Capítulo 2.

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Ese sueño fue diferente. Ya que no era ella misma, si no su hermana. Alba veía todo desde su perspectiva. Se había levantado de la cama, para acercarse al balcón, era de noche. Estban en la antigua casa de la familia Brown. Y de pronto, el viento entró por la ventana, formando un remolino alrededor de ella, quitándole el aire.

Sintió la misma desesperación, el terror, el miedo de no poder respirar, no poder hablar. Escuchaba muchas voces, pero no lograba entender ninguna.

Y lo que era peor, ella no podía despertarse.

Por más que intentara gritar, ningún sonido salía de su boca. El espacio alrededor de ella se hacía cada vez más pequeño, no entendía ¿Por qué sucedía eso? ¿Por qué estaba soñando algo tan terrible? O más bien ¿Por qué estaba viviendo ella en carne propia lo que a su hermana le sucedió?

Sentía su corazón latir a mil por hora. Quiso caminar hasta fuera, pero sus piernas no respondían, estaban quietas fijas al suelo. Para cuando se dio cuenta, estaba llorando.

Quería que se detuviera, no quería sentir eso, no quería. Se sentía horrible.

Y cuando por fin el viento se había alejado de ella, se despertó de golpe.

Inmediatamente se sentó en el sofá, miró alrededor. Estaba en casa, la televisión seguía encendida y el abanico también. Nada más.

Su frente estaba sudada y cuando puso su mano frente a ella, temblaba. Colocó una mano en su pecho, para tratar de calmarse.

Se estaba haciendo de día, se levantó para ir al baño a lavarse la cara e intentar quitarse la pesadilla, pero para su sorpresa, cayó al suelo apenas intentó ponerse de pie.

-¡Ah! -exclamó.

Intentó ponerse de pie, pero no se movía. Fue cuando comenzó a ponerse nerviosa y a pensar en muchas cosas. ¿Por qué se había caído? ¿Por qué no se movía? ¿Por qué no sentía sus piernas? Ella recordó lo que estaba escrito en el cuaderno que había encontrado.

¡NO! ¡No es verdad! ¡Así que levántate Alba! ¡Ponte de pie!

Pero por más que intentara ordenarle a sus piernas que se pusiera de pie, no lo lograba. De los nervios, pequeñas lágrimas amenazaban con salir, pero ella las limió con su mano. Se tomó del sofá para impulsarse a sentarse.

¿Esque estaba presentado los síntomas previos a su muerte?

Con mucho esfuerzo, logró subir para sentarse. Respiró varias veces para poder clamarse y pensar. Aún seguía sintener sensibilidad en las piernas, la tocó con un dedo tembloroso, solo para confirmarlo y taparse la boca para no gritar.

Estaba sola en la casa, no tenía a nadie cerca que pudiera ayudarle ¿Qué iba a hacer? Tan solo para tomar un vaso de agua tenía que levantarse, ya que éste se encontraba en la mesa de la cocina.

Se sentía tan miserable en ese momento que las ganas de llorar llegaron de nuevo.

Estaba sola, no tenía a nadie.

¿William? Él parecía demasiado ocupado intentando superar a Sara.

Sacudió la cabeza mientras contenía el nudo en su garganta.

¡Maldita sea!

Ella en definitiva no estaba lista para esa vida.

Aquel día que murió Sara, se dio cuenta de no tenía a nadie. Aquella castaña era la única persona que podría ayudarla, lo sabía, tenía un corazón bondadoso.

En Busca del Quinto Elemento Pt.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora