En Busca del Quinto Elemento Pt.2

Capítulo 7.

-¿De que estás hablando? -dijo William -¿Cómo se supone que haremos eso? ¿Te das cuenta de lo que dices?

Daniel suspiró cansado, iba a ser difícil poder explicarles todo el proceso.

-Si te callaras un poco, podría decirte con detalles de lo que hablo -dijo.

-¡Es que es simplemente imposible! -exclamó -¡No podemos hacer algo cómo eso! -se levantó del sofá.

-¿Cómo... podríamos activarlo? -preguntó Alba, ignorando las negativas de William -¿Que deberíamos hacer? Si hay que conseguir algo, lo haré.

-¿Siquiera entiendes lo que dices? ¡Estamos hablando de algo que nosotros no podemos hacer! -le replicó.

-¡Hablas así porque tú no estás en mi situación! -le dijo en cara, se había puesto en pie del enojo -¡Tú no vas a morir de un instante a otro en estos momentos! ¡Tú tienes una vida por delante! -por sus mejillas resbalaban lágrimas de coraje, tristeza -¡Tú... tú... tú tienes todo! -las palabras sonaban algo estranguladas por culpa del llanto.

William se dio cuenta del error que había cometido. No debió de hablar así, estaban haciendo eso por ella después de todo.

-Yo.. Lamento haber dicho eso -se disculpó -Pero por favor no llores, me recuerdas demasiado a ella -le pidió.

La gemela se sorprendió ante la respuesta, que no se dio cuenta de que por un instante, no había llorado.

William tenía razón, además, no era momento de estar llorando ahora.

-No.. yo lamento actuar así, quiero... escuchar tus respuestas Daniel -le dijo al joven.

-En serio, tienen sentimientos de más -les dijo a ambos -Pero para lo segundo, puedo decir que no me dejaron terminar, iba a decir, que también podemos ir al laboratorio que está en el otro distrito, para poder activar el proyecto. Básicamente.

Ambos miraron a Daniel sin dar crédito.

-¿Qué? -les preguntó él cuando recibió las miradas de ellos.

-¿Por qué no dijiste eso antes? Me pude haber ahorrado.. -William se talló el rostro con frustración -Bueno, ya qué. ¿Donde está?

-Y me alegra que preguntes eso.

Daniel se acercó a su mochila, sacó un rollo de papel y quitó todo lo que estaba en la pequeña mesa de centro, tirándolo al suelo. Estiró el mapa sobre toda la mesa.

-Está justo aquí -señaló un punto que se encerraba en rojo.

-¿No está muy lejos? -preguntó Alba, mientras se limpiaba el rostro.

-Por esto, tenemos ayuda -William se levantó del asiento, fue por su teléfono y marcó un número.

-¿A quién llamarás? --e preguntó Daniel.

-Al profesor -respondió Alba -Él nos va a ayudar.

Daniel silbó, impresionado.

-Bueno, sólo quedaría trazar la ruta, para llegar ahí ¿No creen?

William habló con el profesor, éste accedió. Se verían en una hora en el centro de la ciudad.

-Bien. Hay que llevarnos todo lo necesario, nos veremos con el profesor Carter -dijo William cuando llegó con ellos.

Rápidamente guardaron todo lo necesario en la mochila de Daniel. Eran las piedras, el cuaderno, las notas que ellos habían escrito y el mapa.

-Perfecto ¿Que más falta? -preguntó el invitado -¿No olvidamos nada?