Capítulo 11 ''¿Lista para el primer día de clase?''

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Narra Sam

Lunes 7 de septiembre. Seis en punto  de la mañana. Hoy era mi primer día de universidad, y el despertador sonaba demasiado pronto para mi gusto. Lo único que quería era volver a meterme en la cama, taparme con el edredón hasta el cuello y seguir durmiendo por dos semanas seguidas.

Me levanté de la cama frótandome los ojos, caminé lentamente mientras arrastraba los pies. Me sentía como un muerto viviente sacado de alguna película de zombies. Por no mencionar la forma en la que mi pelo se había quedado, pareciéndose a una escayola.

Caminé hasta el baño mientras intentaba recordar lo que había soñado. Cuando me encontré con mi reflejo en el espejo pegué un salto hacia atrás. Estaba verdaderamente horrible, casi como el gusano gigante con el que soñé, aunque él era menos peludo que yo. No me malinterpretéis, no es que yo sea un oso o algo por el estilo, simplemente era de bello abundante. Era cosa de familia.

Me hice una coleta alta para lavarme la cara cómodamente y después cepillé mis dientes. Hice mis necesidades diarias justo después de elegir la ropa que me pondría hoy.

Decidí llevar unos pantalones vaqueros simples con una camiseta de encaje color salmón. Acompañé el conjunto con unas Vans negras. Cuando ya estaba lista, solté mi pelo y le peiné un poco con mis manos, cojí mi chaqueta vaquera y mi mochila para bajar a la cocina.

—Buenos días —dejé un beso en la mejilla de mi hermano. 

Con Jack no había vuelto a hablar de su enfermedad en toda la semana, después de que me lo contara decidí no sacar más el tema, no quería que todo fuera más difícil, y al parecer él estaba de acuerdo con no hablar de ello.

—Buenos días enana  —sonrió —te he preparado el desayuno, ahí lo tienes —señalo con su dedo índice la encimera.

—Gracias, pero no tengo hambre, estoy nerviosa —puse una mano en mi estómago en un intento fallido de controlar mis nervios.

—¿Por tu primer día de universidad? —asentí —Tranquila, todo saldrá bien, es como el instituto, pero algo más grande —se encongió de hombros y se acercó a mi para darme un abrazo rápido. Él era despreocupado y lo admiraba por ello.

—Lo sé —inspiré hondo.

Minutos después escuché el sonido de un claxon. Hacía tres meses Nerea se sacó el carné de conducir, y gracias a eso ella sería mi chofer durante todo el año, o al menos hasta que yo me decidiera a sacarme el mio.

Me colgué la mochila en el hombro y salí de casa caminando rápidamente, no quería hacerla esperar. Cuando ví el coche de Nerea corrí hacia allí.

—Buenos días —dije sentándome en asiento copiloto mientras me ponía el cinturón.

—¿Lista para el primer día de clase? —preguntó con una sonrisa.

—Para nada, siento que vomitaré en cualquier momento —hizo una mueca —¿Tú?

—Igual, pero intento disimularlo.

Arrancó el coche y comenzó a conducir hacia casa de James, que se encontraba a dos calles de la mía.

Encendí la radio para espabilarme un poco, la música conseguía animarme hasta en mis peores días. Estaba sonando Story of my life, de One Direction. Al instante empezamos a cantar como desesperadas haciendo gestos raros con nuestros brazos en un intento de bailar, nosotras amábamos esta banda.

Tocó el claxon, por segunda vez en el día, cuando ya habíamos llegado para avisar a James de que ya estábamos fuera, nosotras aún seguíamos a lo nuestro.

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