Narra James
—Pensé que jamás pararías de pegarle —reí sujetando mi estómago. Me dolía de tanto reír.
—Creo que ya es suficiente —secudió sus manos y se sentó a mi lado mientras Jack la fulminaba con la mirada —Aunque dudo que disminuya su idiotez gracias a mis golpes.
—Que me esté muriendo no significa que este sordo —al instante reinó el silencio en la habitación.
Minutos después en los que cada uno se dedicó a pensar, Jack volvió a hablar.
—No me refería a eso —se disculpó.
—Lo sé, no te preocupes —Sam le interrumpió y sonrió levemente para tranquilizarle, aunque la sonrísa no llegó a sus ojos.
Cojí su mano y la apreté con fuerza, ella me sonrió agradecida.
Después de unos diez minutos en los que nos dedicamos a hablar de cosas sin importancia, una enfermera entró a la habitación para hacerle unas pruebas a Jack. Realmente no tenía ni idea de para que eran o para que servían, pero en ese instante tuvimos que acabar con nuestra visita.
—Cuídate mono idiota —más que una despedida parecía una advertencia.
—Estaré bien pequeña —la abrazó fuertemente, tanto que pensé que Sam se rompería en cualquier momento.
—Me estas ahogando Jack —dijo casi sin aire. Reí levemente, ella si que sabía joder esta clase de momentos.
Él aflojó su agarre y se alejó para darle un beso en la frente.
Me acerqué a él cuando Sam ya se había apartado y le abracé.
—Cuídala James —susurró antes de romper el abrazo. Me estremecí, si me decía eso era por algo, algo malo, claramente. Me separé y le miré interrogante, él solo sonrió sin muchas ganas y asintió. Segundos después imité su gesto.
Después de salir de allí empezamos a caminar hacia mi coche, fuimos todo el camino en silencio, no podía dejar de pensar en lo que Jack me había dicho. Puede que esté exagerando y él solo se refería a que cuidara de ella mientras él estaba en el hospital, pero algo me decía que eso no era lo único que ocurría.
Esto me preocupaba, si le pasaba algo no sabría que sería de Sam, esta situación me ponía la piel de gallina y realmente me asustaba.
—Jamie ¿en que piensas? —llamó mi atención sacándome de mis pensamientos —No has dicho nada en todo el camino.
—Eh, sí, claro, no es nada —ella frunció el ceño.
—No es verdad, sé que te ocurre algo —insistió.
—No te preocupes de verdad —sonreí levemente y ella miró al frente. Sabía que me pasaba algo, ella me conocía perfectamente, por eso dejó de preguntar, ella sabía que era mejor así, por que tarde o temprano acabaría contándoselo, solo necesitaba tiempo, yo siempre funcionaba así con Sam cuando realmente algo me preocupaba. Pero esta vez no le contaría nada, no podía, solo esperaría a que se lo olvidara y listo.
Abrí la puerta del copiloto y esperé a que subiera al coche, agachó su cabeza y se sentó. Cerré la puerta y me dirigí a mi asiento.
—Sam —dije mientras encendía el motor.
—¿Mm? —estaba molesta. Esta vez le iba a costar más olvidarse de lo que rondaba por mi cabeza, vamos, ella me conocía mejor yo mismo, sabía que tenía que ver con su hermano, sino no estaría enfadada, ella no se enfadaba por esto porque al final acababa soltándole todo lo que pensaba.
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Back to December.
Romance-Todos los derechos reservados- ''-¿A que has venido? -Necesito hablar contigo. -Llegas un poco tarde ¿no crees? -Sólo déjame explicarte. -Dime lo que sea que tengas que decirme, pero no creo que arregles nada. -Te quiero, Jamie'' Samantha Jones y...