Capítulo 11.

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En vista de que los agente probablemente no regresarían al área, decidieron inspeccionar el lugar, se tomarían poco tiempo, pues no tenían mucho con qué defenderse.

El cuarto en el que habían entrado se trataba de un pequeño laboratorio, tenía repisas por ambos lados y en ellas habían frascos con etiquetas, desde su posición no alcanzaba a ver lo que decían así que se puso de pie para poder leerlos.

Se limpió la ropa y se acercó al primer estante. Los frascos eran todos en color marrón translúcido, lo que dejaba ver su contendido.

—¿Pastillas? ¿Para qué? —tomó uno.

Notó que el frasco no era un medicamento común, pues el contenido era de color. Algunas eran rojas, otras verdes, algunas más azules y grises.

La etiqueta decía "Tipo" y un número, era diferente de acuerdo al color. Tomó una de cada una y las guardó en su mochila. Quizás podrían ser útiles más adelante. 

Al entrar había pasado todo eso por alto, lo que había dentro de ese cuarto, en ese instante su mente sólo estaba ocupada pensando en una manera de escapar de los Agentes. Suspiró cansada, habría que salir de ahí pronto o serían descubiertos.

Su vista se fijó en una caja plateada, se acercó a ella con curiosidad. Tenía grabadas las letras D.P. Que por alguna razón se le hacia una familiares, pero no logró recordar de dónde.

Desconociendo ese dato, abrió la caja. Se encontró con varias plumas digitales, algunas rotas y otras nuevas, lo que llamó la atención fue el pequeño apartó en forma de ovalada, plana. Tenía un botón en la superficie, lo presionó con cuidado y miedo de que fuera algo peligroso, pero no fue así.

El aparato desplegó una imagen virtual de la ubicación en la que se encontraban, marcandolos con un punto rojo.

Es un mapa, pensó asombrada, pues era mucha más fácil de llevar.

En la caja había un par de anillos plateados también, se colocó uno en el dedo índice y al instante se conectó con el mapa. Ambos se encendieron en una luz verde y se abrió un menú virtual justo arriba del mapa.

Miró su dedo teniendo una idea de cómo podría funcionar.

Rascó su frente y comenzó a mover el menú con la mano. Al parecer el anillo era el mouse para trabajar con el mapa.

Esto es increíble, mientras seguía buscando y revisando lo que tenía el menú del mapa, alguien se acercaba por detrás suyo.

—Bien, ahora sí podemos verificar en dónde nos encontramos —dijo para sí misma.

Alba se volteó para mostrarle el objeto a William y Daniel, pero se topó con un cuerpo frente suyo.

Repentinamente, el joven tomó la mano de ella, con intención de alejarla, cuando apenas lo había tocado, sus ojos se abrieron de golpe. Del susto casi suelta el mapa.

—¡Daniel! —exclamó Alba, sorprendida.

—¡Ah! —el joven, totalmente asustado por el repentino acto de la chica, notó que estaba tomando la mano de la gemela, de manera rápida y con nervios, la soltó —Y-yo.. lo siento. Buenos días —se disculpó.

—H-hey —respondió ella —Me sorprendiste.

Daniel se rascó la nuca, algo avergonzado por su reacción.

—Perdón, no pensé que fueras a... Girarte, es la costumbre de algunos años —respondió, con una sonrisa nerviosa.

—Y-ya veo... sólo no hagas eso de nuevo ¿De acuerdo? —le pidió.

En Busca del Quinto Elemento Pt.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora