❀Reviviendo❀

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Habían un montón de cosas que aquella chica no lograba ver, pero a lo largo se extendían distintos colores de la naturaleza e inclusive unos muy extraños para ser naturales como el morado del hermoso lago o el azul de los árboles, con sus frutos plata y de podría decir que de perlas también.

-Wow... ¿Dónde estamos?

¿Alguna vez has visto esas historias donde les dicen que son las heroínas o héroes, pero ellos no quieren tener nada que ver cuando hasta hace poco decían que sus vidas apestaban? Si bien, yo no diré que mi vida apesta, pero si, es una completa mierda, y ahora ni siquiera se si me encuentro en coma o sigo en la azotea dormida o tal vez caí y ahora estoy muerta y este chico sólo resulto ser un "ángel de la muerte" vaya estupidez, pero todo esto me resultaba tan familiar que... Era hasta cierto punto, acogedor.

Boris me tomo de la mano y me subió a una especie de gran conejo, espera...

-¿¡Qué es esa cosa!?

~¿mmm? Es mía mascota... Oh conocerlo cuando era un punto fuiste tu~ sonrió enternesido.

-Te refieres... ¿A que yo conocí esta cosa cuando era aun un bebé?

~Aja, ahora, sube~ literal me tomo de la mano y con una fuerza indescriptible me lanzo arriba de esa cosa y luego se montó él.

~Sujetarse recomiendo ~ El miedo a caer era tan grande que lo abrace con toda la fuerza posible, esa cosa literal era enorme, comenzó a andar y... No se como describir aquella situación.

Llegando a una especie de castillo de lo más... Colorido eww. Pareciese que literal tomaron los botes de pinturas y los arrojaron con sarna hacia el castillo.

~Oh, ¿cómo supiste?

-¿mmm?

~Fue justo la idea que obtuvimos para pintar al castillo... Por ser verdad, llamas extraño a plantas de color.

- Vaya... ¿Acaso lees mi mente?- negó con la cabeza.

~ Soléis hablar sin pensar.

- ¿Pienso en voz alta?- río.

~Más de lo recomendación. Ten precaución de tu problema con Judit.

~Qué la gran marqués, llámese yo, ¿Qué?

~Uff, en absoluto para ti Judit.

~Delfines y fiestas, ¿qué corazón hallamos aqui?

~Alice es. Evel... Mía es- realmente no presto atención a nada de lo que Boris o los demás decían ya que una extraña mujer le miraba de una manera... Inusual.

Boris me sujeto e hizo mi cabeza hacia un lado dejando ver la mordida que me hizo hace un rato, al instante aquella chica pareció rechistar.

~Así que al final siempre gano si. ~ Me miro ~ Hola Alice~ realizo una reverencia y luego sujeto mi mano y la beso.

-¿Gano? ¿Gano qué? - mire a Boris en busca de una explicación, a decir verdad esto era como si los conociera, quiero una explicación de... suspire ¿para que la necesito? "solo deja de pensar y haz lo que tu cuerpo te pida" ¿no? esta bien.

~Nada ~ Me guiño un ojo y me volví a sonrojar, no sé, pero estoy segura que esto no me solía pasar.

Caminamos dentro del castillo y era la cosa más extraña del mundo los pasillos se hacían super angostos o parecían ductos de ventilación, luego de bajar como 3 horas las escaleras y si, lo digo literalmente, llegamos al fin a mi habitación, los demás se fueron dejándome de nuevo a solas con Boris.

~ ¿Recuerdad habitación? ~ Él admiraba cada parte de esta recamara con una ternura y aprecio indescriptible, así que intente hacer un esfuerzo y al instante me dolió la cabeza.

- No, pero ahora tengo jaqueca.

~ ¿Eso que ser?

- Me duele.

~ Esto smurgi ~ me extendió una especie de migaja y la comí insegura, a los dos minutos mi cara se desfiguró, era tan ácido como limón, pero sabía a pastel de chocolate, mi jaqueca se esfumó.

- Wow, funcionó.

~ Dormir es hora.

- Es hora...

Las horas pasan tan extrañas que no logro comprender, pero no me siento insegura, siento mucha paz y tranquilidad.

Me recosté y me removí un buen rato antes de quedarme dormida y soñar con una extraña figura.

Estaremos hasta la eternidad y aún más allá. - me susurraba.

Atrapada en mi mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora