellos.

— Tenemos buenas y malas noticias que daros sobre el pequeño Thor. — Dijo Neakail haciendo de portavoz del pequeño grupo de hombres. — La buena noticia es que Thor sigue vivo y sabemos su paradero. — Empezó así a fin de suavizar la siguiente frase — La mala noticia es que está en terreno hostil. Lo han llevado a Ehazur, donde están nuestros enemigos.

Enseguida se oyó un fuerte murmullo de la multitud. Todos sabían del riesgo que eso suponía para la liberación del niño.

— Hemos de organizarnos bien. Tenemos que saber de cuantos hombres y armas dispondremos. Hacemos asimismo un llamamiento a todos los hombres que habéis venido de tierra lejanas, hombres valientes de todos los Reinos aliados, necesitaremos vuestra ayuda. Ahora regresad a vuestras tierras y vuestros hogares. Comunicar la noticia. Necesitaremos un ejército poderoso para combatir a Gare y sus dragones. Quizás este es nuestro momento. Debemos de prepararnos para una gran batalla.
¿Quienes estáis de nuestra parte? ¿Quienes váis a luchar junto a nosotros? — Preguntó Aidan, apelando al coraje de todos los presentes.

El silencio impregnó el lugar momentáneamente. Sabían que mucho se esperaba de todos ellos. La misión era muy arriesgada. No es que no supieran que algún día tendría que librarse una gran batalla. Lo que no esperaban es que ese momento llegara tan pronto. Además, muchos de los que habían venido de lugares distantes, dudaban de si "esa" era realmente "Su batalla". El hermano de la joven Reina recién coronada había sido secuestrado, sí, pero al fin y al cabo la acababan de conocer. Cierto es, que les había causado muy buena impresión y simpatía la joven Rhiannon. Pero no se había puesto en peligro sus propias vidas o las de sus familiares y amigos que se encontraban a cientos de kilómetros. No es que fueran insensibles al dolor que eso les estaba causando a todos los implicados y tampoco es que fueran ellos mismos hombres cobardes...

Por otro lado los aldeanos de Angus sí que se sentían mucho más unidos a la Reina y a la causa, así que estos fueron los primeros en apoyar audiblemente la petición de Aidan.

— Padre, padre, ¿No vas a decir nada? ¿No vamos a ayudar nosotros a la Reina y a su hermano? ¿No vamos a pedir ayuda a la gente que quiera unirsenos desde Grambelaii? — Insistió Niels dando codazos repetidos a su padre. Parecía que el entusiasmo de éste y de los hombres que habían venido con ellos se había apagado.

Ivars miró a su hijo y a continuación a la pequeña delegación que había venido con ellos desde Grambelaii buscando la aprobación con su mirada.

— Contad con el apoyo de los emisarios de Grambelaii. — Gritó con fuerte voz Ivars a oídos de la multitud.

— Y con los emisarios de Grona.

— Y la de los de Parcč.

Poco a poco, se fueron uniendo más voces a los de ellos. Parecía que gradualmente todos se iban contagiando a pesar de sus dudas y temores.