Una batalla que se libra durante cientos de años.
Un Reino esclavizado.
Una niña salvada por los Dragones.
Una esperanza, una luz.
¿Será ella la respuesta, la clave para la libertad?
Mejores ránkings
# 1 en Dragones el 11/4/20
# 2 en Princesa el 9/8...
Gradualmente se fueron reuniendo en torno a Aidan, los hombres que habían sobrevivido al ataque enemigo. De estos, 10 hombres se quedaron al cargo de los heridos, especialmente los que tenían algún conocimiento de curar heridas usando hierbas y ungüentos.
El resto se dividieron las tareas. Unos prepararon algunas provisiones, otros se proveyeron de espadas y escudos, arcos y flechas. Algunos habían participado en batallas, pero otros eran totalmente inexpertos al respecto. Pero todos tenían en mente una meta en común, recuperar a sus esposas, hermanas e hijas.
El joven Aidan les inspiraba coraje y les infundía confianza. Aunque ninguno de ellos era ignorante al hecho de eran muy inferiores a sus enemigos.
El padre de Catrin y varios aldeanos conocían bien donde se encontraba la aldea enemiga.
- ¡Toma Dispara! - Le dijo uno de los hombres a Aidan - Apunta allí, en la marca roja de aquel árbol.
- Eso es imposible, está muy lejos - Respondió Aidan - Pero probaré.
Así que tomó el arco y la flecha, y cerrando un ojo apuntó a la marca roja que se hallaba a unos 100 metros. La flecha salió disparada, y con una precisión milimétrica, acertó de lleno en la marca.
- No sé como lo he conseguido - Respondió Aidan un poco avergonzado, al oír los vítores y aplausos de los hombres que estaban observando.
- Creo que hay muchas cosas, que no sabes de ti al haber perdido la memoria muchacho, pero estoy seguro de que eras un gran guerrero antes de perderla - Dijo Marcus, el padre de Catrin.
>> Ahora probaremos con la espada, te enfrentarás al mejor de nuestros guerreros - Continuó Marcus.
Aidan cogió la espada, un poco temeroso por temor de quedar en ridículo, pero pronto de una forma automática, fue recordando todos los movimientos y golpes que daba con la espada, así que pronto superó fácilmente a su contrincante, haciendo saltar por los aires la espada de aquel, y que su oponente cayera sentado en el suelo.
Enseguida se dio cuenta de que aquellas habilidades no eran casuales. Era cómo si las hubiera aprendido de memoria.
Los hombres junto con Aidan, estuvieron preparándose por algunos días, hasta que estuvieron listos, a punto de partir.
- Lidéranos tú - Dijeron los hombres antes de empezar el camino.
- Todos tenemos un apodo y hemos decidido también ponerte uno, sobre todo por el hecho de que no sabemos cual es tu nombre* Te llamaremos " Y Blaidd". Tienes la habilidad y astucia de un lobo.- Dijo el guerrero que había sido vencido por Aidan.
- ¡" Y Blaidd"! gritaron los hombres al unísono.
Muchas horas de camino después, llegaron al poblado enemigo, fuertemente custodiado por los soldados guerreros.
- Esperadme voy a echar un vistazo, me acercaré y fingiré ser un viajante cansado y hambriento.
- Estad con Dios - Saludó Aidan a los soldados que estaban a la entrada de la aldea.
Los soldados enseguida se pusieron sus manos al costado cogiendo la empuñadura de sus espadas, pero sin sacarlas de sus vainas.
- ¿ Qué buscas ?- Dijeron en tono desafiante al joven.
- Soy un viajero. Estoy muy cansado y sediento, necesitaría reponer algo de fuerzas, ¿ Podría comer algo y rellenar mi cantimplora de agua fresca ? Tengo dinero suficiente para pagaros.- Casi suplicó Aidan.
- Esta bien pasa, hay una cantina en la aldea, allí podrás comer y beber lo que necesites - dijeron los soldados después de mirarse uno al otro, en signo de aprobación mutua. Después de todo un solo viajero cansado no parecía representar ninguna seria amenaza.
Así, infiltrado en el campamento enemigo, se tapó su cabeza, cubriéndola con la capucha que llevaba, intentando no llamar demasiado la atención. Los soldados parecían estar muy ocupados como para prestarle atención. Rápidamente calculó mentalmente cuantos soldados aproximadamente habían, custodiando la aldea, pensó que seguro otros estaban en otras misiones guerreando y capturando cautivos. Eran bastantes, pero no parecía una hazaña totalmente imposible.
Se alejó un poco del centro del poblado y percibió un grupo de mujeres maltrechas y cubiertas de harapos, acarreando agua y haciendo otras tareas.
De pronto reconoció a varias mujeres, esposas e hijas de la aldea de donde provenía, pero trató de pasar desapercibido por estas, cuando casi por inercia cruzó la mirada accidentalmente con una de ellas. ¡Era Catrin!, ella al reconocerlo lanzó un pequeño grito de emoción, a lo que Aidan se llevó rápidamente el dedo a la boca mirándola a ella, haciéndole el signo a fin de indicarle que no debía llamar la atención.
Aunque fue duro, tuvo que darse la vuelta de camino para salir de la aldea. Otra vez se encontró con los soldados de la entrada, de los que se despidió cortésmente dándoles las gracias por la hospitalidad fingiendo haber comido y repuesto fuerzas.
Los hombres esperaban ansiosos el regreso de Aidan al que llevaban esperando más de tres horas.
- Vi a vuestras esposas e hijas. Están bien no tenéis que preocuparos, solo se las ve cansadas y mal vestidas, pero no vi signos de que hubieran sido maltratadas, las tienen como criadas. También vi a Catrin. - Dijo ahora Aidan mirando a Marcus.
- ¿Cuando atacamos?- Le preguntaron ansiosos los hombres a Aidan.
- Al anochecer, será más fácil.- Respondió él.
Cuando llegó la hora avanzaron sigilosamente a la entrada del poblado. Había 4 soldados pero estos conversaban y reían entre sí.
Aidan ahora hizo un ademán a los hombres, indicando que era el momento.
Cabalgó rápido hacia la entrada custodiada. Los soldados sacaron pronto sus espadas de sus fundas, al tiempo que uno de ellos daba la señal de alarma.
La espada de Aidan relucía a la luz de la Luna llena, dando golpes certeros sobre sus enemigos.
No tardaron en acudir el resto de soldados a la llamada de alarma de sus compañeros y se unieron a los de la guardia de la entrada.
Claramente los hombres de Aidan estaban en desventaja, y empezaron a caer las primeras victimas del lado de estos, pues aunque peleaban con mucho coraje, la mayoría eran inexpertos ante los soldados profesionales enemigos. Realmente sería difícil resistirlos por mucho tiempo...
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* " Y Blaidd" "El lobo", en galés.
Espero que os haya gustado el capítulo. No olvidaros de votar y comentar. Hasta pronto.
