Jimin despertó. Yoongi no estaba a su lado, y no sabía por qué. En primer lugar, si el mayor seguía los mismos pasos que había estado haciendo los días anteriores, debía estar levantado. Se sentiría el aroma del desayuno, y se escucharían ruidos en la sala. Sin embargo, todo estaba en silencio.
Yoongi había sido muy paciente con él aquel último tiempo. Más de lo normal. Lo había escuchado, había pasado la noche en la calle sólo por darle el gusto de ir a un recital, lo había acompañado a pesar de que no le gustara ese grupo... había hecho demasiado. Jimin creyó que podría devolverle el favor. Por eso, se levantó, puso música suave con su celular, se dirigió a la cocina y preparó el café que al mayor tanto le gustaba. Hizo varias cosas más con una pequeña sonrisa en su rostro, y la esperanza de que al otro le agradara.
Cuando todo estuvo terminado, ordenó algunas cosas en una bandeja y caminó hacia el cuarto del mayor, abriendo la puerta con cuidado. Este estaba dormido.
En parte, le dolió. Recordó la promesa de la noche anterior: que no sería dejado solo. Aún así, Yoongi se encontraba durmiendo en su cuarto. Eso significaba que, en algún momento, había decidido irse.
A pesar de todo, ignorando sus malos pensamientos, se sentó a su lado. Yoongi se movió al haber sentido el colchón hundiéndose a junto a él. Frotó sus ojos.
—Hyung, despierta.
Jimin colocó una de sus manos sobre la espalda de su amigo, y lo movió con suavidad, lo cual hizo que despertara poco a poco.
—¿Jiminnie? —bostezó— ¿Qué pasó?
—Nada. Te traje el desayuno.
—En un rato más. Aún tengo sueño.
Yoongi tapó su cabeza con sus cobijas. El más joven, en cambio, sonrió. Siempre que el otro actuaba de esa forma, cuando no quería levantarse, Jimin se reía y lo molestaba hasta que lo hiciera. Levantó su mano para dirigirla hacia el otro muchacho y hacerle cosquillas, pero se detuvo. Nuevamente, sintió que estaba siendo un estorbo.
—Está bien. Lo dejaré aquí... o mejor lo llevo. Que descanses.
Cuando se oyó el sonido de la puerta cerrándose, Yoongi sacó su cabeza de abajo de las sábanas. Suspiró pesadamente. Habría adorado pasar sus primeros momentos de la mañana junto al menor. De hecho, habría amado pasar todo el día con él.
Minutos más tarde, Yoongi se levantó, caminó hacia la puerta, salió y asomó su cabeza por el pasillo. Vio a Jimin sentado a la mesa. Tenía café caliente servido en su taza favorita, pero no lo estaba tomando, sino que lo revolvía con una cuchara una y otra vez, mientras observaba el movimiento del líquido y de los pequeños remolinos que se formaban en él.
Yoongi volvió, se cambió y entró al comedor. Jimin lo miraba no sólo atento, sino también con la ligera esperanza de que se sentara junto a él y le hiciera compañía.
El mayor no pudo resistirse a su mirada, y lo hizo.
—Siento lo de hace un rato. Debí aceptar lo que me ofreciste.
—No, no hace falta que te disculpes. Está bien.
Yoongi pudo notar cierto grado de dolor en sus palabras, y se sintió culpable por ello. Suspiró.
—Terminaré esto rápido y me iré. Tengo algo importante que hacer.
—¿De verdad? ¿Qué tienes que hacer?
—Cosas —bebió un poco de café.
Jimin no quiso preguntar nada más. Sólo asintió con la cabeza. Su mente lo llevaba a la noche anterior ¿Había sido su error seguir el beso, o lo había sido salir corriendo? Porque supo que había sido ese el acto que los había llevado a distanciarse de esa forma.
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Alone [Yoonmin] ©
FanfictionLos sentimientos de soledad y tristeza estaban destruyendo a Jimin poco a poco. Yoongi se encargaría de cambiarlo.