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Capítulo 8 ''Tienes un moco''

Narra Sam

—Por favor, por favor, por favor Jamie —supliqué.

Llevaba media hora intentando convencer a James para ir a la playa, pero no había manera. Era un cabezota al que no le gustaba ir allí cuando hacía calor. Sí, es imposible de entender, lo sé. Yo tampoco entiendo como no puede gustarle ir, es algo ilógico, por eso me encontraba aquí, suplicando y rogando para ir a la playa.

Seguramente pensaréis que soy una antisocial o una marginada por no tener con quién salir a parte de James. James no era mi único amigo, aunque no tenía muchos más, sólo los justos, yo no era la típica chica popular a la que todos siguen como perritos falderos, pero lo prefería así, no soportaría un sólo día siendo tan egocéntrica y superficial como esas chicas.

James era mi mejor amigo, pero siempre viene bien tener una amiga de tu mismo sexo, y yo tenía a Nerea, Nerea Lauper. Siempre nos entendíamos en todo, yo le contaba todo a ella y ella me contaba todo a mí, y sé que puedo confiar plenamente en ella. Sería muy difícil no tenerla cada día haciéndote reír con todas sus locuras. Sin duda estaba loca. Y por muy malo que sea su día, ella siempre lleva una sonrísa en su cara, y eso me encantaba. Es increíble, la mejor.

Y ahora mismo la necesitaba ya que James no estaba dispuesto a acompañarme, y yo necesitaba mi día de playa. Hoy hacia calor, y un día de calor en Londres era prácticamente un milagro, cosa que había que aprovechar. El único problema era que ella no estaba, sus padres decidieron hacer un viaje a Boston para visitar a la familia de su madre y Nerea no volvería hasta un semana antes de empezar las clases.

Así que no me quedaba ninguna otra opición. Iría yo sola a la playa.

—Está bién James, iré yo sola —pensé rápidamente y puse en práctica la útima táctica que me quedaba —Sola. Sin nadie que me acompañe —suspiré lentamente —Dios sabe que me puede pasar a mí sola en el camino -puse cara de gato degollado y volví a suspirar —Puede que en la parada haya un violador y acabe muriendo sola bajo un punte. Si eso ocurre, dile a mi madre que la quiero —suspiro —Y tranquilo, no te tortures pensando que acabé así por tú culpa, por que no me acompañaste —suspiro —Bueno... me voy a ir yendo, no quiero perder el autobús y que un perro rabioso me ataque mientras espero en la parada...

—¿Has acabado ya? —me cortó —No entiendo como puedes llegar a ser tan dramática —se cruzó de brazos.

—No es dramatismo —le fulminé con la mirada —Solo digo lo que...

—Iré —me dijo cortándome de nuevo mientras suspiraba —Pero antes de las cinco volveremos a casa.

Sonreí mientras daba saltitos en el sitio a la vez que aplaudía.

—Antes de las cinco —le dí un beso en la mejilla fuertemente y subí rápidamente hacia mi habitación para preparar todo.

—Vamos al agua por favor.

—Eres insoportable Sam —bufó —vamos donde tu quieras pesada.

Sonreí ampliamente y me dirigí hacia el agua con James -el casca rabias- a mi lado, murmurando cosas por la bajo.

—Sabes que te quiero ¿verdad? —puse mi mejor cara de niña buena.

—Sí Sam, lo sé —suspiró.

Reí por lo bajo pensando en lo que haría ahora mismo.

Como James estaba tan cabezota y enfadado pensé que sería bueno un chapuzón, ¿A quién no le viene bien un baño para bajar los humos? 

Empujé a James con todas mis fuerzas al agua. Solté una gran carcajada que sonó por toda la playa y empecé a correr sabiendo que cuando él saliera no me esperaba nada bueno.