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Capítulo 13 ''Cuando mi voz calle con la muerte...''

Narra James

Habían pasado tres días desde que estuve a punto de declararle a Sam lo celoso que estaba de Logan y explicarle mis raras confusiónes. Ahora mismo no se lo confesaría por nada del mundo, es más, comería un olla llena de caracoles hervidos -odiaba los caracoles hervidos- antes de contarle lo que sentía, pero en aquel momento dejé de pensar en todo y estuve a sólo unas palabras de soltarlo todo.

La verdad es que seguía sin tener nada claro, estuve comiéndome la cabeza durante estos tres días.

Al final la consclusión que saqué de todo esto era que estaba hormonando. Sí, era un hombre y depende como lo mires era algo lógico sentir eso. Conocía a Sam de toda la vida y no podía evitar el sentimiento de sentir celos al ver que tenía que compartirla con alguien más. 

Eso era lo único que explicaban mis horribles celos.

Mi decisión era clara. No pensaría más en esto. Simplemente dejaría que las cosas pasaran y sucedieran por si solas, supongo que con el tiempo sabré que hacer.

Agradecía aquella entrada inesperada en medio de nuestra converación. De no ser por eso, probablemente Sam y yo estaríamos... Ni yo sabía como estaríamos. Pero como siempr, estaba claro que no, no podía imaginarme como reaccionaría.

Flashback.

Joel entró corriendo hacia Sam y solté todo el aire que estaba aguantando. Después le haría tortitas para cenar por esto. Aunque sabía que la conversación no había acabado del todo, tenía un tiempo para poder aclarar mis ideas y eso era algo que agradecía. Sam nunca se daba por vencida.

Y aunque ese tiempo quizás solo fueran unos días yo rezaba por que fueran meses o simplemente que ella olvidara la conversación. Estaba claro que eso no ocurriría, pero a nadie le hace daño soñar.

 —¡Sam! —Joel corrió hacia ella y se lanzó abrazándola fuertemente.

— Hola pequeño —le devolvió el abrazo —¿Como estas?

—Bien —le sonrió dulcemente al separarse de ella.

Aún seguía nervioso por lo ocurrido hace apenas diez segundos, pero ya no me faltaba el aire. Seguía vivo.

Por la puerta del salón se asomó la figura de mi madre cargada con bolsas. Me levanté rápidamente a ayudarla.

Cojí las bolsas y me dirigí a la cocina. Desde allí podía escuchar levemente como Sam conversaba con mi madre. Dejé todo en la encimera y coloqué algunas cosas en su sitio. La verdad es que estaba alargando el tiempo para estar a solas y tranquilizarme. Cuando llegué mi madre ya no estaba, supuse que estaría arriba en su habitación.

Miré a un punto fijo mientras Sam hablaba con mi hermano, hasta que se callaron.

—James -—carraspeó, dirigí mi mirada hacia ella.

—¿Si? —hablé fingiendo tranquilidad.

—Creo que iré ya a casa , se está haciendo tarde —asentí.

—Te acompaño a la puerta.

—Cuídate pequeño —se despidió de Joel con un beso en la frente.

—Adiós Sam —respondió con una sonrisa.

Caminó hacia la puerta y después de un suspiro por mi parte caminé detrás de ella.