Atrapada en mi mundo

❀Eres demaciado idiota para ser verdad❀

Corría desenfrenada, algo muy dentro de mi ardía como nunca, al igual que mi garganta y la respiración se me cortaba, me costaba tanto respirar que hasta los pulmones me ardían y el abdomen me dolía, mis piernas parecias dos maquinas insaciables, seguían corriendo, seguía intentando llegar a la libertad. Aquel hermoso campo para mi sólo se extendía cada vez más en lugar de acabarse. Estaba cansada, sí, pero quería seguir corriendo, llego un punto en el que mi vista también se torno nublosa gracias al llanto que no había notado antes. Seguí corriendo tan rápido como mis piernas me lo permitían, comencé a gritar como una loca desquisiada, todo daba vueltas y mi único propósito en aquel lugar era correr. Seguí gritando en un intento de sacar un poco de enojo, frustración y dolor de mi. Cuando caí en seco al piso y sólo supe llorar, fui cerrando mis ojos lentamente. . . Hasta que desperté.

Abrí los ojos de golpe y desperté sintiéndome exhausta, de mis ojos sólo salían mil lágrimas y mi pecho pesaba, las piernas me dolían como si hubiese corrido una maratón.

-Despertaste...

Mire a Sasha... Pero la verdad es que estaba ida.

-Sasha...

-¿Cuántas veces debo decirte que no te metas en problemas? Esos hijos de puta te dejaron inconsciente.

Me levante de la cama lo más rápido que pude, pero un gran dolor en el abdomen me tiro, literalmente, Sasha atino a sujetarme antes de desplomarme.

-Ugh, duele.

Por un momento vi un brillo en los ojos de Sasha, me sostuvo fuerte y me abrazo, yo quede en shook, ya que no era algo normal este comportamiento en él, sobre todo cuando me sujetaba con tanta fuerza que comenzaba a lastimarme, me abrazaba de tal forma como sí no quisiera dejarme ir o... Estuviera protegiendome.

-Sa...sha...

Al instante me soltó.

-No debes levantarte - se puso de pie y me dejo ahí, antes de salir por la puerta me miro - Que esto no se vuelva a repetir - salio de la recámara azotando la puerta.

¿Qué había sido aquello?

Me reincorporó lo mejor que puedo y busco la única prenda aparte de la que traigo puesta en mi armario, unos pantalones de mezclilla.
Me cambie lo más rápido que pude y al final me coloque de nuevo mi sudadera vino, ya que también era el único suéter o prenda abrigadora que tenia, mi ropa anterior estaba un poco manchada de sangre y como sabrán tiene ahora un hueco en las rodillas, genial, mis intentos por cuidar la poca ropa que tenia fueron en vano. Salí de la casa y me encamine a aquel parque a la mayor velocidad que mi cuerpo me lo permitía, mi respiración se cortaba imaginandome lo que podría encontrar cuando llegara.

Pasando no más de 5 calles logre llegar, y en efecto, la bondad andante estaba sentada en aquel hueco del árbol viejo. Sonreí y avance hacia ella. Al tenerla frente a mi la abracé.

-Estoy bien. Ellos no lograron hacerme nada. . . Estaban demaciado ocupados contigo y después me imagino se les acabo la energía para perseguirme, sólo... Se burlaron de ti y yo sabría que te valdría tu estado igual que siempre y vendrías aquí por mi.

Trague al escuchar aquello.

-No me vale mi estado...- Intente decirlo a forma de juego para mejorar el ambiente y me senté junto a ella, pero ella se reincorporó molesta.

-¡Basta Christine! No me digas que no te vale tu estado cuando te han dejado inconsciente y has venido prácticamente corriendo hasta aquí en cuanto despertaste.

- No es como si fuera la gran cosa...

- ¡Son las 7 de la noche!

Aguarda. . . ¿Qué? Pero si el receso fue a eso de las 9. . .

-¡Estuviste inconsciente casi por 12 horas seguidas!

- Yo...

-¿Sabes cuál tu problema? No te gusta lastimar a los demás, pero dejas que los demás te hieran a ti.

Baje la mirada avergonzada, no sabia que decir.

-¿Puedes parar Christine? Se que te preocupas por mi, se que haces lo mismo que Terry, pero ¡no eres igual! ¡entiendelo!

- Yo sólo... Quiero...- Me interrumpió.

-Pff, eres demaciado idiota para ser verdad.

Me sorprendí demasiado, aquella princesa parecía más viva que nunca, sus ojos no recuperaron ni un poco de brillo, pero ya dice hasta groserías. No sé si ponerme feliz porque al fin parece despertar o sentirme mal porque me esta insultando.

- No soy una bebé Christine, debes dejar que yo reciba mis propias palizas.

- Pff, mira quien habla, la zombie viviente. Si te golpearan, tú seguirías cual estatua, vacía y soltando lágrimas sin sentir en realidad.- Ella me miro mal.

- ¿Quieres qué hablemos con la verdad? Bien, deja de jugar a ser fuerte, deja de fingir que no sientes nada, deja de ahogarte en un maldito vaso de agua. Dejas que todos pasen sobre ti, eres el maldito tapete de todos, nunca buscas ayuda. Yo seré patética por ir detrás de ti, pero tú lo eres aún más por no admitir que te estas rompiendo, por no decir nada y quedártelo hasta que no lo soportes más y termines ¡muerta!

Me levante con brusquedad.

-¿¡Quieres que te lo diga!? Pues bien, SÍ, SI ME DUELE, ME ARDE, ME CARCOME ¡ME RASGA EL ALMA!
¿¡A quién carajo quieres que le pida ayuda cuando todos los días lo grito en silencio!? Tu estas toda ida, Sasha se comporta como un estúpido, Terry se fue, mi padre me odia y mi madre se largo porque no nos toleraba. ¿¡A QUIÉN CARAJOS IBA A RECURRIR!? Yo estoy dando mi maldita lucha todos los días por no volverme una desquisiada, estoy todos los días peleando mentalmente para no cometer una locura peor que mi muerte. . . ¿Eso era lo qué querías escuchar? Porque si es así, me largo.

Comencé a caminar a la cueva que tengo por casa, pase varias cuadras y seguí avanzando, estaba cerca sí, pero empecé a desviarme, no quería llegar a sentirme aún más abatida por la soledad que habita y te inunda en cuanto cruzas el pórtico. Mi mente estaba llena de patatas fritas y dolor.
Carajo ¿acaso realmente soy tan patética? Suspire, la verdad es que quiero dejar de pensar en ello y sólo comer algo, estar desmayada por 12 horas seguidas y luego salir corriendo sumándole que probablemente tengo una costilla rota no es fácil, así que creo que lo merezco.

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¡Hola!
Esperó que realmente les este gustando la historia.