Narra Sam
—No puedo creerlo —murmuró.
—Tampoco es para tanto, solo estas exagerando —rodé los ojos.
—¡No lo conoces de nada! Podría ser un violador o vete tu a saber qué —reí interiormente, pues yo había pensado lo mismo unos treinta minutos atrás.
En cuanto puse un pie en su salón, empezó a bombardearme con preguntas estúpidas intentando averiguar el motivo por qué me había retrasado tanto. Exageró diciendo cosas como: "Creí que te habían secuestrado" "Pensé que jamás volvería a verte" o "Estuve a punto de llamar al FBI". Y esto ocurría por haber llegado unos cuantos -demasiados- minutos tarde, no quería ni imaginar la que se hubiera formado si hubiera llegado un par de horas después.
Lo peor de todo era que no podía culparle por ello, por que él era exactamente igual de exagerado y preocupado que yo, es decir, los desvaríamos constantemente.
—Pero no lo es —afirmé —Por favor James, cualquiera diría que estas enamorado de mi, es tan solo un chico que he conocido, no va a hacerme nada.
Podría jurar que en el momento en el que formulé mi última frase su cara cambió de enfadado y gruñón a una completamente diferente, no sabría como describirlo, había cierto punto de confusión, sorpresa y...¿tristeza?
Aclaró su garganta y relajó su rostro dejándome totalmente confundida.
—Tienes razón —sonrió debilmente— es solo un chico.
Estuve a punto, no, a puntísimo de preguntar el por que de su gran cambio de humor, pero conociendo a James, era mejor dejarlo como estaba. Si preguntaba, él no me contestaría, o probablemente evitaría el tema con excusas tontas.
Asentí lentamente segundos después.
—¿Quieres que vayamos a comer algo? —cambié de tema.
—¿Ya tienes hambre? —me miró divertido.
—Yo siempre tengo hambre —sonreí orgullosa de mi apetito. Yo siempre estaba dispuesta a engullir algo.
Rió entre dientes mientras negaba con la cabeza.
—¿Tortitas con sirope? —sugirió.
—De chocolate —sonrió.
*
—Creo que han salido mejor de lo que esperaba —metí otro cacho en mi boca saboreando el delicioso sabor del sirope.
—Eso es por que las he hecho yo —sonrió arrogante dejando ver su hilera de dientes perfectamente rectos, ahora manchados de chocolate.
Estallé en carcajadas sintiendo como los ojos se me aguaban, miré a James con su cara confusa por mi repentina acción. Sentí como un trozo de tortita se desvió de su camino y empecé a toser exageradamente luchando por respirar. Comencé a mover mis manos hacia todos los lados, como si eso sirviera de algo. James se levantó rápidamente de su taburete para comenzar a darme golpes en la espalda, cosa que fue en vano.
—¡Respira Sam! —gritó asustado. Imbécil, como si eso fuera a solucionar las cosas.
Conseguí escupir el trozo de masa asesina que estuvo a punto de mandarme bajo tierra y por fin pude sentir como mis pulmones volvían a llenarse de aire.
Respiré entrecortadamente y me pasé las manos por la cara para limpiar alguna que otra lágrima que consiguió escaparse de mis ojos.
—Pensé que iba a morir —susurré con la voz ronca una vez que pude articular palabra.
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Back to December.
Romance-Todos los derechos reservados- ''-¿A que has venido? -Necesito hablar contigo. -Llegas un poco tarde ¿no crees? -Sólo déjame explicarte. -Dime lo que sea que tengas que decirme, pero no creo que arregles nada. -Te quiero, Jamie'' Samantha Jones y...