Prólogo

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Pequeña, perfecta, castaña rojiza, ojitos cafés llenos de curiosidad, perfecta, de imperfecto cuerpo, perfectamente imperfecta, soñadora, anhelante, traviesa, divertida, aquel imperfecto ser... pero ¡Que es perfecta caray!

Este es un cuento un tanto extraño, es la historia de la pequeña Christine, pequeña de estatura, pero gigantesco espíritu, es la historia de un ser único. Por otro lado, ella no existe, no es más que un cuento del que me he enamorado, pero no de forma romántica, esta es la clase de amor que le tienes a algo pequeño, pero infinitamente grande, es la clase de amor que le tienes a algo que hiciste, suceso u objeto y del cual estas sumamente orgulloso y es que así es Christine, pequeña de estatura, pero infinitamente grande.

No pienso contarte sólo una historia, sino, miles. ¿Cómo una persona puede tener miles de vidas? Es tan sólo la vida como la veo, es tan sólo la vida como la ve ella, es tan sólo un lapso de tiempo en apenas unos años y a la vez en un micro segundo.

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¿Será realmente que estoy loca? Desde que tengo memoria todos me tratan mal... Excepto ellos.

Suelo pasear por las calles acompañada de un hombre de blanco y buen porte, el es muy amable conmigo, aunque creo que Judit me odia un poquito, Gerald es un modista fenomenal y le encantan las cosas coloridas, también esta el ratón Aeol, me da un poco de miedo. Se que cuando me distraigo los visito, pero jamás recuerdo mucho de lo que ocurre. Boris es mi favorito en aquel hermoso mundo de colores y criaturas extrañas, él me cuida, me lleva a visitar y me trata como una princesa, es genial estar a su lado.

Cuando conocí a Rumina; mi mejor amiga, supe al instante que ella era una princesa, pero que su corazón traía una gran carga. Su cabello rubio, sus ojos verdes brillantes, su linda sonrisa y sus facciones delicadas, una mujer que merece toda la palabra de femenino en ella, pero no solo era agraciada también era gentil, una bondad que quien sabe de donde nace, cuando yo no llevaba comida, ella siempre me daba la mitad de su almuerzo, también solía darle de comer a los indigentes o a los perros callejeros, siempre era una mano ayuda a todo aquel que lo necesitaba, aunque ella tuviera problemas en su reino.

Terry es otro camino por donde ir, mi mejor amigo y... Según nuestro juego; mi príncipe. Rubio al igual que Rumina solo que de cabello rizado, ojos miel y piel no tan blanca y por lo que yo puedo decir, alguien que no extiende su mano sino te has ganado su confianza, alguien que da todo por lo que quiere, que siempre lucha hasta el final y que también, siempre te brinda una bonita sonrisa. Cuando lo vi por primera vez pude admirar a un príncipe de oro.



Atrapada en mi mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora