Capítulo 5.

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-¿Como llegaste a esa conclusión? -le preguntó Alba.

El joven se dejó caer en el sofá, suspirando cansado.

-¿No te dije, que había estudiado los Elementos un año?

Era verdad. Después de que ella muriera, él había decidido entender mejor ese tema, aunque su objetivo no era volverse un científico, él leyó todos los libros que pudieran contener algo sobre los Elementos. Los había estudiado a fondo.

-Entonces... ¿Que pasará? Si los dejo los Elementos ¿Que pasará? Hasta dónde sé son importantes ¿No? -preguntó la gemela.

-Esa es la duda que yo también tengo, en todo lo que leí, no hablaban sobre ello. Supongo que porque no había pasado antes -concluyó.

-Necesito hacer algo, algo pronto. No me quedaré sólo sentada a esperar que pase algo.

Había comenzado a ponerse nerviosa y a caminar de un lado a otro, cosa que estaba desesperando a William. La gemela continuó pensando y hablando en voz baja para ella misma, diciendo cosas que podría hacer y también que no hacer.

-¿Debería de..? no, no, no -negó varias veces -No, no podría -se detuvo -¿Mejor si...? No, no, no -y continuó caminando.

-Oye.. -le habló él -Oye... -al ver que no le hacía caso, se levantó y la tomó de los hombros -¡Te estoy ha-!

El muchacho se calló al ver el rostro de Alba, estaba llorando.

-¿Que... debo hacer? ¡Dime que debo hacer! -le exclamó a él -¡Estoy sola! ¡No tengo a nadie! -le dijo entre el llanto.

-Yo... -le dijo William. En ese instante él recordó una situación similar, que ocurrió hace tiempo.

"-No pasará nada malo, créeme.

-¿Que motivos tengo para creerlo? -ella quería llorar - ... ¡No tengo a nadie! -le había dicho."

Pero ella en ese momento estaba equivocada, por que lo tenía a él, siempre lo tenía a él. Aunque ella no se hubiera dado cuenta.

-Yo... -antes de que pudiera darle la respuesta que esperaba, su teléfono sonó, interrumpiendo su línea -Dame un segundo.

Ella asintió, aún triste y limpió sus ojos. Una parte de ella se hundió al no escuchar lo que quería. El joven sacó el teléfono de su bolsillo y contestó la llamada.

Era grave lo que sucedía, si no había nadie que tuviera los Elementos ¿Que sucedería? ¿Ocurrirían más cambios? ¿O el mundo quedaría tal como está?

O quizás esto estaba siendo un castigo por lo que ella hizo hace dos años.

-¿Podría ser? -unos segundos después, William regresó con ella y tomó asiento a su lado.

-Era un amigo -le explicó -Y vendrá pasado mañana... Lo que nos conviene muchísimo.

-¿Conviene? ¿A qué te refieres?

-Él... Tiene información que podría sernos de ayuda -intentó darle una sonrisa cálida, pero su poca relación hacia ella se lo impidió, por lo que sólo formó una sonrisa apenas -De todos modos, estará aquí pasado mañana, cuanto antes mejor -guardó el teléfono en su bolsillo del pantalón.

-Entonces... ¿Qué hago ahora? ¿Qué hacemos mientras llega? -le preguntó confundida.

Había sido buena idea buscar ayuda en él y aunque ya no estaba estancada seguía teniendo dudas sobre lo que pasaría.

-Pues... Esperar -se encogió de hombros -Son sólo un par de horas. Pero debo irme, para recibir a mi invitado -suspiró cansado.

Al apartamento debía estar limpio siempre para las visitas.

En Busca del Quinto Elemento Pt.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora