❀¿Acaso eres Alice?❀

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No sé, pero para mi a partir de aquí comienza lo bueno <3

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~Tranquila Alice, ahora todo esta bien.

¿eh?

Abrió los ojos dejando ver aquellas insignificantes esferas color café, miro alrededor y estaba en lo que parecía ser un páramo.

~Esta bien...

Frente a ella un chico de unos 20, 19 ¿años? sus ojos eran unas bellas gemas de color azul.

-¡Tú! tus ojos, ¿ah? ¿dónde esta el gato?

~Te agradezco tu valentía al querer salvarme Alice, pero desgraciadamente era la única manera de traerte hasta aquí.

Ella le miro extrañada. ¿Acaso aquella hermosa criatura era aquel... pues, hermoso chico? 

~Así es Alice, mi nombre es Boris y es todo un placer tenerte de vuelta. ~ aguarda... ¿Él había leído su mente?

El hizo una reverencia y sujeto su mano besandola. Ella se dejo llevar, olvidando todos los pesares que hasta hace un momento le aquejaban.

-¿De vuelta?

~Te extrañado he~ me abrazo...

-¿mmm? ¡Au! - me mordió

Me sujete el cuello en la parte lastimada.

~Ese es tu pase de entrada~ me guiño un ojo

Yo le mire mal, pero luego lo analice... ¿Acaso lo conocía? De la nada me sonroje... ¿Qué demonios me ocurre?

~Jaja, linda como siempre. Ahora... Debes entrar Alice, dejarte llevar debes tu. - Él estaba hablando muy extraño, pero con un poco de trabajo lograba entender lo que decía.

¿Qué? ¿Dejarme llevar? Una extraña sensación de sueño me invadió.

~Llevar dejarte debes, lo pida tu que cuerpo hacer debes.

(Debes dejarte llevar, lo que tu cuerpo pida debes hacerlo.) así que lo cumplió y ya cayo dormida, antes de aterrizar en el piso el elegante chico la sostuvo en brazos.

~ El dulce beso de la muerte, mi dulce Alice.

Las dimensiones pueden estar lejos o más cerca de lo que crees, así que aquí vamos.

El cuerpo de una chica en el piso es lo único que la gente lograba ver, claro además del charco de sangre que se formaba de una manera lenta y tortuosa.

- ¡¡Christine!! - Él hermoso príncipe llego corriendo al enterarse.

Su amada musa estaba en el piso, muriendo a cada segundo que perdía una gota más de sangre, se acerco a ella e intento detener la hemorragia, luego de estar un rato ahí atado, la ambulancia logro llegar al fin.

Abrí los ojos repetidas veces, me encontraba en un bosque, yo estaba corriendo, estaba escapando, había niebla por todos lados y no miraba a donde me dirigía, de la nada me detuve en seco ¿escapando de qué? Mire hacia al cielo y este era hermoso, de la nada comencé a elevarme.

-¡De nuevo!

En el hospital aquella chica recibía reanimación y su cuerpo subía y azotaba contra la cama cada vez que esto se realizaba.

-Por favor Christine, reacciona, te necesito- Aquel chico patético sobaba y hablaba desesperado la cabeza de aquella chica, pidiendo a su Dios la regresara con él y no se la llevara, pero todo era en vano.

-¡Alice!

Caí y choque contra el suelo de golpe, escuchaba que alguien seguía gritando, entonces escuche que alguien me llamo.

-¡¡Christine!!

¿Terry? Mi vista seguía en aquel hermoso cielo lleno de galaxias y estrellas.

-¡¡¡Christine!!! ¡Por favor despierta!

Tomaron mi mano, me gire a ver a Boris y él me sonreía, le sonreí también, me levante y comenzamos a correr por aquel sendero, de pronto toda la niebla se esfumo, y el pasto pareció soplar, era la vista más hermosa que había visto en mi vida, una areola delante de nosotros se extendía a lo lejos, ya no escuchaba más aquella voz llamándome y sólo seguí corriendo junto a Boris.

-Chris...tine. - El hermoso príncipe lloraba vacilante porque el amor de su vida había abandonado su cuerpo y ahora mismo, él la había perdido.

Los doctores se daban por vencidos y comenzaban a desconectarla, Terry soltaba un grito desgarrador y los demás intentaban alejarlo del cuerpo vacío de aquella dulce chica, él estaba completamente destrozado, había luchado tanto para nada, todos esos años al lado de su pequeña llorona habían sido desperdiciados y se sentía mas solo que nunca, pues ¿quien hablaría animadamente con el? ¿quien le contaría sus secretos que no eran secretos y sonreiría después? había perdido a la chica que siempre creyó que estaría ahí para el y ahora al ver su realidad la pierde y teme que aquel hombre de sombrero de copa negro se la haya robado.

Atrapada en mi mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora